Una costarricense figurará en la tercera temporada del programa Escuela Imparables, de E! Entertainment. Se trata de Gigi Garita Calderón, de 19 años, quien da de qué hablar en Costa Rica con su emprendimiento Osa Perezosa, que empezó cuando ella solo tenía 16.
A partir del 25 de enero (a las 11 p. m., hora de Costa Rica), empezará el programa en el que ella y otras nueve mujeres emprendedoras de Latinoamérica demostrarán sus habilidades y talentos. Solo una de las 10 participantes resultará ganadora del gran premio de $20.000.
La estudiante de Administración de Empresas y Mercadeo tuvo una entrevista con La Nación para hablar de esta oportunidad con la que soñó, de su historia como emprendedora y de cómo ha lidiado con quienes la han subestimado, por su género, por la edad y hasta por pensar que lo que ha logrado es gracias a su apellido, pues es una de las nietas del expresidente Rafael Ángel Calderón.
“Fue el destino”
Gigi siempre ha sido seguidora de este programa original de E! Entertainment y le comentó a su novio que ella aplicaría cuando hiciera casting para una próxima temporada. Entre su trabajo con la marca y otras responsabilidades, lo olvidó.
La joven volvió a conversar con su pareja y lamentó que no pudo postularse al reality de emprendimiento y empoderamiento femenino. Era octubre del 2023, se acercaba la temporada alta de ventas, entonces pensó que quizá no era el momento.
Al día siguiente, recuerda, recibió un mensaje de Escuela Imparables en su Instagram, en el que le proponían participar en el casting pues buscaban una participante de Costa Rica.
“Dije: ¿tienen cámaras en mi casa? Fue demasiado raro, pero era el destino. Me dijeron que les gustaba mi perfil, que buscaban alguien de Costa Rica y que aplicara para ver si entraba. Dije que sí. No le había contado a mis papás. Apliqué”, rememora, quien estaba participando en el programa nacional Dementes, de TDMás, en el que también compiten emprendedores.
Para su sorpresa, Gigi pasó a la segunda etapa de Escuela Imparables y le dijeron que en cuatro días tenía que irse para México.
“Mi papá me dijo que cómo me iba a ir a México sola. Que si lograba que alguien me acompañara, podía ir. Era muy difícil porque era planear un viaje en pocos días, logré que mi abuela (doña Gloria Bejarano), que es mexicana, me acompañara”.
Gigi viajó y, de inmediato, empezó a grabar los primeros dos capítulos de presentación y casting de programa, proceso en el que de las 15 semifinalistas saldrían las 10 participantes del show.
Para estar a tiempo y lista, la joven se despertaba a las 3 a.m. para empezar a grabar a las 5:30 de la mañana. La jornada terminaba a las 11 p. m. y ella se acostaba hasta dos horas después. El ciclo se repitió por dos días. Cada momento libre entre grabaciones, lo aprovechaba para descansar.
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“El primer día teníamos que presentar nuestros negocios. Les conté a las juezas la misión y visión de la marca, la historia y por qué empecé. Fue la primera parte del casting. La fase 1. Al día siguiente, nos tocó presentar un proyecto que trabajamos en grupo. Éramos cinco”, detalla.
La dinámica consistía en hacer una estrategia de mercadeo y distribución para vender 100.000 unidades de producto en un mes. Cuenta que para ella fue sencillo, pues gracias a su experiencia ha pensado muchas veces en ese tipo de estrategias. En el grupo, ella asumió el rol de directora de cuenta. Todas tenían un cargo importante. Las juezas les reconocieron su buen trabajo.
Durante el proceso, Garita no creía que iba a clasificar, sin embargo, conforme avanzó la competencia, pensó lo mucho que le gustaría quedarse en el programa. Finalmente, así fue. Ella, sus cuatro compañeras del grupo y cinco mujeres más lo lograron.
“Estaba superfeliz, pero triste porque en estos dos días me encariñé con algunas de las chicas que se fueron. El día siguiente lo tuvimos libre, compartí con mis tíos y primos que viven en México; después me fui a descansar porque nuevamente tenía que levantarme a las 3 a. m., para ir a grabar el primer capítulo del programa a Valle de Bravo (allí se filmó toda la temporada)”, explicó.
Gran experiencia en Escuela Imparables
Gigi aprovechó para hablar más de lo que fue esa experiencia. La temporada de Escuela imparables ya se grabó, aunque por ahora no se puede revelar qué emprendedora resultó ganadora.
La vecina de Curridabat destaca lo linda que fue la producción y lo agradable de que la experiencia fuera solamente con mujeres.
“Me pasa que cuando estoy con muchos hombres, me han subestimado por ser mujer o por mi edad. Aquí fue diferente. Si no sabía algo, me ayudaban o yo las ayudaba. Nunca fue una rivalidad. Tuve la oportunidad de hablar con el creador de Escuela imparables (Marcelo Coltro) y le decía que me parece demasiado bonito que usara recursos para dar visibilidad a mujeres latinas que tienen negocios pequeños. Nadie más hace eso”.
Su vivencia en este programa le permitió, además de acceder a muchos conocimientos sobre negocios, la posibilidad de aprender sobre sororidad, ese valor de apoyarse unas a otras sin rivalidad. Como se contó antes, Gigi era la menor del grupo, la segunda participante más joven tenía 27 años y la mayor, 50.
De la experiencia, de la que se conocerá a la ganadora hasta abril, cuando se termine de emitir el programa, Gigi también resalta lo agradable de conocer a Daniela Álvarez, presentadora del show y quien se convirtió en un símbolo de admiración y resiliencia tras perder su pierna luego de sufrir una isquemia.
“Es demasiado buena persona, superlinda, supercariñosa. Con nosotras fue muy atenta. Se tomó el tiempo para sentarse y conocernos a cada una. Le tengo mucho respeto”.
“Gracias a mi sueño”, asegura Gigi Garita
Gigi empezó su negocio durante la pandemia. En mayo del 2020, ya estaba cansada del confinamiento y pensó que podía hacer productos, de esos que había presentado en un proyecto del colegio, para venderle a familiares y amigos.
Su pasión siempre han sido los productos de cuidado de la piel. Empezó con mascarillas y jabones. Su instinto la llevó a pensar en un nombre y a conseguir “empaques bonitos”. La demanda empezó a crecer y a sus 16 años comenzó a trabajar con un laboratorio.
“Yo tenía ahorrados ¢60.000, fui a comprar materiales para mascarillas y jabones, empaques y mandé a hacer stickers. Así empezó a crecer la marca. Fue más que todo un proceso. A la gente le gusta cuando las cosas se hacen con amor”.
Garita confía que debido a los frutos que ha dado su trabajo, hay quienes piensan que es gracias a la ayuda de otros. Reconoce que nació en una familia privilegiada, aunque como resaltó en su historia, desde el inicio puso su dinero para sacar adelante Osa Perezosa.
“A ojos de gente no he hecho nada. Lo cierto es que esto es gracias a mi sueño (...). Al día de hoy nunca le he pedido plata a mis abuelos (maternos) para nada”, asegura.
Cuando no está trabajando o estudiando, Gigi Garita disfruta de cantar, hacer pilares, pádel y pasar todo el tiempo posible con sus abuelos. Ahora mismo, su marca Osa Perezosa ofrece productos como cremas corporales, bloqueador solar, parches para espinillas, entre otros.