Una episodio muy largo antes de una espera aún mayor: la sétima temporada de Game of Thrones (de solo siete episodios, contra los diez de ciclos previos) concluyó con un episodio que reservó los momentos más explosivos para sus últimos 15 minutos.
Previo a eso, la trama se sostuvo a punta de largas conversaciones entre muchos de los personajes más importantes de la serie, y dio varios giros sobre sí misma antes de avanzar.
En su sétima temporada, la serie ha recibido críticas más severas que en años previos, sobre todo en cuanto a la construcción y desarrollo de sus personajes y de la narrativa; lo cierto es que Game of Thrones nunca se había sentido tan apurado como en estos siete episodios.
En cualquier caso, la mesa está servida para que la octava y última temporada, que se estrenará a mitad del 2018 y solo contará con seis episodios, se enfocará en tres grandes fuertes: la relación entre Jon Snow y Daenerys Targaryen; los planes traicioneros de Cersei Lannister; y la batalla contra los White Walkers, quienes lograron derrumbar una parte del Muro gracias a Viserion, el dragón que desde el final del capítulo pasado engrosa el ejército de los muertos.
Revelación
Una de las revelaciones más importantes del episodio, titulado The dragon and the wolf (El dragón y el lobo) fue la confirmación de que Jon Snow es en realidad parte de la familia Targaryen y que, además, tiene un mejor reclamo del Trono de Hierro que la propia Daenerys.
Un artículo publicado por Entertainment Weekly reveló que, durante la producción de esta temporada, le preguntaron a varios de los actores principales de la serie sobre la posibilidad de que la teoría fuera real, más aún si Jon y Dany se convertían en pareja.
Emilia Clarke, quien interpreta a Dany, dijo: "He trabajado muy duro, no quiero compartir el trono". Kit Harrington, su contraparte, dijo que fue difícil filmar escenas de alta tensión sexual luego de conocer a Clarke durante siete años y verla como una hermana.
Crítica
La crítica se mantuvo dividida. Aunque algunos de los medios hablan de una mejora con respecto al resto de la temporada, otros no dejan de señalar su preocupación por el futuro, de seguir el ritmo acelerado del relato.
Daniel D'Addario, crítico de televisión de la revista Time dijo que el episodio había sido "sorprendentemente efectivo". Agregó que con la caída del Muro "augura el final del escrupuloso orden que había reinado durante tanto tiempo en la serie".
Andrew Prokop, de Vox, escribió: "Game of Thrones concluyó su abreviada temporada siete con un episodio extralargo que incluyó mucho diálogo; pareció que la mitad del elenco tuvo una larga serie de negociaciones".
Por su parte, Joanna Robinson, de Vanity Fair, señaló que el relato de la serie se ha debilitado desde que superó en el arco narrativo lo contado en los libros originales: "Muchos de los temas planeados por George R. R. Martin (autor de las novelas originales en las que se basa la serie) han sido abandonados en televisión de una forma u otra".