Hay quienes lo llaman maldición, para otros se trata del karma. Lo cierto es que el elenco de actores que dio vida a Beverly Hills 90210, una de las series juveniles más icónicas de la década de los años 90, ha tenido que afrontar todo tipo de situaciones que los hicieron poner los pies en la tierra después de su exitoso abrumador y gran fama.
Luego del abuso del alcohol, drogas, sexo y excesos con las cirugías estéticas en el clímax de su popularidad, el establecer sus prioridades en la vida los llevó a reunirse el año pasado para el esperado reboot: BH90210, que Fox estrenó en agosto, y aún no ha sido emitido en Latinoamérica.
La idea de esta nueva versión del programa era un sueño hecho realidad para los fanáticos, ya que se vería de nuevo a Jason Priestley (Brandon), Shannen Doherty (Brenda), Jennie Garth (Kelly), Ian Ziering (Steve), Gabrielle Carteris (Andrea), Brian Austin Green (David), Tori Spelling (Donna) y Luke Perry (Dylan). Sin embargo, los seguidores despertaron de golpe por el fallecimiento de Perry, a causa de un derrame cerebral.
Luego de agonizar durante cinco días en el hospital St. Joseph de Burbank, el actor murió a los 52 años, el 4 de marzo del 2019, acompañado por sus familiares y amigos.
Perry siempre fue persistente en su carrera. Aunque no logró estar en un proyecto con tanto alcance como 90210, sí tuvo participaciones especiales en series animadas como Los Simpson y Padre de familia. Mención aparte merece Riverdale, programa del que formaba parte cuando falleció y que tuvo que reconstruirse para continuar sin él.
Fue allí cuando entró a escena Shannen Doherty, quien fuera su novia en la trama de la serie juvenil, y quien fue invitada a Riverdale con el propósito de rendirle un homenaje al actor. Según ha expresado la actriz en distintas oportunidades, nunca se imaginó que le diría adiós de esta forma a “uno de sus mejores amigos” y con quien tenía mayor contacto tras el final de Beverly Hills, en el 2000.
Para Doherty, esta despedida era doblemente especial. En primer lugar, porque lo hacía para alguien que la apoyó en todo momento, luego de su diagnóstico de Crohn, padecimiento inflamatorio intestinal, en los 90 y de tener cáncer de mama en el 2015. Por otro lado, le permitió anunciarles a sus seguidores que ya estaba en remisión y eso era motivo de celebración.
La tranquilidad no duró mucho, ya que el martes, Shannen cedió una entrevista al noticiero ABC News, en la que reveló que padece cáncer de seno en fase 4. Sabía que en unos días se sabría la noticia, ya que decidió demandar a la aseguradora State Farm Insurance por un millón de dólares, debido a que la compañía se negó a pagar las reparaciones en su hogar de California para resolver los daños causados por el incendio de Woolsey.
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“Definitivamente tengo días en los que digo por qué a mí. Y luego voy, bueno, ¿por qué no a mí? ¿Quién más? ¿Quién más aparte de mí merece esto?”, dijo. “Pero diría que mi primera reacción es siempre la preocupación acerca de cómo, cómo voy a decirle a mi madre, mi esposo”, expresó en la entrevista.
Doherty también explicó que fue hace un año cuando recibió este diagnóstico, precisamente cuando se encontraba en el proceso de producción de BH90210. El tener que cumplir con su trabajo bajo estas condiciones resultó muy “desafiante” para ella.
Revelaciones
Si de escándalos hablamos es imposible no dedicarle espacio a Tori Spelling, quien en reiteradas ocasiones ha dicho que, para bien o para mal, ella siempre ha sido muy abierta sobre distintos aspectos de su vida. Es importante recordar cuando en su reality show True Tori, que se transmitió en el 2014, reveló que su esposo, Dean McDermott, le había sido infiel en varias oportunidades.
Hacer público esto la llevó a padecer ataques de pánico y crisis nerviosas, por lo que tuvo que recibir atención médica. El tener que lidiar con las afirmaciones de que había sido una de las protagonistas de Beverly Hills 90210 porque su padre, el legendario productor Aaron Spelling, formaba parte del proyecto televisivo, fue otro de los detonantes de estos episodios.
Sin embargo, lo que muchos desconocen es que la relación entre padre e hija nunca fue la mejor, al punto de que fue desheredada casi en su totalidad. A los problemas económicos se suma su adicción a los procedimientos estéticos. La actriz, de 46 años, se arrepiente hoy de todos los cambios a los que se ha sometido, ya que no se reconoce a sí misma cuando se ve al espejo.
