Cuando alguien hace mofa sobre uno, solo hay dos caminos posibles: molestarse o tomar parte en el juego.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, no ha tenido el carisma necesario para sobrellevarlo y eligió el primer camino: explotó, como una olla de presión que llevaba demasiado tiempo sobre el fuego.
Respetable, pero poco astuto de su parte.
Tan solo en sus primeros días como presidente electo, el magnate ha levantado una nueva polémica a raíz de sus pataletas contra un programa de comedia como Saturday Night Live (SNL) y ha sembrado dudas sobre las reacciones que podría tener ante conflictos de verdadera relevancia para Estados Unidos.
Y mientras Trump gasta sus energías en desprestigiar al actor Alec Baldwin –quien lo parodia en SNL –, el programa de la cadena NBC afila sus sketches y no le otorga descanso alguno.
De hecho, como la semana pasada Baldwin tomó vacaciones, los productores de Saturday Night Live hicieron que el luchador de la WWE John Cena se vistiera como Trump para una parodia que, a grosso modo , lanzó dos mensajes: el primero, que su mano derecha en campaña, Kellyanne Conway, es quien se encarga de hacer todo el trabajo por él; el segundo, que Trump está demasiado enamorado de sí mismo.
Entonces, la pregunta es más que obvia: ¿por qué Trump continúa viendo el show que sábado a sábado lo convierte en su hazmerreír? Sin embargo, solo el presentador de Today , Matt Lauer, se atrevió a cuestionárselo, quizá con algún grado de alevosía, considerando que ese programa también se emite por NBC.
El miércoles de la semana pasada, Lauer aprovechó una entrevista telefónica con Trump, luego de que el magnate fuera nombrado por la revista Time como su persona del año.
“Podemos estar de acuerdo, presidente electo Trump, que sería mejor para usted simplemente dejar de ver SNL , en lugar de verlo y quejarse al respecto ” , dijo el presentador.
Su pregunta no era improvisada: NBC transmitió mientras Trump respondía.
“Fui anfitrión de SNL cuando era un buen programa pero ya no lo es”, replicó Trump, mientras Today emitía imágenes de la parodia de Baldwin y Kate McKinnon.
“Primero que todo, y no tiene nada que ver conmigo, no tiene nada de gracioso, los sketches son terribles. Me gusta Alec, pero su imitación es realmente mala, ... es muy tendenciosa y no me gusta”, añadió.
Y aun así, apuntó Lauer, continúa siendo seguidor del programa en el que también apareció como anfitrión invitado en el 2004.
“Con el tipo de programa que es ahora y el tipo de trabajo que están haciendo, ¿quién sabe cuánto tiempo más esté el programa en el aire? Es un programa terrible”, aseveró Trump.
Pero Saturday Night Live está en su cuadragésimo segunda temporada y disfruta de sus mejores índices de audiencia desde 1992, de acuerdo con la compañía Nielsen. La teleaudiencia subió un 33% respecto del 2015.
Desafiante. El sábado antepasado, Baldwin volvió a colocarse el tupé rubio, la corbata roja y el maquillaje con pigmentos naranja para un sketch en el programa Saturday Night Live sobre el uso frecuente de Twitter por parte del futuro mandatario.
Entonces, la ira de Trump salió a flote –una vez más– en Twitter, una red social en la que acumula más de 17 millones de seguidores.
“Acabo de intentar ver Saturday Night Live . ¡No se puede ver! Es totalmente parcial, nada divertido y las parodias de Baldwin no pueden ser peores. Triste”, tuiteó el magnate.
La retadora respuesta por parte del actor de 58 años no se hizo esperar. “Muestre su declaración de la renta y me detendré. Ja”, tuiteó Baldwin.
El sketch que generó este último enfrentamiento es una parodia en la que el imitador de Trump aparece en una reunión con Kellyanne Conway (interpretada por Kate McKinnon).
En el montaje, el presidente no puede prestar atención a una importante discusión del Consejo de Seguridad porque está muy entretenido retuiteando mensajes de sus seguidores.
Pero esta no es la primera ocasión en la que las sátiras de Balwin han encendido la ira del republicano.
Por ejemplo, en octubre, luego de un sketch que parodiara a la esposa del magnate, Melania Trump, el entonces candidato no pudo guardar silencio.
“ Saturday Night Live me saboteó. Es tiempo de que ese show aburrido y poco gracioso salga del aire. ¡Estas son unas elecciones manejadas por los medios!”, tuiteó.
“Dejando de lado que SNL la emprende contra todos los candidatos presidenciales (y así lo ha hecho por décadas), esa es una opinión muy diferente a la que él tenía menos de un año atrás, cuando fue invitado como anfitrión al programa”, criticó entonces el sitio Wired.
Sin embargo, la batalla se fue tornando cada vez más intensa, y Baldwin comenzó a replicar los mensajes del republicano.
El primer sketch tras las elecciones dio una vuelta al mundo, gracias a la importancia que le confirió Trump a través de Twitter, al reclamar desigualdad en el espacio que asignaban para él y para la candidata demócrata, Hillary Clinton.
“¿Igual tiempo?”, tuiteó Baldwin. “Las elecciones terminaron ya no hay más tiempos. Ahora trate de ser presidente y respóndale al pueblo”.
Adicionalmente, el actor le dejó saber al gobernante electo lo que haría en su lugar. Le dijo que se centraría en mejorar la vida de los estadounidenses o en mejorar la reputación del país en el extranjero, que incluye “luchar por la libertad de expresión y no solo por el petróleo”.
También le señaló que intentaría retener el talento estadounidense, a través de la creación de empleos, y que incluiría en sus discursos frases que animen a la gente, en vez de generar miedos y dudas.
“Podría continuar. Si necesitas algún consejo, llámame. Estaré en Saturday Night Live ”, concluyó Baldwin.
Esta personificación y las reacciones del mismísimo Trump han llevado al actor a recuperar su estrellato y, ¿por qué no?, a estar un paso más cerca del deseo que alguna vez externó de comenzar una carrera política.
Los dardos de Trump tampoco consiguieron afectar a NBC, una cadena a la que el futuro mandatario debe mucho de su perfil público, gracias al programa The Apprentice.
La atención sin precedentes no es más que buena para el programa, opina James Andrew Miller, coautor de Live From New York: The Complete, Uncensored History of Saturday Night Live .
“Le recuerda a los seguidores de Trump en Twitter que quizás no sintonizan SNL con regularidad que el programa sigue vigente y en el aire”, dijo. “Una reputación de rebelde tampoco puede lastimar a un programa que se ha transmitido en vivo por más años de los que tienen la mayoría de sus televidentes, muchos de los cuales consideran las críticas de Trump como una señal de aprobación”.