Ser patrocinador de la nadadora costarricense Claudia Poll durante el esplendor de la carrera deportiva de la única medallista de oro olímpica del país, hacerse con la exclusividad –por años– de los derechos de transmisión de connotados torneos deportivos como los Mundiales de Fútbol de la FIFA, acreditarse la emisión exclusiva de los partidos en casa de la Liga Deportiva Alajuelense y producir el exitoso programa de entretenimiento A todo dar, son parte de los hitos de Repretel a lo largo de 25 años.
En las memorias de la televisora también sobresalen la producción del Festival OTI de la canción de 1998, la emisión de Yo soy Betty, la fea, la novela con mayor audiencia de todos los tiempos en el mundo –según el libro Guinness World Record– y la campaña solidaria Yo nací en este país, una maratónica que se activa para ayudar a damnificados por desastres naturales.
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El recuento del cuarto siglo de vida de Repretel no es para nada desdeñable, partiendo de que la mayoría de esa actividad se gestó en los albores de la televisora en el país como parte de las estrategias para posicionarse frente al público costarricense y convertirse en una opción más en la escasa oferta televisiva que, tradicionalmente, ha habido en Costa Rica.
Representaciones Televisivas S.A. –el verdadero nombre de Repretel– comenzó operaciones en Costa Rica el 30 de setiembre de 1994 y 25 años después, la compañía iza la bandera con el lema Creciendo juntos, el que adoptaron para la celebración.
“Ha sido un cuarto de siglo de continuo crecimiento a través de diferentes plataformas, convirtiéndonos en una empresa multimedia”, refirió el presidente de la televisora, Fernando Contreras.
El directivo del canal de La Uruca aseguró que abrirse espacio en el mercado nacional de la televisión no fue del todo fácil, principalmente porque la audiencia de la época tenía gran afinidad con los competidores de entonces que, además, eran de mucha trayectoria.
“Crecer, convencer y lograr la aceptación de un mercado que contaba con competidores de mucha trayectoria fue lo más complicado de los primeros años. Pese a ser costarricenses todos quienes trabajábamos y trabajamos en Repretel, se nos veía como extranjeros que llegábamos a irrumpir en el mercado, por lo que fuimos objeto de muchas críticas y barreras de entrada; quizás por temor a la competencia y algunos prejuicios de nuestra sociedad, lo cual el tiempo fue acomodando, al punto que hoy trabajamos con toda normalidad y aceptación por parte del público que aprecia nuestro trabajo”, resumió Contreras.
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La semilla
Para consolidarse en el país, Repretel se alió principalmente del deporte y del entretenimiento; más tarde vendrían los informativos y la puesta al aire de ambiciosas producciones que, según sus responsables, marcaron una nueva pauta en la forma en que se hacía televisión aquí.
“Creo que Repretel ha sido un grupo de canales valiente, que ha apostado a cosas que se han hecho de forma distinta, con formatos distintos y arriesgándose a que la gente puede criticar y no gustar, pero eso no ha sido impedimento para que nos hayamos inhibido de hacer cosas que, finalmente, son exitosas”, afirmó Gastón Carrera, director de Contenidos y productor general de la empresa.
Canal 9 fue la primera casa de Repretel en el país. La entonces nueva televisora –perteneciente al grupo de medios Albavisión, del empresario mexico-guatemalteco Ángel González– debutó con una programación familiar e infantil que incluyó animados como Los Picapiedra, Los Supersónicos o Los Thundercats, series japonesas como Dragon Ball Z o del recuerdo como Salvados por la campana o Los años maravillosos, el programa peruano Nubeluz y la novela argentina El árbol azul.
“Muy pronto, a los pocos meses, vino el gran éxito que pone a canal 9 en la visión del público: El gran juego de la oca que se emitía los domingos. El canal continuó con otros esfuerzos para traer más series, comenzamos a transmitir boxeo, fútbol internacional y empezamos a probar con ese tipo de contenidos”, contó Annette Mejías, quien fue parte del equipo que fundó la nueva televisora y hoy se mantiene en la Dirección de Programación de la empresa.
