
Cuando el presentador de Tu cara me suena, Édgar Murillo, anunció al comediante Rigoberto Alfaro como el ganador de la décima gala de Tu cara me suena, el público presente en el Estudio Marco Picado de canal 7 explotó de euforia.
La mayoría de quienes presenciaron en vivo el show de imitaciones, comedia y canto se levantó de sus sillas, algunos alzaron distintivos en honor a Alfaro, otros aplaudían y un poco más gritaban.
Pocas veces el público en estudio de Tu cara me suena reacciona de tal forma ante el triunfo de un participante; pero este domingo lo hicieron.
Celebraban que Alfaro finalmente había logrado dejarse la noche del programa de Teletica Formatos, luego de intentarlo en varias ocasiones, pero sin éxito; festejaban también los tres millones de colones que recibiría el humorista para posteriormente entregarlo a la Fundación Grítalo (que atiende necesidades de algunas personas de la calle), y además ovacionaban a uno de los participantes que más cercanía ha mostrado con el público de ese programa.

Este domingo, Rigoberto Alfaro salió al escenario como el único participante (de un total de nueve) que no había logrado ganar una noche del mediático programa; sin embargo, al finalizar el show, la historia cambió para él.
La presentación de Alfaro tuvo gran expectativa, pues este domingo le correspondó imitar a la controversial modelo y cantante nacional, Melissa Mora, en el tema A mover el bam bam.
Con un ajustado y pequeñito short azul, una blusa negra transparente y un sostén con detalles plateados en sus copas, el humorista se presentó ante el público, provocando una descontrolada reacción que mezcló las risas con los gritos.
Excesivo maquillaje, una prominente peluca negra azabache y unos simpáticos botines, remataron la transformación del creador de personajes como Gallina y Doña Caroline.

“Cuando hice lo del pulsador, la semana pasada, y me dí cuenta que me tocaba interpretar a Melissa Mora me impresioné un poco por todo lo que significa ella en el medio nacional. Pero Melissa Mora es una persona que merece todo mi respeto. Es una artista que intenté interpretar como hice a Yuri y a Gloria Trevi (los otros cambios de género con los que se ha presentado). Ellas, como Melissa Mora, son para mi personas que han intentado salir adelante y eso es digno de mi respeto. A Melissa Mora la imité con gran seriedad y responsabilidad”, comentó Gallina.
El comediante destacó que el mayor reto de llevar al escenario a Mora fue tratar de igualar sus características físicas, principalmente las voluminosas delantera y trasera de la recién casada.
“Una de las cosas más retadoras siempre que a uno le toca interpretar mujeres es la cuestión de los tacones, el pelo, las uñas. Eso es muy retador y también todos sabemos que Melissa Mora es una muchacha muy bonita y tratar de llegarle a su belleza fue casi imposible pero el trabajo de la producción fue muy bueno. Mi imitación de Melissa Mora llevó mucho trabajo por lo que es pelo, uñas… Me tuvieron que poner retaguardia y delantera”, dijo Gallina con humor.

Rigoberto Alfaro afirmó que tuvo mucha fe de que con esa presentación lograría su primer triunfo en el programa.
“La fe es lo último que se pierde, pero toda la semana trabajé por ofrecerle al público un buen show. Invitamos a Bantan que sale con ella en el video y él muy amablemente decidió colaborarnos”, comentó Alfaro, quien obtuvo 12 puntos (el máximo otorgado) por el juez Alex Costa, y ocho unidades de cada uno de los otros dos jurados (Eugenia Fuscaldo y Duvalier Quirós).
El verdadero triunfo de Gallina se orquestó entre sus compañeros, la mayoría de los cuales le dieron al comediante los tres o dos puntos que semanalmente pueden otorgarse entre ellos.

Según Gallina, el hecho de que él llegara a estas instancias del programa sin un solo triunfo responde a que él es humorista y no cantante y a que, precisamente, en competencia hay muy buenos artistas de la música.
“La mayoría de comediantes desafinamos tocando el timbre. Hay compañeros muy talentosos cuya vida es andar cantando; la mía es contar chistes. Las únicas canciones que me he aprendido en mi vida son las que he tenido que presentar en Tu cara me suena”, terminó el artista.
Cuando Gallina conoció su triunfo y recibió el premio, sus ojos se llenaron de lágrimas, quizá porque ahora beneficiaría a la fundación por la que estaba ahí o, quizá, porque el cariño que le tiene el público se había exhibido frente a él, sin tapujos.