Fabián sintió un frío inexplicable y un auténtico temor por la muerte. 11 días después de que saliera positivo con covid-19 y manifestara diversidad de síntomas, le empezó a faltar el aire. 24 horas después se le imposibilitó respirar y tuvo que ser llevado de emergencia al hospital de Heredia. Llegó y luego de exámenes los médicos le dijeron que sus pulmones dejaron de funcionar.
No había otra opción, Fabián debía ser trasladado a otro centro en el que lo tratarían por su delicado estado de salud.
Mientras asimilaba el impacto de aquella noticia, Fabián Borbón, de 39 años, y sin ningún factor de riesgo, no podía dejar de temer. Tenía asistencia para poder respirar y mientras le practicaban un TAC dice que sintió la muerte. El frío se intensificaba y le rogó a Dios que “le cobijara”.
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Fabián Borbón, periodista de Teletica Deportes, se atreve a hablar de una vivencia tan personal con dos objetivos: pregonar que está vivo por un milagro y, además, agradecer a cada trabajador médico que le atendió y a las personas que no dejaron de enviarle mensajes positivos.
El periodista y presentador no entiende cómo fue que él, algunos compañeros de Teletica Deportes y otros de Teletica Radio se contagiaron de la covid-19, pues siempre extremaron las medidas sanitarias que les impuso Televisora de Costa Rica.
“Sucedió pero no sabemos cómo, pero hubo un contagio en la radio, nosotros compartimos con los compañeros de la radio. En el canal son estrictos. Nos contagiamos compañeros de la parte de tele. Aún me pregunto cómo me contagié. Siempre andaba mascarilla. Esa es una obligación (...). En el departamento no había contagio. Aún me pregunto qué fue lo que pasó”, cuenta Fabián, quien luego de varios días sin poder hablar, poco a poco se ha ido reincorporando a su vida cotidiana.
Otros de sus compañeros contagiados -quienes mencionamos en este artículo porque ellos mismos o sus allegados lo han manifestado en redes sociales-, fueron Jorge Martínez, director de Teletica Deportes; y el periodista Juan Ulloa, quien logró salir hace unos días del hospital.
El director de Teletica Radio, Christian Sandoval y el narrador de esa emisora, Adrián Méndez, aún se encuentran hospitalizados. Por ellos Fabián pide oraciones.
Su vivencia
Apenas sintió los primeros síntomas Fabián lo comunicó al médico de la empresa. Le hicieron la prueba y resultó positiva. Se le manifestó dolor de cuerpo, vómitos, diarrea y escalofríos. Pasaron 11 días y le empezó a faltar el aire.
“Me empezó a faltar el aire y me quedé en el cuarto, logré estabilizarme. Al día siguiente (día 12) me fui a bañar y fue el más crítico. No lograba respirar ni por la boca ni por la nariz. Con costos me vestí. Mi hermano llegó y al verme llamaron a la ambulancia que llegó en cuestión de cinco minutos”, cuenta.
Los pulmones de Fabián sufrieron una neumonía severa y por eso dejaron de funcionar. En el hospital de Heredia, donde fue estabilizado, le hicieron otros exámenes para ver si otros órganos se habían afectado. Para su suerte, no.
“Esa fue la noche más difícil para mí. Tuve un encuentro con Dios. Sentí que podía morir esa madrugada. Esto ocurrió mientras esperaba a ser trasladado al CEACO (Centro Especializado de Atención de Pacientes con covid-19), que es donde estuve hospitalizado por seis días. Ese fue el momento más crítico. Sentí que podía morir. Sentí la muerte, yo sentía que me iba. Esta enfermedad no es jugando.
“Llegó un momento en el que me vi solo. Sentí mucho frío. Me entregué a Dios, pedí perdón, agradecí por lo que había vivido y le dije que sí tenía una oportunidad para mí que me cobijara porque sentía mucho frío, uno que no era normal”, explica Fabián, quien cuenta que a las 5 a. m. le trasladaron al CEACO. Reitera su gratitud con los médicos por las decisiones que tomaron, entre ellas no intubarlo.
