En el cierre del año es costumbre que la mayoría de medios especializados emitan sus listados de las mejores series de televisión de los últimos 12 meses. Su criterio suele ser bastante equilibrado y exhaustivo, abarcando tantas plataformas y contenido en sus consideraciones como les sea posible. Pues bien, mi lista no se parece en nada a eso.
No soy crítico de televisión ni pretendo serlo, sino solo alguien que, al igual que usted, invierte muchas horas (quizá demasiadas) en plataformas de streaming. Mi entretenimiento primario en el último lustro ha sido el consumo de series de televisión mediante servicios online y ya prefiero no sacar cuentas de lo que gasto mensualmente en suscripciones digitales.
Todo este preámbulo es para hacerle ver que, sin duda, habrá series muy buenas de este año que no tomé en cuenta, simplemente porque no tuve tiempo de verlas o bien porque gasté horas que no voy a recuperar en otras series muy malas, de esas que uno escoge a gallo tapado y que cuando cae en cuenta ya es muy tarde para dejarlas abandonadas, aún cuando sabemos que su calidad es deficiente (te estoy viendo, Netflix).
Así, sé que me perdí de algo muy bueno al no ver series de las que todo el mundo habló muy bien en el 2022, como The White Lotus (HBO Max), Pachinko (Apple TV) y The Bear (Star+). Todas son asignaturas pendientes para el 2023.
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Unas anotaciones finales antes de entrar en materia: Los Anillos del Poder (Amazon Prime) me entretuvo pero no estuvo ni cerca de estar entre lo mejor del año, pese a ser la serie más cara de la historia; me parecieron mejores y más innovadoras Ms. Marvel y She-Hulk que Obi-Wan Kenobi (todas de Disney+); no recuerdo ni una sola serie latinoamericana que me llamara la atención este año, y perdonen pero no le encuentro el encanto a The Sandman (Netflix): entiendo que la materia prima es motivo de culto pero me pareció una serie insoportablemente aburrida y que, haciendo honor a su temática, me indujo al sueño en cada capítulo.
Mención de honor: The Old Man (T1)
Dónde verla: Star+
En un extraordinario duelo actoral entre los veteranos e infalibles Jeff Bridges y John Lithgow, la serie aborda la historia de un exagente de la CIA, quien tras vivir por décadas oculto debe volver a la acción cuando antiguos enemigos dan con su paradero. Bridges no hace mucha televisión, por lo que hay que aprovecharlo en esta producción, la cual abunda en emociones, violencia, drama familiar y locaciones exóticas. La serie ya fue renovada para una segunda temporada.
10. Black Bird
Dónde verla: Apple TV
Una miniserie de la que no se habló mucho, pero que sin duda mereció más reconocimiento (por algo tiene una calificación de 97% en Rotten Tomatoes). Se trata de un drama carcelario basado en una historia real, acerca de un carismático convicto que recibe de parte de las autoridades una oferta a la que no podrá resistirse: ganarse la amistad de un reo sospechoso de ser un asesino y violador en serie y que pronto podría ser puesto en libertad por falta de evidencias en su contra. De él depende que el psicópata caiga.
El elenco es de lujo, con Taron Egerton y Paul Walter Hauser en uno de sus mejores momentos. Además, la serie significó el último título de Ray Liotta, quien brilla en una actuación de padre atormentado que bien podría valerle premios póstumos.
9. Merlina (T1)
Dónde verla: Netflix
Admitámoslo: este éxito no lo teníamos en el radar. Se sabía que esta nueva adaptación de Los Locos Addams venía de la mano de Tim Burton pero lo cierto es que el aclamado y vanguardista director llevaba rato sin pegar un home run, por lo que este estreno no estaba entre los más esperados del año en Netflix. Sin embargo, fue cuestión de pocos días para que entre recomendaciones de boca en boca y bailes virales de TikTok, todos nos pegáramos de esta serie.
El mérito del equipo de creadores de la serie, conformado por Alfred Gough y Miles Millar (los mismos que supieron reinventar a Superman con Smallville) es enorme, pues tomó una propiedad asociada exclusivamente con la comedia y la convirtió en un espectacular híbrido de humor negro, historia de detectives, drama colegial y la dosis justa de gore y horror para que aguante ser disfrutada por toda la familia. Jenna Ortega brilla como la nueva Merlina, y el mundo quedó encantado con Emma Myers, la colorida Enid que balanceó el cinismo de la protagonista.
A la vista del inminente final de Stranger Things, Netflix encontró en Wednesday su nueva franquicia de cultura pop, una que bien podrá extenderse por varios años.
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8. Five Days at Memorial
Dónde verla: Apple TV
Otra miniserie que pasó inadvertida y que merece una segunda oportunidad en su lista de pendientes. Está basada en la historia real de lo sucedido en el Hospital Memorial, de Nueva Orleans, durante y posterior al paso del huracán Katrina, en agosto del 2005. En medio del caos que se apoderó de esa devastada ciudad estadounidense y a medida que el centro médico colapsaba, el personal se enfrentó a decisiones de vida o muerte con respecto a los pacientes a su cargo. El reparto es liderado por una Vera Farmiga, extraordinaria en el papel de la doctora Anna Pou, una respetada cirujana cuyas acciones en aquellos cinco días terribles luego fueron sujeto de intenso debate.
