El príncipe cabalga con su doncella en brazos hacia la puesta del sol. En la pantalla aparece un “Fin” enorme y todos presumimos que se casaron, tuvieron muchos chiquitos y fueron felices para siempre. No puede ser de otra manera.
¿Fueron felices? La pregunta es válida, especialmente a sabiendas de que aún la más dulce de las princesas puede perder la compostura al tratar de separar a hermanos en feroz disputa de un juguete (o un chocolate). La sola idea de Blanca Nieves llorando de impotencia mientras sus hijos cuelgan de las cortinas sabe a satisfacción, casi a desquite, para quienes sí hemos tenido que corretear en la vida real a una niña que raya paredes o a un chiquillo que juega bola en media sala.
A esa parte del cuento que Disney nos dejó pendiente, otros le sacan provecho. Primero fue Dreamworks el que nos sacó las carcajadas al irrespetar a los cuentos de hadas con su franquicia Shrek , y ahora es Mattel –de la mano de Netflix– el que busca contar la segunda parte, una en la que el ojo está puesto en el mercado infantil (y en la billetera de sus padres).
Ever After High es una idea tan sencilla que da cólera el que no se le ocurriera a uno: todos aquellos personajes mágicos terminaron, irremediablemente, por convertirse en adultos y, mejor aún, en padres de familia. Son sus hijos adolescentes y el colegio en el que se relacionan a diario lo que importa en este cuento.
La fantasía sigue ahí, solo que sin tanta ceremonia y cursilería. La etapa divertida y desenfadada que nunca vimos de la vida de Blanca Nieves, Alicia, Cenicienta, Caperucita Roja, Ricitos de Oro, la Bella Durmiente, Rapunzel y Pinocho es justo lo que esta serie persigue, solo que valiéndose de la siguiente generación.
Mundo de muñecas
Ever After High no es un producto nuevo, pues ya desde el 2013 la marca empezó a infiltrarse en el gusto de las niñas. Sin embargo, este año su alcance se tornó planetario, tras entrar en vigencia un ambicioso acuerdo entre Mattel y Netflix.
Desde que el fabricante de juguetes lanzó la marca a las tiendas, la estrategia incluyó la producción de una serie de cortos animados, todos disponibles en YouTube. Sin embargo, Netflix le echó el ojo al producto y se lo aseguró en exclusiva, al encargar una temporada de 12 episodios y una película original para liberar a lo largo de este año. Además, el gigante del entretenimiento en línea reeditó los videos que ya estaban en YouTube y con ellos armó una primera temporada, la cual ya tiene disponible para sus suscriptores.
Del material nuevo, Netflix ya ofrece en Costa Rica la película Primavera desencantada , cuya la trama no solo se desarrolla en el mágico colegio sino también en la tierra de origen de muchos de sus alumnos: el País de las Maravillas.
Desde luego que todo esto viene acompañado de una agresiva estrategia de mercadeo, pues el negocio de Mattel no está en los videos, sino en las muñecas y accesorios alusivos a los personajes que hoy llenan las estanterías de cualquier juguetería que se precie de ofrecer lo que las niñas buscan.
Uno creería que Mattel puede vivir de los réditos que ha obtenido por décadas de su producto estrella: la universal e incombustible muñeca Barbie. Sin embargo, también es conocido que muchos padres no promueven entre sus hijas el consumo de Barbie debido a los estereotipos claros que arrastra la marca. De ahí que la creatividad saliera a flote.
Monstruos y princesas
Si usted es padre de una niña de cinco años para arriba (incluso aún menor), escuchar de Monster High no debería provocarle mayor sorpresa. Claro, siempre está el padre alternativo que no deja a su hijo ver tele o consumir nada que esté de moda... pero ese es otro cuento.
Para los que sí están al tanto, Monster High es hoy como hablar del agua. Lanzada por Mattel en el 2010, esta línea de muñecas (y su gama de películas) consiste en las hijas e hijos de los monstruos clásicos, todos alumnos de una misma institución educativa.
Ante el apabullante éxito de Draculaura y compañía, Mattel se lanzó a replicar la experiencia, solo que ahora apropiándose de los cuentos tradicionales de hadas e inventádoles nuevos finales.
No debería extrañar que tanto Monster High como Ever After High existan en un mismo universo, incluso con una estudiante –C.A. Cupid, la hija de Cupido– matriculada en ambos colegios. Apuesten lo que quieran a que el crossover entre ambas franquicias es algo que Mattel ya tiene agendado para los próximos años. De por sí que sus muñecas ya se venden, taco a taco, en los almacenes.
Había una vez...
Apple White es demasiado rubia, demasiado blanca, demasiado buena, demasiado popular. En su condición de hija de Blanca Nieves su destino pinta inmejorable, pues el “felices para siempre” le está garantizado por linaje.
Raven Queen debería ser demasiado oscura, demasiado mala, demasiado hostil. En su condición de hija de la Reina Malvada (sí, la envidiosa que casi elimina a Blanca Nieves) su destino pinta tenebroso, pues ser la villana del cuento le está garantizado por linaje.
Apple quiere firmar su historia, cumplir el destino que le fue establecido. Lo malo es que para cumplir sus sueños de princesa necesita, obligatoriamente, que Raven asuma su rol de malvada y perdedora. Sin embargo, Raven es buena chica, de corazón limpio y disfruta la amistad con su “antagonista”. La heredera de la perversa reina no quiere seguir los pasos de su madre.
Aquí está la división entre los estudiantes de Ever After High : por un lado los Reales, todos deseosos de revivir los finales felices de sus padres, y por el otro los Rebeldes, disconformes y dispuestos a reescribir el desenlace en sus términos.
Desde luego que esta rivalidad es tenue, casi imperceptible, pues no perdamos de vista que este es un producto que apela a las niñas: nadie va a comprarle a su hija la muñeca de la mala.. por ahora.
Un punto a favor de Mattel y Netflix es que la fuente de la que se nutre la serie son obras de literatura universal cuyos derechos de autor hace rato que pasaron a ser de dominio público. Es decir, los productores tienen carta blanca para reescribir tanto como lo necesiten los cuentos, sin tener que pedirle permiso a nadie (algo que también obra a favor de Disney desde hace mucho).
Sin embargo, en un homenaje a los grandes creadores de dichas historias, los directores de la mágica secundaria son los hermanos Grimm, en directa referencia a Jacob y Wilhelm Grimm, los hermanos alemanes que popularizaron relatos tradicionales europeos como Hansel y Gretel , Blanca Nieves , Rapunzel , La Bella Durmiente , Caperucita Roja y Blanca Nieves.
Si bien son los jóvenes herederos los que más importan en Ever After High , de vez en cuando sus padres celebridades participan en algún episodio. Así, Madeline Hatter pido consejo a su padre, el Sombrerero Loco; Lizzie Hearts se desmarca de las rabietas de la Reina de Corazones, y Kitty Cheshire entra en conflicto interno por no compartir el pesado humor de su madre, la risueña y a veces invisible Gata Cheshire.
En Primavera desencantada son precisamente los personajes del País de las Maravillas los que encabezan la historia, especialmente tras la introducción de dos nuevos herederos: Alistair Wonderland (hijo de Alicia), y Bunny Blanc, (hija del Conejo Blanco).
Rebeldes o Reales, los alumnos de este colegio lidian con los matices propios de la adolescencia: aceptación, complejos, presiones paternas y obligaciones académicas. Claro está, se trata de cuentos y, sea heredado o forjado, al final todos tendrán su “felices para siempre”.