Roberto Gómez Bolaños pasó a la inmortalidad en vida con sus personajes y dichos. No es osado apostar a que en América Latina no existe nadie que no haya dicho, alguna vez, uno de las famosas frase salidas del ingenio de Chespirito.
De todos los personajes que nacieron de su pluma, dos alzan la cabeza sobre resto: el Chavo del Ocho y el Chapulín Colorado. Ambos con dichos de dominio público.
El entrañable huérfano tuvo una serie animada que trató de rescatar la esencia de la serie original, algo que no siempre consiguió a lo largo de sus ocho temporadas.
Ahora, el cambio de carne y hueso a la plataforma de dibujo digital le toca a este gran superhéroe latinoamericano, cuyo escudo es un corazón y es más noble que una lechuga.
Sin olvidar que es más fuerte que un ratón y más ágil que una tortuga, El Chapulín Colorado: serie animada llega a la pantalla chica con la promesa de mantener al personaje sin tocarle (o agregarle) mucho a lo básico que cautivó (y cautiva) a millones de espectadores por tantos años a lo largo y ancho de América Latina.
“¡Oh, y ahora... ¡¿Quién podrá defendernos?! Pues el Chapulín Colorado, el superhéroe más simpático y ocurrido de todos los tiempos, que regresó a la pantalla en un nuevo formato de dibujos animados que busca enganchar a las nuevas generaciones”, expresó María del Carmen Rotter, directora general del Televisa Consumer Products, al presentar el programa, el martes anterior en México.
Televisa y Grupo Chespirito, junto a Ánima Estudios y Dubbing House son los encargados de este nuevo proyecto, que era uno de los deseos de Roberto Gómez Bolaños (1929-2014)
¡Chanfle! Roberto Gómez Fernández, hijo del recordado Chespirito, asegura que esta es una manera diferente de que el legado cómico de su progenitor se mantenga, se difunda, se fortalezca y continúe.
El anillo perdido, primer episodio de la serie animada de El Chapulín Colorado.
“Lo que estamos pretendiendo es poder transmitir la obra de mi padre a nuevas plataformas, que estas nuevas generaciones que consumen el contenido de formas diferentes puedan tener acceso a la obra de mi padre”, aseveró Gómez Fernández a El Universal
“Mi padre seguía sin creer la trascendencia que tenía su obra. Él estaba al tanto del proyecto”, añadió.
La serie tardó casi dos años en desarrollarse y cada capítulo –en total, 48– tiene una duración de 11 minutos, con el fin de darle mayor agilidad a las aventuras (y torpezas, que todo hay que decirlo) del colorado héroe.
“Al reducirlo a 11 minutos se hacía mucho más divertido y mucho más ágil, también para darle ese atractivo a las nuevas generaciones que es a quienes tratamos de conquistar con este producto”, apuntó la alta funcionaria de Televisa María del Carmen Rotter.
Las nuevas andanzas del Chapulín fueron estrenadas en abril de este año, en la plataforma digital Veo Play, de Televisa; en la televisión abierta va al aire por medio del Canal de las Estrellas –de ese mismo gigante mediático– cuya señal es retransmitida en Costa Rica por distintas empresas de cable.
El héroe de la antenitas de vinil deberá tener, aún más, sus movimientos fríamente calculados pues le tocará llevar su chipote chillón al viejo oeste, el espacio, la punta de un rascacielos, las pirámides aztecas, bosques embrujados y un cementerio maldito.
También deberá enfrentarse a nuevos villanos (como el despiadado Mascavidrio o el doctor Moquillo) o maleantes de viejo cuño (como el Rascabuches o el pérfido Alma Negra).
“A pesar de lo lento y tonto, lo torpe, siempre tenía algo muy importante que era un corazón como escudo y eso creo que es lo que saca adelante al Chapulín Colorado”, agregó el retoño de Chespirito.