7. Peacemaker (T1)
Dónde verla: HBO Max
Previo a que Warner Bros. le entregara a finales de este 2022 a James Gunn las llaves del reino DC, el director le demostró a sus futuros jefes lo bien que le sienta el formato televisivo por medio de Peacemaker. Continuación de lo que Gunn hizo en cines con El Escuadrón Suicida (la mejor película del aún vigente Universo Cinematográfico DC), la serie fue la primera producción original de HBO Max que se hizo notar y generó interés de los suscriptores. Centrada en el antihéroe Christopher Smith / Peacemaker, permitió a John Cena consolidarse como el mejor actor entre todos los exluchadores que hoy dominan Hollywood (sí, Cena es mucho mejor actor que Dwayne Johnson. Había que decirlo).
Semanalmente, Peacemaker fue imperdible y tuvo de todo: humor tan incorrecto como irresistible, un soundtrack espectacular de hard rock ochentero, historias disparatadas, tremendas reflexiones sobre humanidad y cómo nos relacionamos con los demás y, desde luego, una absurda cantidad de referencias, críticas y burlas hacia el género de superhéroes y la cultura pop en general.
6. The Boys (T3)
Dónde verla: Amazon Prime Video
The Boys es hoy el mayor activo que tiene Amazon en su catálogo de series originales. Se trata de un producto para público adulto que no se anda por las ramas en cuanto al uso de violencia y contenido sexual, licencia que otras plataformas de corte más familiar no pueden darse.
En su tercera temporada, la serie sobre superhéroes introdujo nuevos personajes y puso a prueba relaciones, al mismo tiempo que mostró escenas aún más perturbadoras que las vistas en años anteriores (lo cual es mucho decir). La premisa de que en un mundo en que las personas con superpoderes serían no heroicas, sino abusivas, inmorales y corruptas, cobra en cada episodio más vigencia y los productores no tienen intención de ocultar los escalofriantes parecidos entre la ficción de la serie y la realidad de la actual sociedad estadounidense de la post-verdad y el trumpismo. Si tiene estómago, esta es una serie imperdible y fascinante. Ah, y todo el reconocimiento para Anthony Starr, quien hace de Homelander el mejor villano de la televisión.
5. Stranger Things (T4)
Dónde verla: Netflix
No fue una temporada perfecta, ni siquiera la mejor de Stranger Things, pero lo bueno que tuvo fue tan bueno que eso le bastó para ser la serie más importante de Netflix en el 2022 (sí, sabemos que estuvo Dahmer y que todos la vimos, pero la fascinación que generó la dramatización de la historia sobre el psicópata carnicero no habla bien de la especie humana).
Esta temporada de Stranger Things disminuyó el rol preponderante de personajes que antes eran los estelares, como Eleven, y eso dio espacio para que otros brillaran: Sadie Sink fue impecable y la mejor pieza de todo el elenco como la atormentada Max; Joseph Quinn se insertó en las grandes ligas de Hollywood de la mano del entrañable y marginado metalero Eddie Munson, y Jamie Campbell Bower se robó el show al dar vida al primer villano con historia de la serie, el aterrador Vecna.
Sumemos a todo lo anterior que fue Stranger Things la que le introdujo de la mejor manera a la inmortal Kate Bush delante de una nueva generación de escuchas y que hizo de Master of Puppets, de Metallica, la canción que unió a padres e hijos en comunión roquera #TomaEsoFishman
4. House of the Dragon (T1)
Dónde verla: HBO Max
La serie sobre la que HBO Max apostó su futuro resultó ser, afortunadamente, algo más que solo una historia derivada de Game of Thrones. Precuela de la producción insignia de HBO, House of the Dragon supo diferenciarse de aquella pero al mismo tiempo mantener los elementos que más gustaron a la audiencia sobre la adaptación de la obra de George R. R. Martin.
Las disputas de palacio entre los verdes y los negros de la casa Targaryen resultaron cautivantes, así como personajes complejos, traicioneros y de muchos matices que con solo una temporada ya son parte de los consentidos entre los entusistas de Westeros. House of the Dragon aprendió de los errores de Game of Thrones: no hay prisa ni apuro por contar el cuento; la violencia sexual explícita no tiene parte, y Martin es parte integral del producto. Anótese también un tremendo trabajo actoral, con intérpretes como Paddy Considine, Matt Smith, Emma D’Arcy, Rhys Ifans, Olivia Cooke y Eve Best dando cátedra dramática. Con esta serie, HBO volvió a dominar las noches de domingo, y eso nos hace bien a todos.
