Desde días antes de debutar en la pista de Dancing with the Stars –el 11 de setiembre anterior– Daniel Vargas tenía trazados sus objetivos para la competencia: alcanzar popularidad, triunfar y mantenerse ligado a canal 7.
Más de tres meses después de haber marcado aquella ruta, al chef del programa Sabores solo le resta ser fichado por alguna producción de Teletica.
Vargas se convirtió el domingo en el ganador de la tercera temporada de la célebre competencia de baile , un triunfo que gestó desde la primera gala, en la que enloqueció al público con un sensual jive en el que puso en evidencia sus dotes de bailarín y de seductor.
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Aquella noche marcó un antes y un después en la vida de Daniel Vargas, pues su fresco rostro (solo aparecía una vez a la semana por canal 7 y por 30 minutos) comenzó a alcanzar popularidad entre distintos tipos de público.
“Después de la primera gala de Dancing with the Stars ( DWTS ) llegué y le dije a Lucía (Jiménez, su pareja de baile) que no sabía qué estaba pasando con mis redes sociales. Estaban desbocadas, y sí, una de las ideas con el programa era tener exposición, pero no me esperaba que todo sucediera tan rápido”, afirmó Vargas, de 29 años de edad.
Hoy, Daniel es una figura familiar de la televisión criolla, un hombre de 29 años de edad que se inició como futbolista del Deportivo Saprissa a los 8 años y que dejó las canchas 14 años después para perseguir, hasta España, su sueño de convertirse en chef.
El músico, deportista y cocinero –casado y padre de Camila de casi dos años– conversó con Viva sobre el legado que le dejó el concurso de ballroom y de sus intensiones de continuar en competencias de baile de la mano de su compañera en la pista, Lucía Jiménez.
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¿Qué le aportó DWTS a usted como persona?
Mucho. Primero yo no sabía que me gustaba bailar y me di cuenta por pura casualidad porque sino me hubieran invitado al programa no habría descubierto ese gusto. También me aportó mucha paciencia y me reencontró con la disciplina porque fueron cuatro meses de mucha intensidad y compromiso. Esta experiencia ha sido de las mejores que he tenido y no me arrepiento de haberla tomado.
¿Y profesionalmente?
La idea era que la gente conociera al chef Daniel, por dicha todo el formato y concepto del programa daba a conocer a los participantes como lo que somos. La exposición que obtuve creo que me va a abrir muchas puertas en el campo profesional.
¿Cuál fue su mayor desafío en el programa?
Las últimas semanas fue el cansancio que no solo me afectó a mí, sino a todos. Estábamos agotados, perdimos demasiado peso (bajó tres kilos y medio) y eso influyó mucho. El estrés me quitaba el hambre, ensayábamos de seis a nueve horas diarias y ya el cuerpo no daba.
Desde el día uno usted fue el claro favorito a ganar ¿cuánto lo presionó eso en la competencia?
Fue un compromiso grande porque los jueces y el público esperaban más de uno y Lucía (Jiménez) me exigía más, pese a todo le agradezco muchísimo a ella porque soy una persona de retos y me gustaba la exigencia. Nunca llegamos a una zona de confort.
¿Por qué cree que el público empatizó con usted?
Creo que por ser genuino y transparente. Así como me ve la gente en cámaras, así soy en persona. Me encanta andar con una sonrisa de oreja a oreja siempre. A la gente le resulta más fácil identificarse con una persona real que con una que crea un personaje. Ser yo mismo fue la clave.
¿Qué pasaba por su mente segundos antes de que se mencionara el nombre del ganador?
Cuando llegamos a la final le dije a Lucía que pasara lo que pasara había cumplido uno de mis objetivos que era el de la exposición, pero quedar de primero fue un plus. Todos queríamos ganar y en ese instante lo único que pedí fue que me tocara a mí (ganar) para que estos cuatro meses de sacrificio hubieran valido la pena.
Antes de DWTS ¿qué significaba el baile para usted?
Me encantaba pero no bailaba. Mi mamá es bailarina y todo el ambiente de baile siempre estuvo en la casa, pero en realidad no es que no signifique nada solo que no era parte de mi vida. Ahora le agarré muchísimo el gusto al baile.
¿Tiene planes de continuar bailando?
Lucía y yo tenemos planeado competir. Hablamos de participar en el World Salsa Summit que es a finales de enero en Miami (Florida, Estados Unidos). La vida se trata de conocer cosas nuevas y esa es una nueva oportunidad. Lo que quiero es vivir la experiencia y poder decir: ¡Estuve ahí. Bailé ahí!
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¿La salsa es el género que más le encantó de Dancing ?
El cha cha, la salsa… Los géneros latinos en general.
Ha sido muy transparente en que quiere seguir en la televisión ¿qué le gusta de ese mundo?
No tengo la menor idea, solo me gusta. El programa en el que quiero estar es en Buen día, por mi personalidad siento que encajo ahí y que puedo aportar mucho.
¿Ha tenido un ofrecimiento formal para unirse al espacio?
Aún el canal no me ha dicho nada, pero tengo fe que pronto lo hagan. Ojalá.
¿Qué planes tiene para no saturar su imagen?
Eso lo tengo claro. A lo que me tengo que apegar es hacia dónde voy y hacia dónde no en términos de mi personalidad y de lo que hago. No quiero quemar mi imagen ni crear una confusión de personalidad. Debo tener claro qué es lo que quiero transmitir y a partir de eso demarcar el camino.
Créditos: Fotografías: Diana Méndez. Locación: Estudio de Buen día. Vestuario: Tijo. Calzado: Reebok. Maquillaje y peinado: Teletica.