La programación “enlatada” de los inicios se mezcló con algunos microprogramas de cantera propia como Antena 9 (un modesto noticiero) o TV Hit Plus (espacio musical). “Puedo decir que, afortunadamente, desde el inicio canal 9 tuvo mucha aceptación”, refirió Mejías.
Pronto, la empresa dejó de alquilar la frecuencia a la familia Vargas –su concesionaria– y a mediados de 1995 adquirieron los derechos de canal 6 a la Corporación Costarricense de Televisión y se instalaron en La Uruca, San José, sede actual de la compañía de medios.
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Primera cosecha
La audiencia que tenía canal 6 por la actividad que tuvo antes de Repretel, sirvió a la nueva televisora para afianzarse. Ahí surgieron los primeros contratos para transmisiones exclusivas como las de las eliminatorias para el Mundial de Francia 98, desde ahí le arrebataron a Canal 2 el contrato de exclusividad que tenía con la Liga Deportiva Alajuelense, desde ahí produjeron en tiempo récord el Festival OTI de la Canción que se albergaría en el Teatro Nacional y, también desde ahí, anunciaron la adquisición de los derechos para los Mundiales de Fútbol de Corea del Sur y Japón (2002) y Alemania (2006), y de una seguidilla de certámenes deportivos de carácter global.
“Anécdotas hay muchas. La que recuerdo con cierta autocrítica se produjo tras ganar la licitación para los derechos de transmisión de la Selección de Costa Rica para la eliminatoria al Mundial Francia 98. Nuestra inexperiencia en transmisiones nos jugó una mala pasada en nuestra primera transmisión de un partido en que el equipo de Costa Rica se disponía a cobrar un penal; por estar pasando la repetición de la falta, entramos tarde a la ejecución de la misma que terminó en gol. Sobra decir que nuestra central telefónica estuvo a punto de colapsar y tuvimos que aceptar todo tipo de regaños, reclamos y otras lindezas que los televidentes nos prodigaron, con justa razón”, recordó Contreras con simpatía.
En esa coyuntura la televisora le daba forma a Noticias Repretel, noticiero que salió al aire el 19 de enero de 1998 comandado por Roxana Zúñiga. Meses antes, el canal había puesto en pantalla ¡Aló! ¿Qué tal?, una revista vespertina de variedades y Esta mañana, revista matutina dirigida por Amelia Rueda.
“Me llamó mucho la atención porque Repretel empezó a sonar mucho en el país cuando se hizo de los derechos de los partidos de la Selección Nacional (los juegos clasificatorios de Francia 98) y el enviar esa señal era muestra de que la empresa quería participar activamente en el mercado y eso a uno también le daba confianza para formar parte de la compañía”, rememoró Jerry Alfaro, actual director de Noticias Repretel y quien estuvo en la primera camada de periodistas que reclutó la televisora.
En medio de ese furor, la empresa comenzó a operar canal 4 y poquito tiempo después a su catálogo sumó el canal 11. En ambas frecuencias usaron producciones originales para consolidarlos frente a la audiencia. Por ejemplo, en el 2000 lanzaron Informe 4 (por canal 4) que luego migró a canal 11 como Informe 11: Las Historias, y entre el 2001 y el 2002 ese mismo canal –el 11– programó la exitosa novela colombiana Yo soy Betty, la fea.
“Así empezaron los fenómenos de novelas de ese corte y de otras con historias muy distintas a lo que estaba acostumbrada la gente”, apuntó Annette Mejías sobre esa novela y otras como Pedro, el escamoso, algunos culebrones brasileños y otras turcas que se han ido programado en los distintos canales del grupo.
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La bonanza
Mientras eso sucedía en los canales 4 y 11, canal 6 vivía su euforia con A todo dar. El programa de concursos de donde salieron renombradas figuras como Maureen Salguero, Viviana Calderón o Nancy Dobles se estrenó en la pantalla de canal 6 el 10 de julio del 2000 y se mantuvo al aire por casi cinco años.
