Desde hace cuatro meses la rutina de Elías Alvarado es diferente. La pandemia llegó para darle una oportunidad que nunca se imaginó que iba a tener.
Él estudió periodismo en la Universidad Latina, sin embargo, no la pudo concluir.
Hasta principios de este año, sus días transcurrían como taxista, oficio al que se dedica desde hace dos años. Sin embargo, el 24 de marzo realizó una nota pregrabada para Telenoticias, pues desde hace varios años colabora con el noticiario, que acude a él cuando algo ocurre en Nueva York, Estados Unidos.
Él, como de costumbre, la hizo y entregó el material. Al día siguiente le pidieron otra nota pregrabada y, posteriormente, una más y así sus apariciones en televisión eran cada vez más frecuentes.
Para él no había ningún inconveniente pues, al fin y al cabo, estaba ejerciendo su amada profesión. Hasta que llegó el día en que le pidieron hacer algo aún más retador: aparecer en vivo frente a la cámara.
“Me preguntaron si había hecho en vivos y yo les dije que no, pero que yo me animaba y ahora todas mis transmisiones son totalmente en vivo”, dice Alvarado.
A partir de allí, el joven de 30 años, oriundo de Pérez Zeledón, se ha convertido en un reportero infaltable en la edición estelar de Telenoticias, al punto que los días que no aparece en pantalla, recibe mensajes de los ticos, quienes se preocupan al no verlo en la televisión.
Su participación en el noticiario es de cuatro veces por semana: lunes, miércoles, viernes y domingo, pero esos días han sido suficientes para que los costarricenses sientan una gran empatía con el periodista.
“Nunca me imaginé que iba a llegar a esto y debo decirle, con toda humildad, que nunca me imaginé recibir tanto cariño y tantos mensajes de la gente y cuando hablan de uno por el trabajo que uno hace, se siente uno muy lleno”, afirma Alvarado.
El reportero se ha ganado a pulso el cariño de los ticos, de sus compañeros y de sus jefes, incluido Ignacio Santos, por quien siente un profundo agradecimiento. Aunque reconoce que fuera de las transmisiones en vivo de Telenoticias y en las que interactúan, nunca ha hablado con él.
“Mi experiencia con ellos ha sido muy buena, todos son muy especiales y me han hecho sentir a mí muy especial. Don Ignacio muchas veces me ha mandado a decir que ‘muy bonita la nota', que ‘excelente trabajo’, y creo que se ha visto la conexión en pantalla, aunque debo decir que nunca he hablado con él fuera de cámaras”, asegura entre risas.
El tico, quien utiliza su celular y una luz blanca para hacer las transmisiones en vivo, también confiesa que otros medios de Costa Rica le han pedido su colaboración; sin embargo, su compromiso siempre ha sido con Teletica, que desde hace varios años cuenta con él para llevar los pormenores de lo que ocurra en Nueva York.
Sueño americano
Alvarado dejó Costa Rica y voló rumbo a Estados Unidos hace poco más de seis años junto a su esposa, Tania Mata. Su deseo era realizarse en el país norteamericano.
Desde entonces ha trabajado limpiando nieve, también hizo hamburguesas en un restaurante de comida rápida, lavó platos en otro restaurante; posteriormente, trabajó en una cocina. También ha trabajado como plomero, chofer, técnico de refrigeradoras y ahora tiene su propio taxi oficial de Nueva York.
Además, asegura que siempre ha estado ligado al periodismo.
Hasta ahora no se arrepiente por haberse ido al país norteamericano. Allá viven sus hermanos y su mamá y sus amigos lo visitan frecuentemente.
También está muy emocionado pues pronto va a convertirse en papá. Su esposa tiene cuatro meses de embarazo.
LEA MÁS: ¿Por qué Nueva York es tan golpeada por el coronavirus?