“Realmente estoy viviendo un infierno en estos momentos. No reconozco mi rostro debido a mi adicción a tratamientos con el bótox y me siento completamente decepcionada de los resultados después de tantas cirugías por el desastre que he provocado en mi cara”, aseguró en el 2017 durante una entrevista con Radar Online.
A otros de los actores que hay que traer a colación es a Jason Priestley, con quien Spelling mantuvo relaciones sexuales durantes la filmación de la serie, y que se convirtió en uno de los hombres más deseados de la época gracias a su papel como el dulce e inteligente Brandon Walsh.
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Si existe alguien de este grupo que supo sacarle provecho a la fama, ese fue Priestley, quien en el año 1995 fue sacado por seguridad durante una entrega de los Globos de Oro, luego de tener una intensa discusión con Harvey Weinstein –hoy en juicio por abuso y acoso sexual–, y que terminó en golpes.
Para ese entonces, el hoy de actor de 50 años no reconocía que tenía un problema con alcohol, a pesar de haber sido detenido por conducir ebrio en varias oportunidades. Lo aceptó muchísimos años después e incluso publicó el libro Jason Priestley: A Memoir en el 2014, donde reveló momentos difíciles que vivió por su adicción.
La pasión por la velocidad también le ha traído problemas a su vida, especialmente en el 2002, cuando estuvo a punto de morir porque iba a a más de 290 kilómetros por hora y cuando chocó su vehículo contra un muro; fue operado de emergencia y sobrevivió contra todo pronóstico.
Cuando Priestley fue anunciado como parte del elenco de la serie The Code, en el 2015, se generó una enorme expectativa con respecto a su regreso a la pantalla chica, ya que anteriormente su carrera se había centrado en hacer producciones independientes. Se cayó de un caballo mientras filmaban la producción y se golpeó la cabeza.
“Tengo un historial de conmociones cerebrales, por lo que un neurólogo me tuvo que evaluar. Él aconsejó que me tome unos días de descanso, ya que sufrí una conmoción cerebral... Pero estoy definitivamente en vías de recuperación y con ganas de volver a trabajar con toda la gente maravillosa de The Code", escribió en sus redes sociales informando a sus fanáticos.
Bajo perfil
Los restantes del grupo de Beverly Hills 90210 se han mantenido un poco más alejados del ojo público, tal es el caso de Jennie Garth (Kelly). A sus 47 años aprendió a lidiar con un problema cardíaco congénito que le fue diagnosticado en el 2002, pero que reveló hasta el 2009 en su afán de mantener su privacidad. No obstante, la prensa rosa la sigue de cerca por sus relaciones amorosas; actualmente tiene tres divorcios y tres hijas, que son el centro de su vida.
Por su parte, Gabrielle Carteris (Andrea) siempre estuvo relacionada con el mundo de la actuación, principalmente desde el 2016, cuando fue designada como presidenta del Sindicato de Actores de Hollywood (SAG-Aftra). A sus 59 años, se encarga de velar por los derechos de los más de 160.000 miembros de la organización, además de trabajar en proyectos para la igualdad de género y contra la política de inmigración promovida por Donald Trump.
Uno que supo sacarle particular provecho a la fama fue, sin lugar a dudas, Ian Ziering, quien a sus 55 años puede jactarse de seguir teniendo una carrera en la industria, aunque sea con películas tan absurdas como las protagonizadas en la saga Sharknado –basada en un tornado marino que levanta tiburones del océano y los lleva hasta la ciudad de Los Ángeles– y que llegó hasta su sexta entrega en el 2018.
“Pensé que la película era realmente terrible y me preocupaba. Entonces no entendía más bien que su calidad visual, su cursilería era lo que realmente le daría éxito”, expresó en una entrevista con Teleguía.
Brian Austin Green solo se convirtió en noticia en el 2001, cuando emprendió una batalla legal contra de la también actriz Vanessa Marcil, a quien precisamente conoció en Beverly Hills 90210 y es la madre de Kassius Green, hijo de la relación que ambos mantuvieron en aquellos años y por quien peleaba la custodia. Él y Megan Fox han mantenido a flote su matrimonio, que peligró en el 2015 cuando anunciaron su separación; están juntos después de 10 años de relación.
Más allá del panorama aquí narrado, sería imperdonable negar que muchas de las realidades vividas por el elenco de la serie juvenil poco tuvo que envidiarle a la ficción. Al contrario, todo lo que les ha pasado en estos casi 30 años desde que se emitió el programa, perfectamente podría ser materia prima para nuevas temporadas de BH90210. ¿Qué más podríamos pedir?