Emily en París podría resumirse como una comedia romántica sobre una veinteañera norteamericana que por un golpe de suerte debe dejar su casa en Chicago, Estados Unidos, para ir a trabajar por un año a París, Francia.
La serie muestra la adaptación, los desafíos y las aventuras de la carismática joven estadounidense, especialista en mercadeo y redes sociales, en territorio europeo.
Esta era una de las grandes apuestas de Netflix para octubre y desde antes de que Emily en París se estrenara el pasado viernes 2, ya se hablaba de que la actriz Lily Collins, la protagonista, sería la heredera de Sex and the City, y que llegaría a la plataforma de streaming con una propuesta fresca y entretenida.
La respuesta de Costa Rica no ha estado ajena a lo que esperaba Netflix con la serie, y desde el fin de semana, la serie domina el top 10 de las producciones de la plataforma de streaming más vistas en el país.
Y aunque quizá Emily en París tenía como único fin entretener, mostrando la nueva vida en Francia al tiempo que vive nuevos romances, conoce nuevos amigos y se gana el respeto de sus colegas, en Francia no lo ven así y desde el día de su estreno la serie ha recibido múltiples críticas negativas por parte de los medios franceses, quienes se atreven a catalogar como ridícula la nueva apuesta de Netflix.
Emily Cooper trabaja en una empresa estadounidense que compra una compañía de marketing de lujo en Francia y la encarga de renovar la estrategia de las redes sociales.
Sin embargo, cuando llega se da cuenta que no todo es tan fácil y sencillo como ella imaginaba, empezando porque no habla francés y debe utilizar una aplicación de su teléfono para que la entiendan. Además, llega a una ciudad mágica, pero desconocida donde se muestra a los parisinos como personas groseras, xenofóbicas e infieles.
LEA MÁS: Batman, Rocky, Stephen King y otros imperdibles estrenos de Netflix para octubre 2020
Esa visión tan estereotipada no cayó bien entre los franceses, quienes no dudaron en criticar la serie creada por Darren Star (Sex and the City y Beverly Hills 90210) y producida por MTV Studios.
“Seamos sinceros, hay algo para sentirse insultado al ver a Emily en París. Darren Star y sus autores no van con el dorso de la cuchara, cuando deciden caricaturizarnos. Así nos enteramos de que los franceses son ‘todos malos’, que son vagos y nunca llegan a la oficina antes del final de la mañana, que son incorregibles, coquetos y no apegados realmente al concepto de lealtad, que son sexistas y atrasadas y, por supuesto, que tienen una relación cuestionable con su ducha. Sí, ningún tópico se salva, ni siquiera los más pobres”, dice el crítico Charles Martin, en el medio francés Premiere.
Mientras que el sitio Sens Critique no duda en decir que “hay que amar mucho la ciencia ficción en esta serie” pues se desarrolla en un sitio que no es para nada París, con “calles inmaculadas, desprovistas de personas sin hogar, o indocumentadas” y que de seguro los escritores “pueden haber dudado durante dos o tres minutos en poner una baguette debajo de cada francés, o incluso una boina para distinguirlos claramente”.
Por otro lado, afirman que existen demasiados clichés alrededor de París, como epicentro mundial del romance.
“Apartamento de ensueño con vista a una pequeña plaza arbolada, cócteles sociales con vestidos de las principales casas de moda, ramo de rosas frescas y guapos franceses besándose. Todos estos elementos que mezclan romanticismo y lujo parecen dominar la vida parisina de Emily, la heroína de esta serie. Rara vez habíamos visto tantos clichés sobre la capital francesa desde los episodios parisinos de Gossip Girl o El diablo viste a la moda”, asegura la emisora de radio francesa RTL.
Incluso, el medio inglés Independent hizo una lista parcial de todas las personas que no disfrutarán de la nueva serie: franceses, hablantes de francés, expatriados que viven en Francia, cualquiera que haya estado en Francia, expuesto a cualquier cultura ambientada en Francia, que haya visto una imagen de la Torre Eiffel o que haya comido un croissant.
Eso sí, confiesan que la producción termina siendo un placer culposo, una serie divertida y ligera y que de una u otra forma, busca destacar el empoderamiento femenino a partir de Emily, una chica inteligente, valiente e independiente.
La nueva apuesta de Netflix cuenta con un total de 10 capítulos que tardan aproximadamente 30 minutos cada uno.