Este es el sueño: tener horas y horas de entretenimiento al alcance de la mano, esperando por un clic para iniciar. El sueño es no ajustarse a horarios impuestos, sino que la programación se ajuste a la disponibilidad del usuario. Ese es el anhelo: tener el control.
En 1997, Reed Hastings y Marc Randolph tuvieron ese mismo sueño. Para cumplirlo, se valieron de las herramientas con que contaban entonces: el correo y una Internet casi prehistórico. Juntos fundaron Netflix, servicio que permitía a sus usuarios alquilar una película a través de un sitio web; la cinta luego se enviaba hasta el domicilio.
Hoy, Netflix es la mayor compañía de televisión por Internet —en inglés, el término utilizado es stream tv — en el mundo. Netflix acumula 53 millones de suscriptores alrededor del orbe, quienes pagan una cuota mensual fija a cambio de obtener acceso a una cantidad casi ilimitada de películas y series de TV.
Su conquista del mercado del entretenimiento ha sido constante y expansiva. En el 2007, Netflix eligió la TV por streaming y se alejó, poco a poco, del modelo de renta vía correo. Tres años más tarde, ya era el mayor foco de tráfico de Internet en Estados Unidos. Fue entonces cuando Netflix decidió que era hora de conquistar el mundo.
Comenzó en Canadá. Ese país fue el primer destino internacional de Netflix, en setiembre del 2010. Hoy, cuenta con 16 millones de usuarios fuera de EE. UU.
La expansión no ha sido meramente territorial. Netflix está en todas partes, de todas las formas posibles. Además de su sitio web, la compañía ofrece una aplicación disponible en consolas de videojuegos, teléfonos móviles, tabletas y otros servicios de streaming , como el Apple TV. La televisión ya no es solamente asunto de televisores.
Jugosa oferta. Aun cuando Netflix domina con amplitud el mercado y es el principal promotor de la televisión vía streaming , muchas otras opciones siguen sus pasos.
Tal vez el caso más interesante sea el de Hulu. Ante la amenaza que el crecimiento de Netflix representaba para sus intereses, tres gigantes del entretenimiento estadounidense —NBC, FOX, ABC— decidieron unir esfuerzos. Su respuesta fue Hulu, una iniciativa de streaming que, pese a su popularidad, aún dista de ser el fenómeno universal que es Netflix.
En el 2006, Amazon también incursionó en el negocio. Su propuesta, hoy llamado Instant Video, cobró fuerza en el 2011, gracias a la inclusión de más de 5.000 películas y series a su catálogo. Hoy, Amazon Instant Video es reconocido como el tercer lugar de la competencia.
Sony Pictures es dueña de Crackle, una opción gratuita pero con comerciales; FOX tiene su propia oferta, Play, que requiere de una suscripción a cable. Epix empezó en el 2009 y se especializa en películas; no es casualidad: sus dueños son los estudios de cine Paramount, MGM y Lionsgate. La lista engorda a diario: cada vez más contendientes luchan por ganar adeptos a la televisión por Internet.
Calidad. Buena parte del éxito reciente de las posibilidades por stream se debe a la creación de contenido original de calidad. El drama político House of Cards , de Netflix, ha cosechado un éxito monumental tanto en público como en crítica; con su primera temporada, que se estrenó en el 2013, se convirtió en la primera serie exclusiva de streaming en recibir nominaciones a los prestigiosos premios Emmy.
A esta se sumaron Orange is the New Black, comedia sobre la vida en una prisión de mujeres; Marco Polo, serie de tintes históricos cuya producción costó $90 millones a Netflix; y Transparent, producida por Amazon y que está nominada a un Globo de Oro como mejor serie de comedia y su protagonista, Jeffrey Tambor, como mejor actor. A estas tres se suman muchas más, de diversos formatos y estilos.
La televisión por streaming también se ha convertido en el salvavidas de varias series de culto que antes fueron canceladas por las cadenas convencionales. El primer ejemplo que atrajo atención fue la comedia Arrested Development , cuyas tres primeras temporadas se transmitieron entre el 2003 y el 2006; pese a tener una fanaticada fiel, los números de rating no pudieron sostenerla. En el 2013, sin embargo, Netflix apareció al rescate: reunió al elenco completo y al creador de la serie, Mitchell Hurwitz, para producir una cuarta temporada.
Otro caso: luego de ser cancelada por NBC tras cinco temporadas, la comedia Community estrenará su sexta temporada este año a través de Yahoo! Screen.
