José Daniel Corrales fue el primer eliminado de Nace una estrella, pero no se lamenta; pues tiene el alma llena.
El participante de Nace una estrella, de 29 años, se siente tranquilo y satisfecho. Por supuesto que hubiera querido avanzar en el concurso; sin embargo, agradece que su corta estancia tuvo un impacto positivo en varias personas, principalmente en una familia.
Con su segunda presentación, en la que cantó el tema Brujería, José Daniel logró alegrar a una adulta mayor que estaba luchando contra la covid-19.
Luego de ese show, el nieto de la señora se comunicó con José Daniel para decirle que ella se había divertido y su ánimo había mejorado. Luego el muchacho volvió a comunicarse para contarle al cantante que su abuela se complicó y que iba a ser ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos; le pidió que por favor, le enviara un mensaje a su abuelita. Él lo hizo.
“El muchacho me escribió diciéndome que si podía mandarle un mensaje de aliento a su abuelita. Luego me llegó un mensaje en el que me decía que con ese video le saqué una de sus últimas sonrisas a su abuela, pues poco después falleció. Por lo menos me dio tiempo de hacer eso. Eso me llenó el alma”, dice José Daniel.
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El concursante destacó lo valioso que fue para él poder entretener a las personas y recibir tantos mensajes de la audiencia que le decían que él les demostraba que es posible alcanzar sueños.
Y es que José Daniel se sintió ganador desde el momento en el que clasificó en un casting en el que más de 1.700 personas buscaban un espacio en el programa. Él, un cantante empírico y amante del karaoke, nunca llevó clases de canto, por lo que representó a muchas personas que persiguen un propósito pero que no han tenido la oportunidad de estudiar o capacitarse.
“Muchas personas me escribieron para agradecer mi humildad, diciéndome que qué lástima que salí, pero yo sabía que esta era una competencia y que todos vamos a salir. Presentía que me tocaba a mí porque tenía muy bajos puntos. En la primera presentación estaba muy nervioso y desafiné. Para mí la idea ahora es seguir creciendo. Hay que romper con los miedos”, dice el estudiante de administración de empresas.
José Daniel quedó fuera de competencia en una gala en la que solo se tomaron en cuenta las calificaciones del jurado. Será hasta el quinto programa cuando los votos del público influyan en la salida o permanencia de los participantes.
Sueños de música y pizza
Tras salir de Nace una estrella la vida continúa. Al otro día de saberse eliminado de Nace una estrella, José Daniel asistió a una cita médica de control con su hija Abigail, de seis años. Él se escucha sereno y agradecido.
Su gratitud brota de todo el aprendizaje y amistades con las que se va del programa. Con modestia reconoce que le queda bastante por delante en cuanto a preparación profesional.
“Lo más bonito es el aprendizaje. Mantenerse con los pies sobre la tierra y, sobre todo, disfrutar y crecer. Te das cuenta de que sos ejemplo para muchos y que te siguen aunque no seas el más bueno. Me encanta la música y cantar. Aprendí que me hace falta más estudio. Voy a llevar clases privadas para seguir creciendo”, comentó el concursante.
“Tengo canciones escritas, soy cantautor. Además, varios compañeros del programa y yo tenemos en mente proyectos para cuando termine el concurso”, agregó.
José Daniel nunca había estado en un escenario como el de Nace una estrella. En pocas ocasiones se presentó en el centro gastronómico de un amigo y también llevó un pequeño espectáculo a un centro de rehabilitación que tiene un primo suyo. Pero nada más.
José Daniel trabaja en ventas y tiene su propio negocio en el que ofrece equipo de computo. Aprendió a tocar guitarra a los 13 años y desde entonces no ha dejado de cantar. Cuando alcanzó la mayoría de edad empezó a ir todas las semanas a los karaokes. Hoy sueña en grande y cree que puede lograr ser un cantante profesional. También tiene en mente abrir una pizzería.