Juliana Zoch Rodríguez le regaló a su mamá Sophia Rodríguez la experiencia de sentir un amor inexplicable. La bebé, de dos meses, representa el deseo cumplido que la chef y su esposo Ricardo le pidieron a Dios. Con solo una mirada, Juliana calma cualquier molestia que su madre pueda tener.
La chef Sophia Rodríguez conversó con La Nación del momento de amor inexplicable que vive desde la llegada de su primogénita, también de los cambios y episodios difíciles que se viven durante la maternidad.
En el caso de Sophia, recalca que las alegrías son más, sin embargo, reconoce que continúa lidiando con intensos dolores de cabeza y, además, hace poco le diagnosticaron Diastasis abdominal (separación de los rectos abdominales).
“La viven demasiadas mujeres después del embarazo y pocas se dan cuenta. Muchas mujeres se enteran cuando desarrollan síntomas como incontinencia urinaria. Es importante revisarse. Yo quería saber si mi suelo pélvico había quedado bien, y sí, pero a nivel abdominal no lo estaba. La diastasis provoca vientre abultado y no bajar tan rápido el abdomen. Es una realidad. No pretendo maquillar este proceso tan transformador”, dijo.
La presentadora de Qué buena tarde, de Teletica, regresaría a la televisión a mediados de noviembre. Ella participa todos los miércoles en el programa vespertino.
En entrevista, Rodríguez comentó que en los planes de ella y su esposo está tener otro hijo dentro de unos años, pues quieren que Juli, como llaman de cariño a su hija, crezca con hermanos.
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-¿Cómo han vivido usted y su esposo estos primeros dos meses con Juliana en sus brazos?
Pienso que estábamos más asustados de lo que debíamos estar. La verdad es que todo ha fluido superbién. El primer mes fue más difícil que el segundo.
“Todo es nuevo. Las necesidades de ella, el tema de la lactancia que es superrudo, no es algo que se pueda ensayar. Es tan frágil y no la conocíamos. Ya en el segundo mes la conocemos, sus mañas, trucos para cuando llora. Nos sentimos más confiados y tranquilos”.
-¿Qué sentimientos experimenta al cumplir este sueño de ser mamá?
Me siento absolutamente realizada. Plena. Es algo que añoré, es más lindo de lo que imaginaba con todo y lo difícil y cansado, que es algo que no pienso esconder. Lo lindo es más.
“A veces en la madrugada, que toca darle una toma que es cansada, uno se levanta como de chicha y cuando le veo los ojitos se me pasa. Todo lo que se puede experimentar negativo se borra en un segundo. Es una alegría. Me siento en deuda con Dios, se lo pedí, pero me concedió una niña perfectamente sana, preciosa, dulce. Me enamora todos los días. Dios se pasó conmigo”.
-Usted siempre ha compartido sus procesos con su comunidad en las redes sociales, sin embargo, ¿cómo ha sido lidiar con tantas opiniones y comentarios que le llegan?
Críticas u opiniones negativas han sido poquitas, pero como que la gente sugiere: ‘yo lo hice así, deberías de hacerlo así'. Mis amigas dicen que yo estoy haciendo ver la maternidad como algo llevadero. Creo que es porque soy muy práctica. Entiendo que la intención de la gente es ayudar o aportar. Yo opto por la opción llevadera. No me dejo afectar de tantas opiniones, porque puede ser abrumador. Uno se expone a tantas cosas que se satura.
“Soy práctica y si busco un profesional me dejo guiar. Soy poco controladora. El primer mes se facilitó porque teníamos acompañamiento de enfermera y asesora de lactancia, que fue un apoyo imprescindible. Confío en lo que me dice ella o el pediatra. No peleo contra esas opiniones para poner la mía. Esa es mi forma para avanzar rápido. No tiene sentido resistirse”.
-Es una figura que no se relaciona con la polémica y parece que su comunidad de redes sociales es muy sana, ¿no obstante, ha pensado proteger a Juliana de la exposición de las redes sociales?
Gracias a Dios lo que he sentido es demasiado amor y cariño de la gente hacia ella. Más bien es muy lindo. Le extienden el amor a ella. Hasta el momento no he tenido esa preocupación. Siento que tengo una comunidad sana y bien intencionada. Si llegara a detectar algo de odio o qué sé yo, creo que lo limitaría (mostrar a su hija) para protegerla.
