En enero, el periodista Randall Salazar dijo que sí a una tarea titánica que le encomendó Teletica: replantear el formato del matutino de canal 7, Buen día.
La reformulación del producto perseguía el objetivo de adaptarlo a los nuevos requerimientos de una audiencia que, con el paso de los meses, daba el perillazo y optaba por la competencia.
Durante enero, Salazar estudió con detenimiento el espacio de su propia casa. Hizo una radiografía de sus secciones, del equipo humano, de los temas que presentaban y de la forma en que llegaban al público.
Los resultados no sorprendieron. “La audiencia (de Buen día ) había venido bajando en los últimos años y mucho más aceleradamente en los últimos meses, pero me encontré un equipo humano maravilloso”, afirmó.
La falta de televidentes obligó a canal 7 a sacar Buen día del aire de forma temporal el 29 de enero, para replantearlo en un plazo no mayor a un mes. Y lo logró.
Tres semanas después de aquel viernes, este 22 de febrero el sol volverá a salir para Buen día . El matutino regresa a las 8 a. m. con nuevos presentadores, set e imágenes gráficas.
Randall Salazar, habló con Viva sobre la reingeniería.
¿Qué significó este ajuste de Buen día en su vida profesional?
Vino a marcar casi que un renacimiento en mi vida profesional. Tengo 13 años en el canal, de los cuales 10 estuve en la edición matutina de Telenoticias y ya me sentía un poco amarrado y un poco en mi zona de confort . Desde hacía tiempo comencé a sentir la necesidad de hacer algo diferente, de exigirme de otro forma.
¿Ese cambio era hacia un producto con el perfil de Buen día ?
No necesariamente. No lo visualizaba ni con nombre ni con apellido. Cuando pensaba que quería un cambio no pensaba que quería cambiarme a Buen día necesariamente, aunque es un programa al que le tengo un cariño especial (a canal 7 entró como periodista de Buen día ), mucho respeto y agradecimiento, pero las cosas se dan y creo que Dios te pone las opciones en el momento en que las ocupás. Cuando don Ignacio (Santos) me habló sobre la posibilidad de asumir el proyecto, repasé los pros y los contras, y por supuesto que pesó el cariño que le tengo al proyecto.
¿Cómo han sido estas semanas desde que aceptó asumir Buen día ?
El trabajo fue muy intenso porque significó agarrar un grupo que ya estaba conformado, meterle otros elementos y sumar a ese grupo a otras personas que venían de otros programas del canal y eso, ciertamente, es desgastante, porque además hay que pensar en quiénes se adecuan a ese ideal que tenés en la mente.
Honestamente, ¿en qué estado encontró Buen día ?
No tengo los números ahorita pero la audiencia (de Buen día ) había venido bajando en los últimos años y mucho más aceleradamente en los últimos meses, pero me encontré un equipo humano maravilloso y esa fue una de las razones que también me motivaron a decir sí. Creo en la gente que está en Buen día , en sus periodistas, camarógrafos... Cada uno hizo un trabajo importante y le puso alma, vida y corazón al proyecto. No reparo en pensar en lo que fue el ciclo anterior de Buen día porque respeto a quienes estuvieron aquí, es gente a la que incluso le tengo mucho cariño y respeto profesional. Pasé la página y hay que escribir una nueva historia en la vida de Buen día y me siento súper orgulloso de dirigir un grupo que ya está escribiendo esa historia. Posiblemente en el camino tengamos que hacer muchos borrones y tachones, pero de eso se trata.
¿Cuál es su visión de una revista matutina?
Tiene que ser un producto divertido y entretenido que le ayude a la gente a resolver los problemas cotidianos.
¿El nuevo Buen día cumple con esa visión?
Este Buen día tiene mucho de mí y espero que tenga más de mí y de los demás integrantes del equipo. Creo fielmente en el trabajo en equipo y creo que el producto que la gente va a ver en pantalla va a ser la suma de muchas inquietudes y de sudor de muchas personas. En el programa, ciertamente, en muchas ocasiones tocaremos temas duros o emocionalmente impactantes, pero también quiero que al final a la gente le quede un buen sabor, que gocemos y que disfrutemos del proceso. Pretendo que el programa no solo le aporte a la gente conocimiento y herramientas para mejorar su calidad de vida, sino que le ayude a pasar un rato entretenido.
Con el paso de los días las críticas de la gente se han acentuado ¿cuáles son las expectativas a partir de esos comentarios?
Las opiniones las valoro y las respeto. Creo que es sanísimo detenerse a pensar si la crítica tiene fundamentos y si la crítica te puede servir de algo para mejorar. Uno debe tener la humildad de poder reconocer sus errores y de reconocer en la crítica un llamado de atención a mejorar esos errores. Estoy seguro que la gente que seleccionamos tiene mucho para ofrecerle al televidente y le vamos a dar a Costa Rica el Buen día que la gente merece, no por mí ni porque exista un elemento único en el programa, sino por el conjunto de fuerzas, de pasiones y de aportes que todos los que estamos ahí vamos a hacer.
En estas semanas, ¿ha visto la competencia?
Sí claro.
Ellos dicen que se están preparando de cara a lo que ustedes ofrezcan...
Es lo lógico y es lo que entiendo que hay que hacer. A la competencia la respetamos mucho y hay que seguirla pero nosotros hacemos nuestro trabajo. No copiamos a nadie ni seguimos los lineamientos de nadie, confiamos en nuestro criterio para poder plantear las cosas, pero sí, la competencia está ahí y hay que respetarla.
La competencia tuvo que ver mucho en lo que le pasó a Buen día ...
Sí claro, total, y Buen día tiene ahora mucho que ver en lo que la competencia vaya a ser, porque si nosotros reaccionamos ellos también tienen que reaccionar.
¿Encantará Buen día a la gente con su nueva receta?
Estoy confiado en que mi receta está bien pensada, con las medidas correctas y que va a satisfacer a los comensales.