Si Walt Disney viviera, sin duda que estaría feliz. El creador del imperio que lleva su apellido defendió desde siempre una visión de mundo positivista, colorida, conservadora y políticamente correcta, y justamente eso es lo que destila Disney+, la ambiciosa plataforma de streaming que debutó por todo lo alto este 17 de noviembre del 2020 en Latinoamérica.
Con apenas unas pocas horas de uso del servicio, es claro que los jefes de Disney no corrieron riesgos: Disney+ es un ambiente seguro, familiar, optimista y divertido, donde la comedia ligera tiene preponderancia por encima del drama. El reino mágico de Disney se transpira en cada clic.
A continuación les comparto mis primeras impresiones de Disney+, que curiosamente entró en funcionamiento para nuestra región un par de horas antes de lo previsto, pues desde cerca de las 10 p. m. del 16 de noviembre los usuarios que ya contaban de antemano con su membresía empezaron a compartir en redes sociales pantallazos de que la plataforma ya estaba en línea y funcionando.
- Disney+ aprendió de los errores y aciertos de aquellos que llegaron antes al mercado del streaming y eso se nota en que es sencilla de usar, intuitiva, y organizada. Los contenidos se recomienda al usuario por medio de colecciones temáticas que no tienen pierde, algo que ya han probado con éxito HBO Go y Apple TV+.
- La plataforma promociona cinco grandes sombrillas bajo las que agrupa su contenido -Disney, Pixar, Star Wars, Marvel y NatGeo- pero eso deja por fuera otras series y películas de su catálogo que no son parte de esas casas. Lo mejor es tomarse el tiempo y explorar con calma todo el menú de títulos, pues podría llevarse sorpresas e incluso encontrar una que otra joya (a mí me pasó con ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, por ejemplo).
- Colecciones incompletas: Si bien Disney ha dicho que en su plataforma está completa la colección de películas del Universo Cinematográfico Marvel, lo cierto es que en su catálogo hay tres de esos títulos ausentes, dado que son películas propiedad de otros estudios aunque sí producidas por Marvel e integradas en la narrativa del UCM: El increíble Hulk, Spider-Man: Regreso a casa, y Spider-Man: Lejos de casa.
Lo mismo sucede, aunque por otros motivos, con la colección de películas de Marvel de 20th Century Fox que Disney+ ofrece, pues ausentes están la aclamada Logan y las dos entregas de Deadpool, excluidas en vista de su naturaleza adulta, violenta e irreverente.
Y sin duda que el mayor fiasco es lo que Disney+ le hizo en Latinoamérica a Los Simpsons, uno de los principales activos sobre los que Disney tomó control tras la reciente compra de 20th Century Fox. La aclamada y gustada serie de la familia amarilla ya sobrepasa las 30 temporadas, pero en la nueva plataforma únicamente se hicieron disponibles las del 2017 y el 2018, lo cual viene a ser un alegrón de burro para los fanáticos.
- Las producciones originales y exclusivas de Disney+ aún no son suficientemente llamativas como para ser el fuerte de su propuesta. La mayoría de esos títulos no alcanzan para destacar significativamente, siendo la excepción, desde luego, la excelente serie The Mandalorian, que sí es absolutamente recomendable y que muchos usuarios ya habíamos empezado a ver desde su lanzamiento un año atrás en Estados Unidos, cuando los episodios inevitablemente circularon de mano en mano por vías no aprobadas por Disney.
Es de esperar que lo anterior cambie una vez que se introduzcan las venideras series originales ambientadas en el Universo Cinematográfico Marvel, previstas para el 2021. Habrá que esperar.
- A diferencia de servicios competidores como Netflix, Amazon Prime y HBO Go, donde es necesario supervisar el uso que dan de esas plataformas los menores de edad en vista de la presencia de abundante material para adultos, en Disney+ puede sentirse mucho más seguro de que sus hijos escolares no verán sin querer algo al estilo The Walking Dead, pues prácticamente toda su oferta es apta para toda la familia.
Esto nos lleva a confirmar que Disney+ está pensado principalmente para suscriptores que viven en familia, y en especial con niños y adolescentes en casa. Toda la videoteca que por años han emitido canales como Disney Channel, Disney Junior y Disney XD está dentro del nuevo servicio de streaming, por lo que hay contenido abundante para chiquillos de todas las edades. En su atractivo para los niños, Disney+ es tremendamente superior a HBO Go, Apple TV+ y Amazon Prime y se da taco a taco con Netflix, con la ventaja de que su competidor eventualmente perderá los derechos sobre las series y películas con el sello Disney que aún son parte de sus contenidos.
