“Me ha gustado ser Chabelo, el personaje que he interpretado por 57 años ya. Se dicen fácil pero haberlos pasado ha sido duro; sin embargo, al día de hoy no hay nada que me haya molestado, solo guardo experiencias gratas y mucho agradecimiento, doy gracias a Dios y al público”, asegura el actor de 76 años.
A pesar de que tantas de décadas de trabajo representan todo un récord en la televisión, el “amigo de todos los niños” no cree en los homenajes o en realizar conmemoraciones relativos a su personaje.
“Chabelo no cumple años y yo no cumplo aniversarios, yo solo le agradezco a Dios que me ha dado la oportunidad de hacer lo que más me gusta durante toda mi vida”, agrega López.
El ahora productor de Televisa empezó muy joven jalando cables en los estudios de la empresa que entonces se llamaba Televicentro.
Mientras estudiaba medicina en la universidad, hizo hasta de mandadero yendo por las tortas. Él se dice a sí mismo que era un “Ejecutivo B”, porque solo le decían “Ve por esto o ve por lo otro”.
Incluso cuando requerían una participación actoral suya, Xavier se quitaba los intercomunicadores de la cabeza, actuaba, decía sus parlamentos y después volvía atrás de cámaras a seguir trabajando.
Sin embargo, combinar trabajo y estudio desencadenó en él un problema de salud, que le originó un principio de anemia cerebral.
López decidió entonces olvidar su sueño de ser médico y dedicarse por completo a la actuación.
“Lo único que he hecho en toda mi vida es hacer televisión y mi deseo es seguir haciéndolo. Lo haré hasta que pueda estar activo. Continúo con mi personaje Chabelo porque es lo que realmente me llena, ojalá que el público lo siga recibiendo como hasta ahora”, comentó el también conductor.
Fue en el programa de Tío Gamboín, hace más de 40 años, donde dio vida al personaje que hoy interpreta, cuando le pidieron que contara un chiste, en el que aparecía un niño llamado Chabelo.
Al poco tiempo, el personaje se convirtió en la imagen de una marca de refrescos, que llevó a López de gira por el continente Americano. Luego de actuar varios años en Estados Unidos regresó a México para participar en programas de televisión como
“Un día me puse a pensar por qué colecciono ranas y llegué a la conclusión de que son los únicos animales de la creación que no retroceden nunca. Siempre van hacia adelante por su misma conformación física. Yo soy así, no quiero ir nunca para atrás, siempre quiero ir un paso adelante”, explica.
Amante de los autos deportivos y de las motocicletas, ahora es más precavido con estas máquinas. Su mente está en el trabajo: conduce su programa dominical, revisa y corrige sus guiones, y crea o propone sus nuevos proyectos a realizar.
“El despertar todos los días me produce una sensación de responsabilidad, de querer seguir haciendo cosas, y lo que quiero es lo que sé hacer mejor: seguir entreteniendo a las familias”, finaliza.