Game of Thrones es una serie de ritmos. Después del abuso emocional que significó The Door, el siguiente episodio –Blood of my Blood– nos condujo por aguas más mansas. Afortunadamente, varios inesperados regresos le dieron la justa pizca de interés a la más reciente emisión del título estrella de HBO.
Advertencia: en adelante se abordarán acontecimientos de la sexta temporada de Game of Thrones, así como de algunas de las novelas de George R.R. Martin que inspiran la serie. Téngalo en cuenta, en caso de que arrastre aún material pendiente, pues hablaremos de reveleaciones importantes.
Blood of my Blood retoma la acción justo después del cierre de The Door, con Bran y Meera huyendo de los zombis por los bosques del norte. El sacrificio de Hodor (Hold the dooooooor!) les ganó tiempo pero no suficiente para ponerse a salvo. Meera arrastra a Bran, mientras él sigue consumido en la visión, absorbiendo una improcesable cantidad de información que le fue heredada por el Cuervo de Tres Ojos antes de morir. En la visión el joven tiene acceso a pasajes claves de la serie en los que él no estuvo presente, como la ejecución de su padre o el asesinato de su hermano Rob. Sin embargo, lo relevante está en las visiones inéditas, donde destaca la aparición de un personaje vital en la trama, muerto 20 años atrás.
Bran nos lleva a la sala del trono en King's Landing, y por primera vez vemos al Rey Loco, Aerys II Targaryen, último monarca de su dinastía, padre de Daenerys y autor de la muerte de muchos, entre ellos el abuelo y el tío de Bran, Rickard y Brandon Stark. También presenciamos el asesinato del monarca a manos de su guardia Jaime Lannister, crimen que terminó dándole el trono a Robert Baratheon.
En los libros se describe bien como Jaime habría cometido el magnicidio con tal de evitar que Aerys quemara la ciudad, explicación que el caballero manco también le da a Brienne en anteriores temporadas de la serie. Y efectivamente en la visión se ve al Rey Loco gritar "¡Quémenlos a todos!", mientras los alquimistas manipulan el verde y destructivo fuego verde (mismo con el que Tyrion aniquiló la flota de Stannis en la batalla del Blackwater).
¿A qué viene todo esto? Difícil de predecir. Las visiones de Bran se tornan cada vez más caóticas en los planos temporales y no queda claro si todo lo que ve es pasado o si también le llegan imágenes del futuro. Aún así se agradece que la producción mostrara a Aerys, gobernante cuya obsesión con el fuego parece bien heredada hacia Dany.
Bran sale de su trance justo cuando los muertos vivientes están sobre ellos. La salvación les llega por medio de un jinete, quien rescata a los dos muchachos. Y aquí se da la mayor revelación del episodio: el rescatista es Benjen Stark, el tío de Bran que solo apareció en tres episodios de la primera temporada, previo a extraviarse más allá del Muro, mientras patrullaba con otros miembros de la Guardia Nocturna.
Benjen... Ese sí era un personaje del que nos habíamos olvidado. El buen tío fue atacado por los White Walkers y dejado por muerto, hasta que los Niños del Bosque lo salvaron con su magia. No sabemos qué hizo Benjen desde entonces pero el hombre cambió, está cicatrizado por dentro y por fuera y carga nuevos conocimientos. El tío confirma que Bran es el nuevo Cuervo de Tres Ojos y que el muchacho debe apurarse a controlar sus poderes, pues los necesitará para enfrentar al Rey de la Noche cuando el ejército zombi marche hacia el sur (indicando, a la vez, que los muertos vivientes sí lograrán pasar el Muro en capítulos venideros).