A todo dar fue la primera gran producción de Repretel, la gallina de los huevos de oro de la empresa y la piedra en el zapato que tuvo canal 7 durante el tiempo en que estuvo al aire y que llevó a la televisora de La Sabana a hacer ajustes en su grilla vespertina.
A todo dar se transmitió de lunes a viernes de 5 p. m. a 7 p. m. por canal 6 y se transformó en todo un fenómeno de la televisión nacional.
“Fue nuestra primera gran producción. Era un programa de dos horas diarias cinco días a la semana, con público en vivo. El programa ocuparía el estudio principal de la televisora y tuvo un impacto que el canal no se imaginaba que iba a tener. Tales eran los niveles de audiencia de A todo dar que canal 7 tuvo que mover su noticiero de la noche para las 7 p. m.”, aseveró Gastón Carrera, quien lideró la producción.
Carrera dijo que cuando diseñaron A todo dar lo hicieron con la premisa de romper el continuismo y de cambiar la historia televisiva del país.
“Este programa era distinto, era una apuesta novedosa. Al principio hablaban mucho del programa porque no se entendía la razón de su audiencia de todos los días. Le gente no entendía que A todo dar era un fenómeno social que captó la atención de todos los estratos sociales del país. Esta producción sobrepasó toda crítica, toda oposición. Se hicieron revistas, cuadernos, calendarios… un disco cantado por las chicas que quedó inconcluso”, mencionó Carrera.
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La cautela
El programa se canceló casi cinco años después de su estreno debido a que cumplió su ciclo en la pantalla. Posterior a ello Repretel lanzó producciones como Intrusos de la farándula (2008-2016) o Combate (2011-2016) que también sacudieron la pantalla, con más ahínco Combate, que ha sido el último gran hit de Repretel.
Posterior a la cancelación del programa, con tonos de reality show, Repretel ha lanzado algunas otras producciones que no tuvieron la fervorosa aceptación de sus programas estrella del inicio.
Batalla de talentos, Guerreros o Contámelo todo fueron parte de esas producciones de años recientes que tuvieron un paso fugaz por alguna frecuencia de la televisora. También, en años recientes, la empresa restó protagonismo en el mercado a la exclusiva oferta deportiva que tuvo en su génesis.
Al respecto, Fernando Contreras comentó: “Hemos tenido épocas con producciones de origen local novedosas y exitosas que han quedado marcadas en el imaginario colectivo. Tenemos otras producciones que, no obstante el transcurso del tiempo, se han mantenido y cuentan con el favor del público (como sucede con Giros o Informe 11: Las Historias). Hemos ido adaptando nuestro trabajo al gusto de las audiencias de acuerdo a las herramientas de medición y análisis con que cuenta hoy la industria”.
Gastón Carrera dijo que la empresa está en constante búsqueda de “producciones favorables” para la familia; sin embargo, reconoció que la situación económica global obliga a la cautela.
“Estamos siempre en la búsqueda de productos que puedan sorprender y enganchar a la gente y convertirse en un nuevo fenómeno de sintonía, pero es complicado. Hoy por hoy las grandes producciones y formatos son de altísimo costo y es un tema que se debe manejar con cuidado porque, en todo el mundo, la publicidad está en crisis y los países pasan por procesos de reacomodo en sus estructuras, entonces hay que estar muy cautelosos en cómo uno invierte el potencial en pantalla”, sintetizó Carrera.
Por ahora, la televisora –que abrazó en su grupo a las emisoras de Central de Radios y a la cadena de cines Nova Cinemas– celebra su paso en el país de la mano de sus producciones propias vigentes: Giros, Giros de la fama, Noticias Repretel, Informe 11: Las Historias, NC Once, Conexión fútbol y de una producción enlatada que ha permitido que, a lo largo de los años, su oferta en pantalla se amplíe, se dinamice y se diversifique.
“Un adecuado equilibrio entre producción local y producción extranjera, que nos ha permitido mantener un negocio rentable con eficientes niveles de audiencia”, recalcó Fernando Contreras sobre la fórmula de hacer televisión que Repretel ha empleado a lo largo de las dos décadas y media de vida por la que hoy brindan sus figuras y directivos.