Lo que sí hicieron los especialistas fue aplicarle esteroides y conectarlo a una máquina que fue la que le ayudó a sus pulmones para que él pudiera respirar.
Un milagro
Fabián pasó varios días acostado boca arriba: por estar conectado a una máquina y tener sus manos con vías, no podía moverse demasiado. Tenía temor por todo lo que ocurría a su alrededor.
“Sentía miedo. Uno en el hospital ve muchas cosas. Hablaban de código rojo, que es cuando alguien fallece: esas son esas personas que se incluyen en la lista de fallecidos diarios por coronavirus. Me tocó ver dos personas cuando fallecieron. Yo veía para otro lado. Es una lucha de día a día. Usted le pide mucho a Dios”, recuerda.
En medio de los momentos difíciles y de tanta incertidumbre, Fabián pudo recuperarse de una manera que los médicos catalogan como milagrosa.
“Los médicos me explicaron que mi proceso fue un milagro. Dicen que mis pulmones como que se apagaron y se encendieron. Mi proceso era de estabilizarme y ver como iba evolucionando poco a poco. Lo mío fue muy rápido. Estuve con la máquina de respiración cuatro días, luego uno con la pequeña y luego sin oxígeno y con exámenes”, cuenta.
Hoy, varios días después de haber salido del centro médico y de poco a poco irse sintiendo mejor emocional y físicamente, dice que para él recuperarse significa haber recibido una nueva oportunidad y que ahora mismo piensa en el propósito que debe cumplir.
“Solo quiero decir que agradezco por esta nueva oportunidad: lo que vi, sentí y viví fue muy profundo. No pensé que la enfermedad fuera tan fuerte. Le pido a la gente que se cuiden, que cuiden a sus familias.
“Aún estoy asimilando cómo fue que yo estaba bien un día, el otro me contagio y de un pronto a otro me veo pegado a una máquina para poder vivir. Todo es un plan de Dios”, destaca. Fabian añade que un factor que jugó a su favor para que sus pulmones resistieran fue que desde hace ocho meses había estado entrenando de lleno y alimentándose balanceadamente.
Gratitud
El comunicador deportivo se siente agradecido con quienes le ayudaron a poder vivir.
“Quiero contar el trabajo que hacen en el CEACO. Lo tratan a uno tan bien, son como ángeles. Tuve oportunidad de que me ayudaran a bañarme. A las otras personas las atendían en la cama. (...) Destaco el trato humano y el amor con el que lo hacen. Ellos exponen sus vidas por salvar las vidas de las personas”, dice.
En su lista de gratitud también están todas esas personas allegadas que no lo dejaron nunca. Menciona a su familia, a los compañeros de trabajo y los nombres de Jafet Soto, Randall Azofeifa, Esteban Granados, Junior Díaz, Agustín Lleida y Keylor Soto.
“En momentos en los que estaba triste y asustado me mandaban mensajes de audio y oraciones. Decían que tenía que luchar. Luego de ver tantas cosas uno entiende que el poder de la oración se vuelve grande”, añade Fabián, quien destaca el apoyo incondicional en su trabajo, cuenta que incluso le asignaron a una psicóloga para que le acompañe en su proceso de recuperación.
El lunes 26 de abril Fabián regresará a trabajar. Los médicos le dicen que debe tomar retomar su vida y exigir sus pulmones. Desde que salió del hospital (el sábado 17) ha estado en reposo y usando aparatos que le ayudan a fortalecer sus órganos. Agradece que no haya secuelas de la enfermedad.
“Quiero pedirle a la gente que cumplan con todas las medidas sanitarias para evitar contagios. La enfermedad es agresiva. Me tocó a mí, una persona sin factores de riesgo, estar cerca de morir”.