En otras latitudes, así anduvimos:
- Se dedicó buen espacio a Sam, Gilly y Sam Jr. La pareja llega a Horn Hill, casa de la poderosa familia Tarly, donde recibe una amorosa bienvenida de parte de la madre y la hermana de Sam. Es cuando todos cenan junto al patriarca Randyll Tarly que entendemos por qué Sam es como es. Su padre es un completo infeliz, sumándose de inmediato a la lista de padres de familia impresentables de la serie: tipo aborrecible. En cuestión de minutos, Randyll somete a Sam a todo tipo de abuso verbal, denigrándole a su antojo sin que el muchacho encuentre las palabras para defenderse. Aquí Sam vuelve a ser la víctima, lejos del sobreviviente que mató salvajes y white walkers en el norte. Randyll, mientras tanto, debutó directo en la lista "Este merece una muerte horrible" de los fanáticos de la serie.
El plan de Sam de dejar a Gilly y el bebé con su familia no parece viable, por lo que los tres se marchan hacia la Citadel, no sin que antes Sam se apodere de la mítica espada de su familia, Heartsbane (detallazo).
- Arya tomó la decisión correcta: dejó atrás su rol como la chica sin nombre y asumió de nuevo su verdadera naturaleza de Stark vengativa y determinada, con todo lo que eso implica. La joven desistió del asesinato por encargo que debía ejecutar contra una actriz y recuperó su espada Needle de donde la había escondido a su llegada a Braavos. La Huérfana informa a Jaqen del cambio de parecer de Arya y este la autoriza a matarla. Todos somos #TeamArya pero el inminente enfrentamiento entre las dos chicas no está a su favor.
- Volvemos a tener noticias del despreciable Walder Frey y su endogámica familia. El amo de The Twins arde en furia, pues sus hijos perdieron control de Riverrun, que ha sido reconquistada por Brynden Tully, el Blackfish. Si ya eran poco queridos, los Frey terminaron de echarse encima a sus vecinos con la traición cometida en la Boda Roja, y ahora deben enfrentar combates en diversos frentes. Molesto, el viejo Walder ordena retomar Riverrun, echando mano a su cautivo Edmure Tully, otro que no veíamos desde el infame episodio de su boda.
- En King's Landing, el rey Tommen sigue demostrando por qué los Baratheon son incompatibles con el trono. Mientras que su "padre" Robert sumió al reino en la ruina financiera y su hermano Joffrey tiñó su breve mandato de crueldad y sadismo, Tommen se consolida como un monarca sin carácter, tonto y fácilmente manejable. Efectivamente las manipulaciones del High Sparrow surtieron efecto y Tommen abrazó la religión, dándole a los fanáticos un control inédito sobre el aparato político y militar. Todo esto toma desprevenidos a Lannister y Tyrell, justo cuando ambas familias pretendían rescatar a la reina Margaery de la orden religiosa.
Jaime Lannister paga los platos rotos de la conversión de su sobrino-hijo, quien lo expulsa de la Guardia Real y lo envía a ayudar a los Freys en la reconquista de Riverrrun. Cersei –en una aparición mínima– no dice mayor cosa, aunque se besa con su hermano, confirmando que el amor incestuoso sigue bien entre ellos.
Lo interesante del "destierro" de Jaime está en lo que viene. Dentro de la narrativa de Martin, el sitio de Riverrun se da durante la guerra de los cinco reyes y efectivamente enfrenta a Jaime con el Blackfish, en un delicioso juego de estrategia militar. También hay que tener en cuenta que, en la serie, Brienne se dirige hacia Riverrun, a pedido de Sansa, y es previsible que volverá a cruzarse con Jaime. En las novelas, lo último que sabemos es que ambos personajes desaparecen juntos, luego de que Brienne convence a Jaime de seguirla a un sitio desconocido, supuestamente para rescatar a Sansa.
- Con Daenerys, no pasó mucho, más allá de una demostración de fuerza. La reina se reencontró con su dragón Drogon (que ya es gigante) y montó sobre su lomo, impresionando aún más a los dothraki que la siguen. Aparte de esto, lo relevante está en el cálculo que hace junto a Daario, acerca de que necesitarán mil barcos para mover a los dothraki, los unsullied y los Segundos Hijos hacia Westeros.
Semana libre: Sansa, Jon, Tyrion, Theon, Yara.
Muerte de la semana: Ninguna. Primer episodio en mucho tiempo en no incluir una muerte de importancia para la trama.