Blake Carrington, un poderoso magnate, decide darse otra oportunidad en el amor tras su divorcio. Sin embargo, no todos en su acaudalada familia ven con buenos ojos a su joven amada.
Si esta dramática historia le suena conocida es porque, en primer lugar, usted tiene por lo menos 30 años –quizás 40– y en segundo, porque se trata de una nueva versión de Dinastía , el popular programa que dejó huella, como una cachetada, en la televisión de la década de los 80.
Como parte de la ola nostálgica que invade la pantalla chica, la cadena estadounidense CW lanzó una versión modernizada de esta “telenovela gringa”. Su lanzamiento fue el 12 de octubre; estará disponible próximamente en Costa Rica.
Con el regreso de Dinastía , también vuelven las bofetadas, intrigas y traiciones, todo en el nombre del amor (al dinero).
Lo que sí parece que no va a volver es la moda ochentera de sus protagonistas femeninas con aquellas hombreras, copetes y otros excesos que muchos solo desean olvidar.
Mucho drama. La nueva versión, al igual que en los 80, inicia cuando Fallon Carrington, la mimada hija de Blake, descubre a su padre en un lío amoroso con una de sus empleadas. ¡Escándalo!
En la serie original, la novia de Blake era su abnegada secretaria, Krystle (interpretada por Linda Evans). Pero eso es muy 80 y estamos en 2017, así que ahora su enamorada es Cristal Flores, una atractiva y ambiciosa ejecutiva. Y sí, además es latina, #escándalo .
La rivalidad hace su entrada triunfal y, de inmediato, Fallon le declara la guerra a Cristal, quien, además, se dejó el puesto que ella creía merecer en la compañía energética de su padre.
Como es de esperarse, las dos pronto se enfrascarán en una serie de peleas en la que no pueden faltar las bofetadas, vestidos rasgados y cabelleras despeinadas. El legado continúa.
Sin embargo, la marca a superar es bastante alta ya que los pleitos entre Krystle y Alexis, la primera esposa de Blake, son, sin duda, algunos de los momentos más memorables de la televisión de los años 80.
Cómo olvidar cuando Linda Evans se lanza con furia sobre Joan Collins y las dos terminan apuñadas en una fuente de la masión de los Carrington, sin importar que sus lujosas prendas –sombrero de ala ancha incluido– quedaran arruinadas.
Igual rodaron gradas abajo en la mansión o quedaron mugrosas y cubiertas en lodo –nuevamente en sus trajes de diseñador– al pelear en una colina.
Si los puñetazos eran fuertes, las palabras no se quedaban atrás y ambas sabían muy bien cómo herir a la otra justo donde más le dolía: en el orgullo.
Todo este drama de una hora a la semana servía de tonto consuelo de ver como hasta en las “mejores” familias existen los trapos sucios y el dolor. Los ricos también lloran.
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Por años se rumoró que la rivalidad entre ambas se extendía fuera de la pantalla. Durante una entrevista con Larry King, en el 2006, al ser cuestionadas al respecto solo hubo evasivas.
“Personalmente me emocionaba que dos mujeres mayores de 40 tuvieran un programa de televisión, era algo llamativo. Tener ese tipo de oportunidad era simplemente un milagro. Fue maravilloso para nosotras”, respondió Evans.
“Así fue”, se limitó a agregar Collins. Sin embargo, un año después durante la gira conjunto de la producción Legends! lanzó críticas a Evans e incluso afirmó que nunca volvería a trabajar con ella. Sin embargo, muchos lo vieron como un truco publicitario para su show .
Real o no esta rivalidad, lo cierto es que Dinastía marcó una generación y sirvió para tocar algunos temas aún tabú para la época como uno de los primeros personajes gay en un programa estelar de la televisión, como fue el caso de Steven Carrington, hijo de Blake.
También es imborrable el episodio del ataque terrorista que interrumpió la boda de Amanda Carrington, en uno de los finales de temporada más infartantes de la televisión.
Igual pero distinta. Regresando a la nueva versión, este refrito de Dinastía cuenta con varios giros de la producción original. Por ejemplo, los Carrington ahora viven en Atlanta, Georgia y no en Denver, Colorado.
Por su parte, los Colby, la familia rival, es ahora afrodescendiente. El personaje de Sammy Jo –que interpretó Heather Locklear– también está de vuelta, solo que en esta ocasión, en vez de ser una rubia cazafortunas es un joven gay que se involucra con, ni más ni menos, que Steven Carrington, el hijo de Blake. Solo pasa en las telenovelas.
El papel protagónico recae en el actor Grant Show, quien es conocido por sus roles en series como Melrose Place , Models Inc. y Beverly Hills 90210 .
A él lo acompañan Nathalie Kelly, una actriz peruano-australiana como Cristal Flores y Elizabeth Gillies como Fallon Carrington.
La gran duda. La interrogante en la cabeza de todos los fans de la serie es quien retomará el icónico papel de la malévola y calculadora Alexis Carrington, que interpretó Joan Collins en la versión original de Dinastía y que era el personaje que todos amaban odiar.
Su rol fue fundamental en el éxito de la serie. Durante la primera temporada de Dinastía , las cifras de audiencia no eran las esperadas por ABC.
Los ejecutivos hicieron un intento desesperado por librar al show del fracaso. En el último episodio de la primera temporada introdujeron un nuevo personaje: la despiadada Alexis, la primera esposa de Blake. El riesgo valió la pena.
Con la incorporación de Alexis, Dinastía logró colarse entre los 10 programas más vistos y para 1985 ya era el número uno de la televisión de EE. UU.
La expectativa de ver quien llenará sus zapatos es enorme. ¡A ver quién se atreve!