3. Severance (T1)
Dónde verla: Apple TV
Apple tuvo un 2022 notable con sus series originales, siendo sin duda Severance su joya de la corona. Este thriller nos enfrentó a cómo serían nuestras vidas si en serio lográramos separar lo laboral de lo personal... literalmente. Inspirada en filmes como Brazil, la serie muestra a un grupo de empleados de una compañía tecnológica que aceptan someterse a un procedimiento quirúrgico que aparta sus memorias del hogar de las de la oficina, lo que en la práctica se convierte en dos existencias separadas e, inevitablemente, en curso de colisión.
Adam Scott es Mark, el buen compañero y líder de equipo en la oficina y el caótico y miserable tipo promedio en el mundo no corporativo. A su lado hay un reparto extraordinario, en el que todos brillan Zach Cherry, Britt Lower, John Turturro, Christopher Walken y Patricia Arquette (¡que clase de actriz!).
Una serie imperdible. Y que le dejará pensando... mucho.
2. Andor
Dónde verla: Disney+
Andor es el producto menos Star Wars que ha salido de Star Wars. Y justo en eso radica su encanto.
No digamos que es la mejor serie de Disney+ derivada de Star Wars (que lo es) ni el mejor título que ha salido desde que Disney le compró la franquicia a George Lucas (que también lo es). Todo eso ya se sabe. Hablemos de lo que no todo el mundo dice en voz alta: Andor (obra del gran Tony Gilroy) es una historia sobre gente pobre, sobre los desposeidos, sobre cómo opera el fascismo, sobre cómo germinan no solo los movimientos revolucionarios, sino también cómo los caminos de los rebeldes y de los terroristas muchas veces se confunden.
Andor es una serie política, lenta e incluso pesada, en la que no hay jedis, robots, en la que nadie usa la Fuerza y en la que el Imperio no se idealiza con villanos cool como Darth Vader o Boba Fett. No es una serie para chiquitos, no tiene muñecos que se puedan convertir en peluches navideños y es probable que muchos fans de Star Wars la odien (majaderos e intolerantes que nunca faltan). Todo eso está bien, así tenía que ser.
Por eso no deja de sorprender que una de las mayores corporaciones del mundo cuente una historia que sigue el manual del contrarrevolucionario, que bien parece inspirada más en el Che Guevara que en un mesías cristiano. Andor nos lleva, de la mano de un extraordinario Diego Luna y acuerpado por actuaciones finísimas de Kyle Soller, Adria Arjona, Fiona Shaw, Stellan Skarsgård, Denise Gough y Genevieve O’Reilly, a los estratos más lastimados del Imperio Galáctico, a entender a la gente oprimida y desechada, a los fanáticos de la ley y el orden que ejecutan sin miramientos los designios del poder, a los líderes políticos que gestan y financian la insurgencia a costa de su seguridad y familia, y a partisanos que están dispuestos a sacrificar inocentes en aras de una causa mayor.
Para ser una historia cuyo final ya sabemos (Rogue One), Andor sorprendió siempre, aun cuando parecía que no pasaba nada. Y es que la vida no siempre se trata del héroe que destruyó la Estrella de la Muerte, sino también de los pobres diablos que fueron forzados a construirla (sí, spoiler pero la culpa es suya. Ya debería haberla visto).
1. Better Call Saul (T6)
Dónde verla: Netflix
Lo único malo que tuvo la temporada final de Better Call Saul (BCS) es que significó la despedida definitiva del universo Breaking Bad. Qué inmenso privilegio fue revivir la experiencia de entregas semanales (como con “la tele de antes”) e ir consumiendo los capítulos de a poquitos, rindiéndolos, y acercándonos con el corazón en la mano hacia la conclusión de la historia de Saul Goodman y Kim Wexler, así como a la de Nacho, Lalo y Howard (inserte emoji de llanto desconsolado), así como a los episodios que no conocíamos de Gus y Mike, e incluso al reencuentro con Walt y Jessie.
Saltando en el tiempo entre la narrativa de las dos series y atando cabos sueltos, la historia no solo fue cautivante, sino que nos dio una sexta temporada que superó a cualquiera de las temporadas de Breaking Bad. Con incorporaciones como la de la legendaria Carol Burnett, BCS completó un arco de redención para Jimmy/Saul que parecía no se daría y nos condujo por algunas de las lecciones mas soberbias de actuación que hemos visto en tiempos recientes: el impecable monólogo de despedida de Michael Mando, la escena final de Jonathan Banks, los pequeños rasgos de humanidad en la máscara de Giancarlo Esposito, el dolor en la cara de Patrick Fabian, la demoledora escena de Rhea Seehorn en el bus del aeropuerto (ustedes saben de qué les hablo) y la dedicación sobrehumana de Bob Odenkirk para un personaje que, literalmente, casi le cuesta la vida.
Todo esto suena a paja, quizá, pero es difícil no derretirse en elogios ante una pieza de arte tan preciada. Muchas gracias, Vince Gilligan y Peter Gould. Les debemos mucho.