“Si a un niño le toca deletrear la palabra ‘azulejo’ y se queda pensando en la letra que va después de la a, yo por dentro estoy diciendo: ‘que diga z, que diga z’”.
Rosa María Solano confiesa que detrás del rostro sobrio que muestra como pronunciadora de Spelling Bee, el nuevo programa infantil de deletreo de Teletica Formatos, se esconden múltiples sentimientos. Incluso, reconoce que ella desea que todos los pequeños concursantes acierten las palabras.
La experimentada locutora de 63 años asegura que cuando no deletrean correctamente se viven momentos muy “complicados” y de mucha “tensión”, porque teme ver la reacción de los niños al equivocarse.
“Uno siempre quiere buscar la forma de decirle que está incorrecto sin que suene grosero, sino que sea más bien como: ‘Ay, mi amor. Te equivocaste...’. Evidentemente, yo no lo puedo hacer así, porque tengo que mantener un nivel de sobriedad.
”Cuando ellos deletrean, me vuelven a ver y yo no puedo hacer ninguna cara de nada. Yo trato de estar concentrada en la pantalla para ver que el deletreo esté bien y no soplarles con ningún gesto, porque eso sería terrible; entonces, es muy complicado”, explica.
La locutora asegura que lo mismo ocurre cuando aciertan: “Obviamente uno quisiera decirle inmediatamente: ‘sí, está correcto’, pero hay que dejar un espacio para que haya un poco de tensión entre el público”.
Quizá el rostro de Rosa María es poco conocido para los televidentes; sin embargo, ella es una de las voces más icónicas de Costa Rica y lo más seguro es que usted la ha escuchado en algún momento.
Rosa María es la voz de Columbia, también del centro de llamadas de CCM Cinemas y fue por ocho años la encargada de darle voz al anuncio de radio y televisión Miércoles frescos, de Mas X Menos. Además, cuando uno llamaba al 112 para pedir la hora, ella era quien contestaba.
“Tengo una trayectoria muy larga en radio de más de cuatro décadas. Para mí, esta oportunidad es como la coronación de mi trayectoria y estoy sumamente agradecida con Televisora de Costa Rica. Creo que esto nos demuestra a los locutores que tenemos que preocuparnos por una buena dicción y vocalización, sino no podríamos estar frente a los chiquitos diciendo las palabras correctas para que ellos también las deletreen de la forma correcta”, comenta.
En este momento, Solano, recuerda que fue un 16 de octubre de 1980 cuando debutó en los micrófonos con tan solo 20 años y asegura que, desde entonces, no ha dejado de hacer radio ni un solo día.
Si bien en estos años su carrera la ha llevado a trabajar como locutora, hace más de 30 años trabajó en televisión, pues entre 1987 y 1989 presentaba “un programa que ese momento era muy famoso, que se llamaba Musicales del 13″. Posteriormente, fue el rostro de las noticias en el extinto Cosmovisión.
“Una de las cosas que más me llena de orgullo es que durante todos estos años no he dejado de hacer radio. Además, pienso que trabajar en radio me han dado bastante seguridad; por eso, en el programa, aunque sea tele, me siento muy tranquila. Yo ni siquiera sé qué cámara me ve, porque mi concentración está en escuchar a los niños y en ver la pantalla que tengo al frente”, comenta.
Desde 1997, la locutora forma parte de Columbia Stereo. Desde entonces, ella presenta y produce Éxitos Stereo (los sábados al mediodía, con repetición los domingos a las 5 p. m.), programa que ya suma 1.196 episodios. Además, desde el 2019, es la encargada de Mañanas Stereo, que se transmite de lunes a viernes de 7 a 10 a. m.
Trabajar con niños
Si bien Spelling Bee es su primer programa en televisión con niños, esta no es la primera vez que le toca trabajar con los más pequeños de la casa. De hecho, entre 1993 y 1996, Solano trabajó en Radio Colorín, que fue una emisora del grupo Columbia enfocada en niños y que recuerda como “una experiencia muy bonita”.
Además, en el SINART recibió varias capacitaciones en radio educativa para niños y, por ello, considera que este nuevo proyecto no se le hará tan difícil de sacar adelante. Tiene claro, eso sí, que es un formato muy diferente.
“En este proyecto siento que yo estoy enseñando, que estoy tratando de que los niños mejoren y aprendan del idioma, pero también soy como una jueza que les dice si está bien o no, al punto de que por esos errores se tengan que salir del formato. Sin embargo, creo que es una experiencia linda”, asegura.
Lo cierto es que Rosa María nunca se imaginó que esta oportunidad tocaría a su puerta en pleno 2023; específicamente un 28 de marzo, un día antes de su cumpleaños. Detalla que la recomendaron y del canal la citaron para explicarle de qué trataba el programa.
Desde un inicio, a ella le pareció un proyecto importante, pues es un programa educativo.
“Me llamaron a las siete de la mañana para decirme que me habían elegido a mí y yo lo sentí como un regalo de cumpleaños... Es que cuando uno tiene una trayectoria tan larga en radio, no se imagina en un proyecto en televisión de tanta exposición y que uno sabe que la gente lo van a ver mucho”, explica.
Sin embargo, lo que más le ha llamado la atención es que “la gente que me conoce por la radio y ahora me ve por tele me dice: ‘Ay, la de Columbia Stereo es una señora…', porque hay gente que cree que yo sigo siendo una muchacha, por mi tono de voz”.
Aunque el programa apenas está comenzando, Solano reconoce que ya le ha tomado mucho cariño a los niños, quienes le dicen Rosita desde que la conocen.
“Los chicos son muy cariñosos y me hizo gracia que me llamaran así. Entonces, a pesar de que ellos me ven como la persona que los juzga, también me ven con cariño, porque ellos llegan, me saludan y se acercan. Incluso, el otro día uno de ellos me preguntó: ‘cuando nosotros nos vamos, ¿ustedes se ponen tristes?’.
”Y yo solo pienso: ‘Ay Dios mío, sí'. Los niños son muy espontáneos. Ellos solo llegan y preguntan si a nosotros nos duele, o si no nos importa, y por supuesto que nos duele. En mi caso y en el de Édgar (Murillo, el presentador), que somos los que estamos ahí en el escenario principal, es muy triste ver cómo los niños expresan su dolor porque quieren seguir y no lo lograron”, añade.
Ahora solo espera poder seguir siendo una buena pronunciadora en Spelling Bee y guiar a los niños en cámara, mientras intenta ocultar sus verdaderos sentimientos.