-Durante el embarazo usted comentó que sufría intensos dolores de cabeza derivados del tumor que le extirparon años atrás. ¿Cómo se siente ahora mismo?
Más o menos. Se redujeron los episodios diarios, pero siguen siendo igual de fuertes. Es complicado. Me han cambiado medicamentos, no he visto un efecto definitivo, pues duran meses en actuar. Esa es la parte más frustrante para mí y que la gente no ve. Me puedo sentir lista y tengo aval para correr, pero la cabeza no me deja. Así con un montón en actividades que me gustaría realizar. He tratado de ser compasiva conmigo misma.
-Ha contado que en esta nueva etapa ha tenido acompañamiento de una enfermera y guía con el tema de la lactancia, pero, ¿cómo se ha sentido emocionalmente con tantos cambios?
En mi caso tengo la suerte de que con ese apoyo que he tenido y mis familiares y demás, no he tenido síntomas de depresión postparto. Entiendo lo abrumador para otras mujeres y lo fácil de llegar a ese punto. Son demasiados cambios al mismo tiempo.
“Al inicio fue difícil el tema de estar muy guardada por protección y recuperación, yo soy un ser social, alguien que necesita ver gente. Ahora yo misma me aventuro y voy con ella al súper. Es muy fácil, a veces sentirse muy vulnerable. Es demasiada la responsabilidad encima.
“(Tras el nacimiento de los hijos) El papá ayuda, pero al final la carga es de uno en todo sentido: que tenés que producirle suficiente leche, si esto no se hace se siente culpa por esta cultura pro lactancia materna que es un tema obsesivo de parte de algunos grupos. Y hay casos como el mío, que no produje demasiada leche y opté por la lactancia combinada de fórmula y pecho.
“Este estilo de alimentación es más compatible con mi estilo de vida tan ajetreado y de muchos compromisos. Me ayuda para tener más independencia. Ahorita andaba haciendo vueltas toda la mañana. Si no hubiera elegido este estilo de alimentación, hubiera estado demasiado estresada de que depende 100% de mí. En mi casa me apoyan para darle de comer. El tema de las culpas, culturalmente, tienen a las mujeres traumadas. Es inevitable de que en cierto punto te afecte”.
-¿Cómo le ha ido con la recuperación tras el parto?
Es un proceso que cuesta entender que va a tardarse. Luego de gestar por nueve meses, no se va a volver a lo de antes tan rápido. En teoría dicen que después del primer mes se puede hacer vida normal. La realidad es que hay que esperar más tiempo, no exigirte, más las que han sido muy activas antes, como yo que hacía tanto ejercicio. Me pasó que un día hice ejercicio fuerte y me inflamé. Retrocedí.
“En general no he tenido dificultades de infecciones en la herida (tras la cesárea). Me diagnosticaron Diastasis abdominal, eso implica que me cuide más. Hay ejercicios que no puedo hacer. La actividad de alto impacto no está permitida. Estoy con apoyo profesional y ejercicios específicos para poderlo cerrar. De momento no pretendo recurrir a cirugía, espero lograrlo a punta de disciplina y ejercicio.
-¿Qué tal le ha ido retomando su trabajo?
En teoría dije que me iba a dar el mismo tiempo de licencia de maternidad que se le da a una mujer que trabaje en una empresa. En noviembre terminaría esta licencia, pero la verdad, esto de trabajar no lo puedo evitar. Los emprendedores no tenemos horarios ni fechas fijas. Ya empecé a grabar (recetas).
“Por dicha tengo la posibilidad de trabajar desde mi casa. Veo a la bebé y la atiendo si lo requiere. Siempre había emprendido con la idea de que cuando tuviera hijos me pudiera dedicar a ellos. Todo ha valido la pena.
-¿Cuál es el momento más especial que ha vivido desde la llegada de Juliana?
Cuando nació y me la pusieron a la par fue una explosión de alegría. Otro momento especial pasa cuando está llorando y la intentan dormir y nadie lo logra; pero apenas llego, siente mi aroma y la amamanto, se queda dormida a los segundos. Ese es un superpoder que tenemos las mamás. Es una conexión que nada puede igualar. Es lindísimo vivirlo a diario. Pienso que es la conexión más mágica que haya conocido.