Eduardo Aguirre tiene 30 años y ha vivido dos rupturas matrimoniales, la última separación fue hace menos de tres meses, poco antes de que empezara Tu cara me suena (TCMS). Estas situaciones pertenecen al ámbito de su vida personal, sin embargo, muchas veces algunas personas las han usado para criticarlo.
Él no se considera “famoso” pero es consciente de que al ser una figura reconocida algunos quieren inmiscuirse en lo que le ocurre. En esta nota se buscó a Eduardo, la persona, y no tanto el sonriente baladista reconocido en todo Costa Rica por su experiencia en Latin American Idol y por su trabajo de años en el país.
Aguirre, participante de la quinta temporada de Tu cara me suena, dice que esta oportunidad de llegar a un público masivo no la ve como trampolín “para hacerse famoso” ni tampoco “para limpiar una imagen”. Estar en el programa de imitaciones de Teletica significa, para él, la posibilidad de ayudar.
De cerca
Eduardo es hermético sobre lo que a su vida personal se refiere, sin embargo, sí habla de lo que ha significado que sus decisiones privadas trasciendan y lo conviertan en blanco de críticas, situaciones que lo han herido.
“Todo es parte de la vida. Hay subidas y bajadas. Uno trata de aprender de los errores. Trata de crecer. A veces no es fácil. Pero siempre he tratado de poner a Dios como el capitán de mi vida. Es bonito cuando uno recibe cariño de la gente, pero a veces duele cuando te señalan y te juzgan. Es más la gente que me quiere que la que no. Pero sí ha pasado que por el hecho de que si termino una relación la gente juzga sin saber, o creen que uno es mala persona. A veces es un poco injusto, pero uno sabe que es parte de (...). Hay comentarios hirientes, pero bueno. Es parte de estar expuesto”, dice.
El participante de TCMS resalta que cuando ha experimentado sus separaciones trata de enfocarse en sus proyectos. “Las situaciones por las que paso no tienen que afectar al público. Eduardo como artista no tiene que llevar sus problemas al público. Yo busco transmitir esparcimiento y alegría. En mi caso las cosas personales trato de manejarlas de la mano de Dios. Siempre agradezco a las personas que van a verme, quienes pagan una entrada para escuchar mi música”, dice.
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Además de lo que ha vivido sentimentalmente, los últimos meses han sido complicados para Eduardo. Cuenta que hace cinco años fue diagnosticado con trastorno de ansiedad. Dice que un mes antes de iniciar el programa tuvo una crisis. Actualmente está recibiendo acompañamiento profesional, y además, destaca el apoyo tan esencial de sus compañeros de programa, así como de la producción y sus seres queridos.
“Me he sentido mal. Hace un tiempo me diagnosticaron que soy ansioso. Con esto del coronavirus se me ha activado. Entiendo a quienes pasan por esto. Tengo apoyo de muchos amigos y de mis compañeros. En especial los chicos de Chillax, ellos me van a ayudar para aprender a meditar”, dice.
Tras ofrecer estas declaraciones, Eduardo dice que no quiere que le vean “como el pobrecito”. Él comenta que la ansiedad es un trastorno que se debe enfrentar y sobre todo, buscar ayuda profesional.
“Hay veces que he estado a punto de un ataque de ansiedad y tengo que pelar el diente. Lo más importante es decidir que se debe buscar ayuda.
“Este ha sido un proceso de encontrarme conmigo mismo. En algún momento dejé de cuidarme y de quererme. A veces uno trata de dar la milla extra siempre. Soy una persona que en mi trabajo (como cantante) me mando sin paracaídas. Rara vez hablo de este tipo de cosas. Al final la gente consume al artista. A Eduardo el que canta. Cuando uno va a un show la gente no piensa si uno ha almorzado o cómo se ha sentido. Tal vez dos horas antes he estado en el baño llorando”, reconoce.
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La experiencia en Tu cara me suena
Eduardo Aguirre disfruta su paso por el programa de Teletica. Agradece poder vivir esta experiencia, en la que ha topado con un grupo unido y con el apoyo de sus seres queridos, principalmente de sus dos hijos: Sebastián (6) e Isabella (5).
“Esta gran plataforma me permite estar cerca de la gente. Antes uno viajaba a dar conciertos. Ahorita estamos separados por la pandemia. Esta es una forma de entrar a hogares de la gente. El público es lo más importante para un artista”, añade.
A lo largo de la competencia, Eduardo ha obtenido buenos comentarios de los jurados, no obstante, aun no ha alcanzado el triunfo.
En la quinta gala, el cantante interpreta La Incondicional, de Luis Miguel, artista que conoce muy bien, pues desde hace años canta su música, sin embargo, horas antes del programa comentó que esta imitación significa un reto, pues le correspoderá meterse en la piel del artista.
“Es un reto muy fuerte porque he cantado mucho tiempo canciones de él. La gente seguro dice que le va a salir fácil. Pero yo nunca lo he imitado. Meterme en esa piel son otros 100 pesos”, explicó.
De ganar, Eduardo quiere beneficiar a un hogar de adultos mayores en su natal Esparza, en Puntarenas.
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