Uno de los puntos que mejor distinguen las series producidas para estos servicios es que todos los episodios de las temporadas se publican de golpe, sin necesidad de esperar, lo cual implica una transformación de la forma en que se consume televisión.
Cambios. En octubre del año pasado, HBO —rey de la televisión estadounidense— hizo un anuncio que puso a la competencia en jaque. El gigante de la TV comunicó que su propuesta de streaming cambiaría sus políticas de uso a partir del 2015.
Hasta ahora, para utilizar HBO Go, era necesario contar con una suscripción de cable que incluyera el canal. El cambio apunta a un modelo similar al de Netflix, en el cual el cable es innecesario y los usuarios pagan una única cuota para acceder al contenido a su mejor conveniencia: un menú televisivo a la carta.
Hasta ahora, poco se sabe del inminente estreno del nuevo HBO Go. Su lanzamiento está fechado para abril, lo cual coincide con el estreno de la quinta temporada de su serie estrella, Game of Thrones . Su éxito está casi asegurado.
Esta decisión de HBO generó reacciones encontradas. Algunos medios y opiniones aseguran que este es el final del cable y del consumo televisivo tradicional; otros se niegan a creerlo.
“La evolución del mercado apunta a un incremento en la demanda de servicios vía Internet, como los contenidos por streaming ”, cuenta Norman Chaves Boza, gerente de Asuntos Corporativos de Tigo Costa Rica. “Pero es un hecho que se complementan con los canales por cable en lugar de sustituirlos”.
No obstante, alrededor del mundo, esto parece cambiar poco a poco. En el 2010, la cantidad de usuarios de Netflix que también pagaba por cable era el 88%; en el 2014, ese número se redujo a 80%. Es decir, mientras aumenta la cantidad de usuarios de stream tv , poco a poco también sube la cantidad de gente que deja el cable de lado por completo.
En octubre del 2013, Leslie Moonves, presidente ejecutivo de CBS —la cadena de TV más vista de Estados Unidos— dijo a la revista New Yorker que no le preocupaban las opciones de streaming como amenaza a su negocio. “Tengo años de escuchar que el cable está muerto, cuando en realidad vamos mejor que nunca”.
Solo un año más tarde, el propio Moonves fue el encargado de presentar CBS All Access, nuevo servicio de televisión por Internet de su cadena. “Todo el mundo habla de ello”, dijo el ejecutivo al New York Times . “Es parte importante de nuestro futuro. El mundo va en dirección a la televisión en streaming . Nuestro trabajo es crear el mejor contenido que podamos y permitir que la gente lo disfrute de cualquier manera que guste”. Moonves aprendió, a la mala, a comerse las palabras.
En Costa Rica. Netflix llegó a nuestro país cuando la compañía incursionó por segunda vez en territorios fuera de Estados Unidos. Costa Rica forma parte de Netflix Latinoamérica, cuya expansión comenzó en setiembre del 2011. Desde entonces, el crecimiento ha sido abrumador.
Kari Pérez, encargada de prensa de Netflix para Latinoamérica, asegura que la compañía cuenta con más de 5 millones de miembros en la región. “Las conductas de los usuarios son universales”, asegura Pérez. “En América Latina, el contenido para niños tiene buena acogida”.
De acuerdo con Pérez, Netflix no desglosa números por país en la región latinoamericana; debido a lo anterior es difícil discernir cuántos de esos usuarios provienen de Costa Rica; la tendencia, en cualquier caso, es al alza, como en todo el mundo.
Cada vez son más quienes se atreven a experimentar la televisión por streaming y a controlar lo que ven, cuándo lo ven y por qué lo ven.
Ese era el sueño.
La expansión mundial de Netflix no está exenta de trabas. El servicio está disponible en más de 50 países; sin embargo, por restricciones de distribución, no puede ofrecer el mismo contenido en todas las regiones. Muchos usuarios de Netflix se han valido de redes virtuales privadas (VPN, por sus siglas en inglés) para engañar al sistema y hacerle pensar que se encuentran en otros lugares del mundo para así acceder a distinta programación. En días recientes trascendió la noticia de que Netflix pensaba bloquear a los usuarios que se valieran de un VPN. La compañía, por su parte, niega haber empleado medidas particulares, sino métodos estándar de la industria. Por lo pronto, los usuarios se mantienen a la expectativa.
De los principales servicios de televisión por internet, solo Crackle y FOX Play están disponibles en Costa Rica de manera nativa, sin necesidad de un VPN; todavía no se conocen los planes de expansión del nuevo modelo de HBO Go.