El chef Daniel Vargas se convirtió la noche de este domingo en el ganador de la tercer temporada de Dancing with the Stars, él y su pareja Lucía Jiménez recibieron el apoyo de un público que mediante redes sociales manifestó su apoyo desde las primeras galas del programa.
Vargas se convirtió en toda una revelación cuando apareció en la pantalla chica, desde el inicio recibió buenos comentarios por parte del jurado integrado por David Martínez, Flor Urbina y Alex Costa.
Daniel de 28 años lideró la tabla de la mayoría de las galas, sin embargo, en la penúltima velada pasó a segundo puesto pues quien hoy es segundo lugar de la competencia de ballroom, Bismark Méndez ocupó el lugar de privilegio por su desempeño.
El ganador destaca que a pesar de tener una lesión en su muñeca, él y su compañera Lucía nunca bajaron la guardia.
“Estoy demasiado feliz, trabajamos muy duro. Tengo un sentimiento de orgullo, nunca bajamos la cabeza, lo disfrutamos”, dijo quien fue el primero en recibir calificaciones perfectas.
El tercer lugar de la competencia fue para JaléBerahimi.
Luminosa noche. Un ambiente de solidaridad, agradecimiento, alegría y sobre todo calma se sentía en los camerinos en los que se preparaban Jalé Berahimi, Daniel Vargas y Bismark Méndez, minutos antes de su presentación final.
Vestidos de gala los tres finalistas de la tercer temporada de Dancing with the stars , aguardaban a fin de acercarse a lo que para ellos significaba una fiesta en la que, sin importar quien quedara en primer lugar, se premiaría el trabajo que durante cuatro meses realizaron.
Para el chef Vargas lo que decidieran los jueces y el público sería secundario: solo quedaba disfrutar de una noche que prometía un sinfín de emociones.
“Si llego a ganar sería un plus , en Dancing with the stars ya conseguí lo que quería: notoriedad”, contó.
Con una sonrisa relajada y mirada brillante, el presentador de De Boca en Boca , Bismark Méndez reconoció que solamente quedaba disfrutar de una noche en la que ya se sentía triunfador junto a sus dos compañeros.
La extrovertida, Jalé quien estaba ataviada con un largo vestido negro que resaltaba su esbeltez mencionó que ella “se sentía ganadora”, porque sabía que con ese sentir podía atraer las vibras positivas para la gran velada.
Nada era seguro y parecía no ser trascendental, todo dependía de su último esfuerzo y del apoyo de un público al que a lo largo de esta temporada fidelizaron. La gala 12 había llegado y solamente querían disfrutar de los tres bailes que interpretarían.
Los reflectores se encendieron y la apertura a la última gala estuvo sobre los hombros de los exparticipantes del formato de ballroom : Gustavo Rojas, Alejandra Portillo, Gabriela Traña, Glenda peraza, Karina Ramos, y Daniel del Barco; el exjugador de fútbol Alvaro Mesén fue el gran ausente.
Las seis estrellas que fueron de manera efímera parte de la constelación de Dancing with the Stars lejos de bailar, invitaron al público en la casa a ver el programa en unidad y comiendo palomitas, como lo harían ellos.
Energía y brillo. Los nervios y ansiedad se quedaron atrás: Jalé, Daniel y Bismark solamente querían gozar de una noche que hicieron suya con las interpretaciones que cada uno realizó junto a sus parejas Michael Rubí, Lucía Jiménez y Yessenia Reyes. Los elogios del exigente jurado se acompañaban de los aplausos y gritos de apoyo del público que reconocía la labor plasmada en la pista de los sueños.
Minutos antes de la última parte del programa de baile en el que los concursantes realizarían su tercera presentación, se vivió un sublime momento: el grupo Los cuatro tenores interpretó la versión en español de la canción Hallelujah de Leonard Cohen. Previo a cantar el tema se realizó una reflexión y se expresó la solidaridad que en este momento todo el país tiene con los costarricenses que atraviesan duros momentos luego de las afectaciones causadas por el paso del Huracán Otto.
El emotivo instante provocó que los rostros de los asistentes del Marco Picado pasaran de la máxima euforia a la reflexión.
Minutos después serían testigos de las reveladoras y postreras coreografías que estremecieron al público y al complacido panel de jueces, que también sorprendió a la audiencia cuando Alex Costa se despejó de su camisa en vivo, su objetivo: “hacer juego” con los troncos descubiertos de Daniel y Bismark.
Terminadas las presentaciones de los finalistas llegó el momento de elegir al ganador de una tercera temporada que hizo experimentar a los participantes y al público un mosaico de emociones.