- Baúl de los recuerdos: Asumiendo que todos a estas alturas ya vimos Pantera Negra, Frozen y Zootopia, quizás valga más la pena explorar el limitado pero no falto de joyas archivo de comedias y películas familiares de Disney+. Así, es posible encontrar ahí títulos que en su momento fueron sensación de taquilla como Mi pobre angelito; Tres hombres y un bebé; Splash, Sopa de gemelas; Querida encogí a los niños, y Una noche por la ciudad. Lo mismo aplica para largometrajes de aventuras al estilo de The Rocketeer, Colmillo Blanco y Los Tres Mosqueteros (la versión con Charlie Sheen y Kiefer Sutherland).
Parecido sucede con las series animadas, donde muchos podrán echar a andar la nostalgia con producciones de Disney que décadas atrás se transmitieron en los canales de televisión nacionales en sus franjas infantiles, como El Pato Darwing, Patoaventuras, Gárgolas y Chip y Dale al rescate. Además, también están a su alcance aquí las clásicas series animadas de Fox basadas en los cómics de Marvel, como la de X-Men que tanto gustó en la década de los 90.
Otro gran valor agregado es la inclusión de la colección completa de animaciones de los estudios Disney, incluyendo los primeros cortometrajes en blanco y negro desarrollados por un joven Walt Disney. Este material incluso se dispone ordenado por décadas, que abarcan desde 1930 hasta la actualidad.
- ¿Y los adultos? Como señalamos antes, Disney+ es tan familiar como cualquier otro producto que lleve orejas de ratón en sus logos. Por esto, no espere ver ahí contenido para mayores de edad que implique violencia, lenguaje pasado de tono o abordajes de temáticas “difíciles”, pues no lo encontrará. En otras palabras, si su experiencia con streaming implica mucho Breaking Bad o Game of Thrones, entonces Disney+ difícilmente alcanzará sus expectativas.
Igualmente, tome en cuenta que por lo menos la cuarta parte del catálogo del nuevo servicio digital gira en torno a animales que hablan, cantan y bailan.
Lo irónico es que Disney sí tiene en sus activos producciones de corte adulto, ya sea por medio de su cadena ABC (Grey’s Anatomy y Lost, por ejemplo) o bien por las películas que adquirió al comprar 20th Century Fox y ni qué decir de las series originales de Fox y FX. Sin embargo, de eso no hay nada en Disney+ y es muy poco probable que llegue a cambiar, pues son contenidos que riñen con la imagen de la marca; esto nos lleva a pensar que es probable que en un futuro la empresa lance un servicio de streaming “hermano” donde sí se alojen contenidos más acordes a audiencias maduras, como ya lo hace en Estados Unidos, por medio de la platafora Hulu, también de su propiedad.
Conclusiones: Aun queda mucho por explorar y probar en Disney+, así que estas primeras impresiones bien podrían cambiar conforme pasen los días. Por lo pronto puedo decir que el servicio de streaming recién llegado cumple con sus promesas, se pasea con confianza por terreno seguro, y le deja a sus competidores que corran riesgos.
Disney es un gigante que se manda solo y no necesita de otros para nutrir su catálogo, por lo que no espere ver en su plataforma series coreanas, narconovelas mexicanas o culebrones turcos: en Disney+ la tónica es como vivir en Magic Kingdom todo el tiempo, lo cual puede ser tan divertido o aburrido como usted lo quiera. En mi caso, sé que contar con esta suscripción era imperativo: cuando hice el pago me convencí que era para agradar a mis hijas, pero a estas horas de la madrugada estoy haciendo maratón de El Pato Darwin, así que ustedes entenderán.
En Costa Rica, la suscripción regular a Disney+ tiene un costo de $ 5.99 al mes o bien $ 59.99 al año. Debe registrarse en el sitio www.disneyplus.com.
Con su cuenta, los clientes pueden acceder el contenido al mismo tiempo desde cuatro dispositivos, hacer descargas ilimitadas hasta en 10 dispositivos para verlos sin necesidad de conexión a Internet, y contar hasta con siete perfiles distintos de usuarios, con la posibilidad de generar usuarios específicos para niños, con material acorde a su edad.