Gracias sus personajes en el cine y la televisión, el costarricense Daniel Zovatto se le plantó a zombis, fue asesinado por un ente, resuelve crímenes como un detective marcado por la Santa Muerte y, ahora, se transformó en un sacerdote español que afronta al demonio junto a un grande en el tema: el exorcista del Papa.
El actor, de 31 años, sigue labrándose una buena carrera en Hollywood y ahora se encuentra en las salas de cine del mundo –y las de Costa Rica– como parte de la película El exorcista del Papa.
El largometraje es protagonizado por el histrión australiano Russell Crowe, quien dejó atrás a gladiadores, genios matemáticos y personajes legendarios para dar vida en la pantalla grande a Gabriele Amorth, sacerdote italiano que entre 1986 y el 2016 fue el exorcista principal del Vaticano.
Como parte de una conferencia con otros periodistas de América Latina, conversamos con Zovatto sobre el filme, su gusto por el terror, el trabajo con Russell Crowe y su emoción por ser un referente para jóvenes en el país. Como siempre, el actor manifiesta su alegría de encontrarse con costarricenses y aún se le sale uno que otro mae en la conversación.
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¿Cómo se preparó para este papel? ¿Conocía algo del exorcismo antes de la película? ¿Encontró algo que le haya llamado mucho la atención cuando investigó el papel?
-Desde que me vino la oportunidad de hablar con Jules (Avery), el director, al día que estaba en Irlanda grabando la película, fueron como cinco semanas. En realidad, en comparación con otros proyectos en que he estado, es un proceso bastante rápido. Así que hice lo que más pude en las cinco semanas que tuve. No estaba muy familiarizado con la vida de Gabriele Amorth. No sabía mucho de él, así que lo primero que hice fue investigar lo más que pude sobre él, sobre su vida, sus libros.
”También pasé algún tiempo sacerdotes en Los Ángeles para entender un poco el día a día de sus vidas, su relación con Dios, sus formas de orar; para estar con ellos y preguntarles cosas para entrar un poco en esa energía que ellos tienen. Esa fue mi preparación y, obviamente, hablar con el director sobre el personaje, lo que queríamos hacer con él y su arco completo, desde el principio cuando lo conocemos hasta el final”.
El padre Esquibel tiene un desarrollo lindo y siempre muy arraigado a la fe. Él nunca deja de creer...
-Correcto. Es una persona muy deseosa de ayudar, en querer hacer lo que puede con lo poco que sabe. Siempre muy deseoso en ayudar al niño.
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Todo queda para que haya otra película de las aventuras de Esquibel y Gabriele Amorth exorcizando por el mundo. ¿Es posible? ¿Cómo te gustaría que siga el camino de Esquibel si existiera en una futura película?
-Para Russell Crowe esta es su primera película de terror. Es increíble verlo haciendo eso. ¿No? Una de las cosas que se conoce sobre Russell es que él no hace franquicias; no es una persona que le gusta hacer más de una película o un personaje. Este personaje, él lo hizo increíble; sé que la pasó muy bien y le encantó ser Gabriele Amorth.
”Apenas terminamos la película, él me dijo que quería hacer otra y quería seguir viviendo en la piel de Gabriele Amorth. Entonces, sé que él quiere, sé que yo quiero también. Obviamente, estas cosas están más arraigadas a cómo se recibe la película, a los números y todas esas cosas. Pero sí existe el interés y hay mil posibilidades de donde podría ir Esquibel. Obviamente el comienzo sería diferente, porque luego lo vimos crecer como vos habías mencionado. A mí como actor, entrar de nuevo en ese papel, me encantaría”.
Ha participado en bastantes películas de terror y de misterio desde el 2014, además es un género que parece que lo impactó desde que era niño. ¿Qué le ha fascinado de ese género como espectador y también qué le ha permitido como actor?
-Primero que nada, me encanta hablar con gente de Costa Rica, así que estoy muy feliz.
”Para responderte la pregunta, he tenido la suerte, la virtud, de haber trabajado en películas de terror que a la gente les gusta, que de alguna forma u otra han tenido algún tipo de impacto en festivales o en la taquilla. Les ha ido muy bien. Son directores que, diay mae, estoy muy orgulloso de haber trabajado con ellos. Con David Robert Mitchell, con Fede Álvarez... Son directores impresionantes y que van a seguir haciendo películas y quiero ser parte de ellas, quiero seguir trabajando para estas personas. Lo mismo ocurre con Julius Avery. Son directores que sí están haciendo una película de terror siempre están tomando riesgos y haciendo cosas que son distintas a otras cintas.
