El actor colombiano, Daniel Arenas dejó una carrera exitosa en Colombia para aventurarse en la televisión mexicana.
Gracias a su espíritu luchador y su talento, este joven de 34 años protagoniza una de las novelas más exitosas de Televisa, y ya trabaja en su segunda producción, al lado de Maite Perroni.
Actualmente, comparte créditos con la actriz Ana Brenda Contreras en la novela Corazón indomable, que transmite canal 6 de lunes a viernes, a la 1:30 p. m.
El actor es muy recordado en Costa Rica por su papel de “muchacho mimado” en la producción colombiana Los reyes . En esa ocasión, encarnó a Santiago Iriarte y esta interpretación le valió una nominación para el prestigioso premio India Catalina en su país natal.
Arenas habló con Viva desde su casa en México. A continuación, les presentamos un extracto de esa entrevista.
Dejó Colombia para seguir su sueño en México. ¿Qué tan difícil fue ese cambio?
Fue muy importante en mi carrera y mi vida personal el asumir un reto de esos que te trae ganancias no solo en el trabajo y la profesión, sino en la vida como ser humano. Fue un proceso muy bonito, vine con muchas ilusiones.
En Costa Rica fue un éxito su papel de Santiago Iriarte. ¿Qué recuerdos guarda del personaje?
(Risas) ¡Uy! Fue un personaje y un proyecto único en la vida, irrepetible; era el primer trabajo grande que hacía en mi carrera y tuve la satisfacción de trabajar con el mejor director de Colombia: Mario Rivero ( Betty la fea ). El personaje me trajo muchas satisfacciones y fui nominado a los India Catalina; lo disfruté muchísimo. Hacer comedia no es fácil, más cuando es tirando a la farsa; siempre lo llevo en mi corazón porque sé que ha cautivado corazones.
¿Cómo lograron usted y Ana Brenda Contreras tanta conexión en las escenas románticas de Corazón indomable ?
En las escenas de romance y pasión tiene que ver mucho con cómo eres como ser humano. Tiene que ver cómo asumes el romance, el amor y la pasión. Nosotros, como actores, ponemos algo de cada uno, depende mucho del compañero de cómo te permita hacer las cosas: si te da la confianza, si hay la empatía y la química. Con Ana, nos entendimos muy bien; es una fortuna trabajar con personas sensibles que han vivido la vida y que tienen algo en su corazón.
¿Cuál es la receta para que Corazón indomable tenga tanto éxito?
El secreto es que la historia de amor sea exitosa; si una pareja protagónica no está conectada y no va por el mismo camino, el proyecto se puede ver deteriorado. En esta ocasión, con Ana sabíamos qué era lo que queríamos y lo proyectamos en nuestro trabajo.
La novela se ha transmitido en Estados Unidos, Eslovenia, República Dominicana, Rumania. ¿Cómo lo ha tomado este éxito?
Me quedo corto en palabras; siempre que empiezo un proyecto, pienso positivo en que va a ser el mejor. Corazón indomable se salió de cualquier magnitud de sueño que todos hayamos tenido y hay que saberlo valorar porque no siempre la gente se cautiva con personajes y novelas. Es un trabajo de equipo; todo sumó: el talento y las ganas; nos sentimos agradecidos.
Después de Corazón indomable ahora viene un nuevo proyecto con Maite Perroni...
Estoy feliz. Es un sueño que se hace realidad; la admiro hace mucho tiempo. Más allá de lo físico, tiene un talento desbordante. La novela se llama La gata , es una versión de María la del barrio ; para nadie es un secreto que las Marías son un ícono y al tener el honor de hacerlas me siento privilegiado.
Hablando de la familia, ¿extraña estar en casa?
En México, tuve personas que me fueron acompañando; encontré amigos que me abrieron las puertas de su casa y, poco a poco, me fui independizando.
”Hoy, tengo mi propia casa, vivo solo, pero mis hermanos y papás me visitan mucho; eso es una recarga absoluta del alma y el corazón. Cuando estoy libre, voy o traigo a mi gente y estoy con ellos”.
Su papá es doctor, ¿no se le hizo problema en su casa por no seguir sus pasos?
Mi hermano mayor Juan fue el que siguió sus pasos, pero a mí nunca me llamó la atención. No era lo mío y no me arrepiento porque como que no sirvo para eso, yo soy más gitano, más inquieto.
Es el menor de seis hijos...
(Risas) Soy el menor; fui el “apagón del 79”. Tenemos ocho años de diferencia con mi hermano Javier. Después de molestar mucho con el tema, pregunté si había sido planeado y ellos me dicen que sí: me dicen que soy un gran regalo.
¿Daniel tiene un corazón indomable?
Ahorita estoy solito. ¡No manches, está cañón ese cuento! No sé por qué... si tuviera explicación te la daría, pero creo que después de tener relaciones largas, bonitas y valiosas, entendí que uno no debe estar por estar. Pues ya llegará, como dice mi mamá.