Ignacio Santos no tiene redes sociales y por lo general no se entera de lo que ahí se dice de él. Sin embargo, en estos días en los que ha debido guardar reposo en su casa tras un procedimiento quirúrgico, el director de Telenoticias sí ha estado al tanto de las infundadas versiones que circulan sobre su supuesto estado de salud, siendo el primero en sorprenderse por la “gravedad” que algunos de estos anónimos “partes médicos” le atribuyen.
Lo cierto es que Santos ve hoy las horas pasar en calma, mucha calma. Acostumbrado a andar en mil cosas a la vez, el periodista ha debido obligatoriamente acatar la indicación de los doctores para bajar revoluciones... su pie derecho así lo exige. Un raspón sufrido un mes atrás en el tobillo se complicó a causa de una bacteria y el conductor titular de ¿Quién quiere ser millonario? debió someterse a una operación hace una semana. Desde entonces, la recuperación avanza según lo previsto.
Aunque algunos rumores lo ubicaban hospitalizado, la verdad es que Santos se recupera sin inconvenientes en su hogar, bajo los cuidados de sus dos hijos y su pareja -la presentadora Nancy Dobles-, y un íntimo grupo de amigos incondicionales, quienes han sido su compañía en terapéuticas sesiones de dominó.
El comunicador ha seguido a distancia con la dirección del noticiario de Canal 7, coordinando con los periodistas a diario. En tanto, su rol al frente del popular programa de trivias fue asumido temporalmente por el actor Gustavo Rojas.
Sobre su salud, los rumores, libros pendientes que le aguardaban desde hace mucho y las conmovedoras muestras de solidaridad de personas que él no conoce, Ignacio Santos habló en esta entrevista.
¿Cómo se originó la dolencia que le llevó a usted al procedimiento quirúrgico?
Es tan simple como esto que le voy a contar y que le puede pasar a cualquiera. Fue un raspón, no fue ni una herida, fue un raspón en el tobillo derecho hace aproximadamente un mes y una semana, y por ahí entró la bacteria de estafilococos. Eso generó una infección que se complicó y el viernes pasado (3 de junio) tuvieron que hacerme una intervención para la limpieza del pie y el proceso de curación. Tuve que estar seis días con antibióticos intravenosos y dichosamente funcionaron de maravilla.
Todos tenemos raspones todo el tiempo y usualmente no les ponemos mayor atención. Viendo su caso uno se queda pensando en cuán serio puede ser un raspón.
Doy fe que, en 60 años, este es el raspón que más problemas me ha dado.
¿En el transcurso del mes usted fue notando que el raspón pasó a más?
Sí, hubo una inflamación. En un principio me recetaron dos pastillas, una para desinflamar y un antibiótico. Sin embargo, no sirvieron. Vino una semana en la que tuve covid, que me tuve que quedar en mi casa, y cuando me liberaron me fui a caminar largo, como hora y media, con mi perro y cuando llegué, eso fue el lunes antepasado (30 de mayo), ya la cosa se había inflamado más. Me lo revisaron, creyeron que se podía seguir tratando con pastillas pero el viernes llegó al punto en que debieron hacerme la limpieza y el procedimiento quirúrgico.
¿Y en la cirugía no tuvo ninguna complicación?
Ninguna. Era un procedimiento de limpieza. Sí me colocaron un aparato durante seis días que se llama VAC, que es una especie de esponja con un tubito que lo que está haciendo es succionar lo que está mal para permitir que los tejidos se puedan regenerar bien. Eso me lo quitaron hace como tres días pero sí tuve que andar con el señor VAC encima.
¿El proceso de recuperación cuánto tiempo tomará?
Pues depende. El lunes (13 de junio) verán cómo he evolucionado, la cicatrización, y lo que me dice el doctor Marcial Fallas es que tengo que estar 10 días queditico. Ese tiempo lo usaré, como he usado los últimos días, para jugar dominó con mis amigos, aquí en mi casa, y para aprovechar a leer un sinnúmero de libros que tenía ahí atrasados.
Yo espero volver cuando esté bien, tengo 60 años y no estoy para actos heroicos. Cuando esté bien del pie volveré y lo haré caminando queditico.
¿Le cuesta quedarse quedito?
Nunca en mi vida había tenido que estar así. Pero tenía al menos 15 libros en espera y, además, para mí sentarme con los amigos a jugar dominó en la noche ha sido toda una terapia.
Es normal que en un caso como el suyo, siendo una figura bastante reconocida, cuando se presenta una situación de salud se dan todo tipo de especulaciones. Usted ha sido muy claro en contar su caso, sin embargo en estos días han salido versiones que dan todo tipo de escenarios sobre su estado de salud que no corresponden con la realidad.
Le doy mi palabra de caballero que yo no tengo redes sociales, no veo lo que sale en redes. Eso me lo comenta mi mujer y compañeros. Entre lo que ha salido en redes, primero está que mi familia supuestamente había pedido oraciones, eso jamás; mi familia son mis dos hijos y mi mujer, que han estado conmigo en la forma más solidaria y fraterna y saben que la situación es totalmente manejable, por lo que eso de pedir oraciones sonaba como raro.
También se dijo que tenía un problema diabético: yo tengo un problema con el azúcar pero esto no tiene nada que ver; yo me tomo dos pastillitas al día, ni siquiera tengo que tomar insulina.
Esto fue simplemente el raspón que se complicó y mucho. No entiendo qué puede motivar a alguien a escribir cosas sobre la salud de un prójimo sin tener la más remota idea o el menor fundamento. Pero eso pasa y seguirá pasando.
Esto yo lo tomo como parte de mi trabajo en medios; soy una figura pública, me guste o no, y estoy expuesto a todo eso. Lo importante es que los que escriben eso no son los médicos que me están viendo.
Y por otro lado sí debo decir, con la mayor franqueza, que me ha impresionado hasta conmoverme la inmensa cantidad de gente que me ha mandado mensajes solidarios. Eso ha sido particularmente conmovedor, la solidaridad de gente cuya mayoría no conozco.
Como un lección de vida a los 60 años, mis dos hijos y mi mujer me han dado la más portentosa lección de solidaridad y amor, no porque la situación sea grave sino porque no me puedo mover. Tengo que estar con andadera o silla de ruedas y desde ayer (9 de junio) el pie derecho tengo que tenerlo un poquito en alto en la cama porque está en proceso de cicatrización. Eso es todo. A veces dicen que no hay mal que por bien no venga. Si bien esto yo no lo quería y dichosamente no pasó a mas, me permitió constatar lo que ya estaba seguro: que mi círculo de familia y amigos hace por mí lo que yo haría por ellos.
¿Qué sintió al ver ‘Quién quiere ser millonario’ sin usted?
Lo grabé (la emisión de esta semana) y espero verlo en estos días. No he podido verlo porque los antibióticos me han hecho dormir. Eso sí, me han comentado que Gustavo (Rojas), a pesar de la premura, hizo muy bien el trabajo.