”Como Daniel, soy fan de las películas de terror, siempre he sido fan, y tener la suerte de haber sido parte de películas que están en este mundo, pues me gusta. Es como pensar en Dani chiquitillo y ver que está haciendo una película como esta, es algo que me llena mucho”.
Su carrera en Hollywood es cada vez más grande e importante. ¿Qué significa para usted ser un referente para los jóvenes actores con grandes sueños en Costa Rica? ¿Qué enseñanza le gustaría compartirles?
Eso es rajado, como decimos en Costa Rica. Cuando yo estaba creciendo, no tenía un referente. De hecho, hay una historia cuando con mi mamá (Sylvia Blanco, conocida presentadora en Costa Rica) estábamos viendo los Óscar y le pregunté cómo llegaba uno a estar ahí y que si había un tico que había ganado un Óscar; ella me dijo que no, que nunca un tico había ganado un Óscar. Yo le dije, de chiquillo, de seis años, que yo me iba a ganar un Óscar, y así empezó este sueño.
”Mi mamá obviamente estuvo ahí apoyándome toda mi vida e incluso en momentos de tener dudas... Porque uno viene de Costa Rica e ir a Estados Unidos a hacer películas como que no era algo viable. Gracias al apoyo de ella seguí con la idea de hacerlo.
”Para todos los jóvenes que están, que quieren y que sueñan, creo que eso es lo más importante: tener un sueño grande y verlo. Hay que ver el sueño, hay que creérsela de alguna forma u otra, y saber que lo que uno tiene adentro es único y especial. Y hay que luchar mucho; no es fácil. Te tenés que acostumbrar a que van a haber 10.000 veces más “no” que el “sí” que te puede dar alguien; estar preparado para ese momento porque uno nunca sabe cuando ese momento viene.
”Y nada más, maes, sueñen en grande, sueñen en grande. Todo es posible si trabajan muy fuerte, tienen perseverancia y mucha actitud en la vida”.
Quisiera preguntarle por la relación en escena, en cámara, con Russell Crowe, porque la película muestra esta relación entre el sacerdote experimentado y el padre Esquibel, que es mucho más joven. ¿Cómo fue construir esa relación con él?
La relación en frente de la cámara era igual a cuando no estábamos frente a la cámara. Él es un actor que ha tenido una trayectoria increíble, una persona que he admirado toda mi vida. He visto todas sus películas y siempre quise trabajar con él. Entonces, es un poco parecido a los personajes de nosotros: el (personaje) de él es una persona que ha hecho 100.000 exorcismos y este es otro día para él; yo estoy tratando de ver cómo le puedo ayudar y aprender de él. Tenía algún tipo de similitud entre la relación de nosotros de verdad y la de los personajes.
”Russell es una persona muy generosa, que tiene enseñanzas para dar. El respeto que le tenía yo antes es aún más ahora porque se ha convertido en un mentor para mí. Es una persona que, si tengo alguna duda, sé que lo puedo contactar y eso es difícil, más con una persona de ese calibre, que ha trabajado tantos años en Hollywood y lo ha hecho tan bien. Como decimos en Costa Rica, nos llevamos pura vida”.
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En una entrevista, Russell dijo que al ser su primera película en el género no era un lugar cómodo para él y que había muchos casos inusuales que sucedían durante el rodaje. ¿Pasaban cosas extrañas?
-Una de las cosas que sé que le pasó a él es que cuando estábamos grabando en Limerick, Irlanda, él se estaba quedando en una casa y estábamos cenando o algo; cuando regresó, había un pájaro muerto en la puerta de su casa. La gente que ha visto la película sabe que eso tiene sus minutitos ahí. Cuando él llegó con su pareja y ella dijo que era un poquito raro que ese pájaro estuviera allí; Russell dijo: ‘no, está diciendo hola, nada más y “cucu” (hace el sonido y ríe)’. El humor, esa parte de Gabriele que él se enfocó tanto en traer a su personaje, era evidente. Yo creo que en el día a día, cuando cosas medias raras le sucedían, él usaba ese sentido del humor.
¿Le sucedió algo a usted?
A mí no, por dicha; todo bien. Yo todas las mañanas rezaba; le decía Diosito, hoy vamos a hacer algo medio complicado, pero lo vamos a hacer para el bien y por el amor a Dios, que es algo que es también una una temática muy importante en la película. El amor entre el hijo, la madre y el amor a Dios.