A Gallo Tapado es la extraña oferta que Teletica Formatos basó de un referente estadounidense llamado Whose Line is It Anyways? (Whose Line?) para ponerlo en la parrilla tica de los viernes. El programa trata de estructurar de manera amena algunos ejercicios de improvisación, llamados “juegos” que María Torres y Marcia Saborío ejecutan con actores invitados. En esencia, el programa intenta ser igual a la referencia.
La reacción de la audiencia fue interesante pues en general hubo críticas muy negativas al espacio (sobre todo en redes sociales), hubo reclamos que tienen que ver con el formato, el ritmo y muy pocos con las humoristas. Con solo una semana al aire, y en una movida inesperada, se plantearon cambios desde la producción para paliar la opinión pública. Eso tiene su manera de leerse, pero es positivo que la audiencia sea escuchada cuando generalmente no lo es.
Sin embargo, lo interesante es entender la propuesta original y las razones por las que pudo no ser del gusto de la audiencia.
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Legado
Marcia y María son un remanente de la comedia tica de antaño. No por eso dejan de estar vigentes. Su humor es ingenioso y estudiado, se basan en arquetipos sociales, se adaptan bien a ellos. Ellas son humoristas de verdad, solo que su humor no necesariamente cuaja en todas las audiencias ni en todos los formatos.
Por ejemplo, en el primer programa vimos a Thalía y a Lucerito. Estos personajes -cuyo ingenio no vence- vienen con nombres heredados de los 80s. Esto nos habla desde la óptica que se plantearon y que es posible que no se adapten al statu quo actual, por ende tampoco a todas las audiencias. Una revisión en este sentido, no caería mal.
Apostando por lo nuevo
La intención de hacer algo diferente llevó a la producción a probar la nueva opción. Sin embargo, no responde a algún género televisivo previo de la Sabana, por lo que su producción es difícil y su consumo también. ¿Qué salió mal?
Por encima de todo, no me digan que no hay guion. Lo que no hay es conocimiento teórico sobre lo que un guion es en realidad. Una estructura de puntos, una mera escaleta, una división por secciones, eso es un guion. Posiblemente no literario, sino estructural. El guion literario, que conlleva lo que cada persona dice en un momento particular puede estar ausente. Entonces sin duda existe, saben que ejercicios se harán en cada momento, por lo que preocupa la ligereza con la que se dice que "no hay guion".
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Inspiración
Whose line? tiene diferencias abrumantes con A gallo tapado. Hay tres aspectos que pueden explicar por qué el programa no gustó en general:
Uno: Los actores y el calibre humorístico tienen diferencias sustanciales. No se trata de negar el talento de los actores ticos, sino de reconocer que los actores de la versión de EEUU tienen un rodaje bárbaro más allá del teatro, que les habilita un manejo histriónico superior y suficiente para la demanda de conectar con la audiencia en cada improvisación.
Dos: El sentido de humor. Este sentido del humor está probado en el mundo entero mediante la exportación del producto cultural de Estados Unidos. El sentido del humor que nos presenta A gallo tapado, es un humor más local, por tanto, no es fácil adaptarse a la propuesta.
Tres: La audiencia. Llevamos algo de carga en la fórmula, pero no somos culpables de la debacle. Simplemente el formato es difícil de colocar en el país.
Basta ver el primer ejercicio para comprender que no estamos ante una promesa fácil de reconocer: no hay información, ni concursos, ni premios…solo un sketch. ¿Qué hay? Ejercicios teatrales, que deben ser suficiente para sostener el programa y ese es el problema. La improvisación es un ejercicio de preparación, no puede argumentarse como un acto entregable y consumible. Es solamente un paso previo a la consecución de un producto terminado.
En la contraparte estadounidense, los actores consiguen entregar mediante el ritmo, grandes y pequeños cierres que mantienen el interés; en el mismo tiempo que A gallo tapado muestra tres improvisaciones, Whose Line? muestra diez improvisaciones, demoledoras y muy bien adaptadas a la narrativa audiovisual.
Del archivo:
No traigan ejercicios teatrales a la televisión sin establecer antes la mejor manera de traducir esa experiencia al audiovisual para el público en la casa, pues la respuesta puede ser negativa.
Posiblemente les irá mejor replanteando ese guión estructural, agregando el componente literal con algunos sketches y dejando los ejercicios actorales como una sección que no doblegue la voluntad de la audiencia. Al fin y al cabo, si están en un proceso de experimentación, es mejor cambiar el producto durante la curva de su vida, que perder el producto en temprana salida, pero es aún mejor investigar un poco lo que se desea copiar para poder adaptarlo mejor.
Si usted no vio el programa, lo puede ver en línea en la página de Teletica, sería interesante que compare la puesta en escena inicial y saque conclusiones luego de ver el cambio.