“Llegó en un momento en el que no lo esperábamos. A mí siempre me han dicho que cuando sea papá va a entender muchas cosas y ahora lo que yo paso pensando es ¿qué mundo le va a tocar a mi hijo?, y ahora más que nunca pienso muchas cosas: ¿cómo va a ser?, ¿cuál va a ser su personalidad?, ¿que le va a gustar? y vamos a hacer todo lo posible por darle todo”, señala.
El pequeño que viene en camino se llamará Saúl y desde ya sus padres preparan la llegada del primogénito.
Más que una pandemia
Desde que empezó a transmitir para Teletica, Elías ha buscado hacer cosas diferentes, y a pesar de las medidas de confinamiento en el estado, el tico aprovechaba para ir a las afueras de los hospitales y a lugares donde se hacían las pruebas de covid-19.
Su objetivo siempre fue informar a los costarricenses la realidad de Nueva York, que en un principio fue de las ciudades más afectadas por el virus.
“Desde el primer día disfruto hacer esto, le trato de dar ese toque personal de Elías a la noticia y creo que eso me ha ayudado a mantenerme en la pantalla, trato de dar información clara y concisa y le trato de poner el toque tico a mi pase. Nadie me ha exigido nada, yo las cosas que he hecho, las he hecho para llevar un buen material, que sea exclusivo”, explica.
Ha buscado a ticos enfermos, a ticos recuperados, a ticos con historias de superación y ha tratado de aportar detalles que van más allá de los números que el gobernador del estado anuncia en conferencia de prensa.
Para hacer su reporte diario, trata de buscar lugares icónicos de la Gran Manzana, para que los costarricenses vean lo bonito de esa ciudad.
“Estoy viviendo un sueño. Ha sido un experiencia muy bonita para mí, me siento muy realizado, nunca me imaginé que iba a reportar desde Nueva York para Costa Rica”, afirma.
Pero Elías no solo habla de la cobertura de la pandemia que le ha permitido disfrutar del corre corre diario que conlleva el periodismo. Aunque en un principio era así, hace unas semanas, cuando empezaron las manifestaciones por el asesinato de George Floyd, también llevó los pormenores del movimiento.
“A mí me gusta vivir la noticia, a pesar de que estoy en Nueva York. Cuando llegaron las protestas lo primero que hice fue irme a Manhattan, dejé el carro estacionado a una cuadra de donde estaban los manifestantes y me fui y habían altercados con la policía.
”Vi donde corrían huyendo de la policía, vi gente llorando y era muy conmovedor porque estaban protestando por una muerte injusta. A mí me tocó muchas veces levantar las manos y decir ‘soy periodista’, porque había mucho abuso de autoridad”, recuerda.
También relata que un día cuando faltaba no mucho para su pase en vivo, cerraron las calles por las manifestaciones y ese día “alquilé una bicicleta, pasé a comprarme un refresco, me cambié en un restaurante y me puse mi traje, porque me gusta salir con traje y corbata.
”Cuando ya estaba en vivo los manifestantes estaban defendiendo su causa muy cerca mío y a mí me daba miedo, pero me gusta llevarle a los televidentes la noticia de primera mano y he tratado hacerlo todo este tiempo”.
Pasadas las manifestaciones, Elías volvió a su ritmo habitual de trabajo contando las historias de los ticos en suelo norteamericano y llevando las novedades desde Nueva York. Al final esto es lo que más le apasiona y disfruta al máximo con tal de que los costarricenses y los ticos en Estados Unidos puedan vivir más de cerca la realidad en ese estado.
Al no estar en Costa Rica asegura que no dimensiona la cantidad de personas que lo están viendo o ya lo conocen, pero es feliz de poder hacer lo que más le gusta.
“Yo creo que no tengo noción de a cuántas personas les estoy llegando y el salir hoy en televisión para mí es un gran honor, pero más allá de eso, yo sigo siendo Elías, no me creo más ni nada por el estilo” finaliza.