Físicamente, Lorna Cepeda conserva los atributos del personaje de Patricia Fernández, la conocida Peliteñida de Yo soy Betty, la fea. Su silueta es esbelta, sus piernas igual de torneadas y su cabello rubio. Sin embargo, ella es Lorna, la mujer, la persona, una que rebosa simpatía y no se muestra para nada pretenciosa, tal y como lo hacía su personaje que 20 años después continúa siendo recordado en Costa Rica.
Lorna Cepeda, hoy de 51 años, es noticia en el país no porque Betty la fea continúe en el top 10 de Netflix, ni tampoco porque la plataforma anunció que sacará de su catálogo la exitosa novela; sino por su sonada incorporación al programa Dancing with the Stars (DWTS), espacio de Teletica que la fichó como figura internacional para su sétima temporada.
Previo a la primera gala del programa de Canal 7, Cepeda conversó con Viva acerca de este nuevo reto que asume, uno en el que no se siente para nada confiada (además de las calificaciones del jurado, el programa cuenta con un sistema de votaciones) pese al cariño que le ha mostrado el público costarricense.
“No sé si el público te apoya. Mira uno nunca puede estar confiado de nada, tú no estás confiado en la vida nunca de nada. Siempre que dicen que algo va a ser un éxito, digo: ‘no lo sé, hay que trabajar, hay que esperar por eso’. Hay que ver, porque muchas cosas pueden pasar. El público te puede amar, pero también pueden amar a mucha gente también. Tú nunca tienes nada comprado. Realmente, tú siempre tienes que trabajar en lo que estás haciendo y por lo que estás haciendo”, respondió a la consulta en la que se le preguntó si creía que tenía alguna ventaja gracias a su querido personaje.
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Las palabras de Lorna la muestran como a una persona completamente diferente a Patricia Fernández, quien pese a ser un personaje gracioso, no disimulaba sus aires de grandeza. Lorna, a quien finalmente tendremos la oportunidad de conocer como la mujer más allá de la actriz, es agradable, atenta y se muestra como una figura aterrizada.
Durante la conversación, Cepeda se refirió a su felicidad al estar en Costa Rica, un país que “le encanta” y en el que permanecerá mientras se mantenga en competencia. La colombiana expresó que “las ticas y los ticos son divinos”.
“La gente es maravillosa. Siempre me ha parecido muy lindo acá en Costa Rica. Entonces estoy muy contenta. Esa parte me tiene muy contenta”, comentó.
Una hora antes de su presentación, manifestó sentir nervios y mariposas “de las no chéveres” en su estómago. Sin embargo, estaba segura de su decisión, pues es una mujer que siempre busca salirse de su zona de confort y asumir retos.
“Es como un riesgo que uno toma a veces. Me ha pasado en mi carrera. No sé si lo busco o me busca. Se tiene miedo de algo pero igual lo haces. Eso me ha pasado en mi vida. Quiero vencerlos (los desafíos).
“Sí, es eso, salirse de la zona de confort. Eso es lo que pienso. Uno no puede estar ahí con lo mismo, con lo mismo y con lo mismo. Tienes que salirte de la zona de confort de vez en cuando. De vez en cuando hay que retarse un poco. Eso es parte de la vida”.
Lorna entró a un concurso de ballroom que es bastante exigente a nivel físico. Ella cuenta con el apoyo de Michael Rubí, su pareja de baile, y quien hasta ahora no se ha coronado como ganador de ninguna temporada. ¿Lo logrará con Lorna?
Personal
Asumir esta nueva aventura en sus 50 es indiferente para Lorna, pues reconoce que la edad no importa.
“Siento que hay que continuar así durante el transcurso de la vida, hasta que te vayas de este plano. El día que ya tú no hagas nada, va a ser complicado”, dijo.
La originaria de Cartagena, Colombia, resalta la importancia de mantenerse activa.
“El día que no estés activo te apagas. Y eso es lo que no quiero todavía. Siempre podemos seguir adelante, aunque tengas 70, ochenta y pico, qué delicia”.
Esta entereza y deseos de continuar haciendo, trabajando y asumiendo retos es parte de su esfera profesional. Revela que en el ámbito personal es “más fresca y relajada”.
Incluso contó que como mamá a sus hijos nunca los presionó para tener notas perfectas, más bien siempre les incentivó para que sean personas apasionadas por lo que hacen.
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Ella es madre de tres hijos: Daniela, de 32 años; Nathaniel, de 27, y Mariano, de 25. Además, es una feliz abuela.
“A mis hijos siempre les decía que el día que se fueran a dedicar a su carrera que lo hicieran con algo que les gustara, que los apasionara y que fueran los mejores. Que si a alguno lo que le apasiona es ser carpintero, entonces que sea el mejor. Les digo que se dediquen y que tengan la disciplina para ser el mejor en lo que te apasiona”.
Así lo ha hecho ella. “Soy muy apasionada con mi carrera, con mis cosas, trato de hacer las cosas muy bien, cuando me aburro ya es otra cosa. Pero hago lo posible, por eso te digo: me gustan estos retos”, añadió Lorna, quien no es amiga de la monotonía.
En este primer programa de Dancing with the Stars, Lorna tuvo una compañía internacional: se trata de su mánager Mara del Socorro Valencia, quien viajó desde Colombia. La actriz espera que pronto un espacio del público esté ocupado por su prometido Juan David Morelli, con quien hace unos meses anunció que se casará, tras estar soltera por varios años.
“Estoy muy feliz y contenta, ¿viste (lo del compromiso)?. Las cosas yo creo que no tienen edad. Las cosas te pueden pasar en determinado tiempo. Yo duré siete años sin pareja; estaba muy dedicada a mi trabajo, demasiado metida en mis cosas. De repente llega el amor, qué chévere”.
Lorna se refirió un poco más a su futuro esposo, quien le mostró otra vista del amor.
“Él es muy especial. Al ser tan especial es como que vino a mi mundo para mostrarme que hay otras cosas más bonitas, lindas. El amor también es muy importante. Me di cuenta que el amor de pareja es muy importante para mí.
“Por un tiempo lo dejé de lado. Me parece que todo se mueve en el mundo por medio del amor, pero en el caso del amor de pareja era complicado porque me sentía tan bien conmigo, normal, como que no era tan importante el amor de pareja, pero me di cuenta de que sí”.
La competencia
La colombiana tiene altas expectativas de esta competencia, pero está decidida a disfrutar del proceso.
“Quiero pasarla bien, rico, conocer gente. Quiero divertirme, retarme, hacer cosas nuevas. Me da miedo esto de que me tiren al piso, este tema de las volteretas que ya estoy negociando con Mike, quiero retarme a eso”, comentó. Además, dice que su interés de ganar la competencia creció porque sabe que sería muy especial para su coreógrafo y compañero de baile.
Finalmente, la simpática actriz, quien recientemente estaba con las grabaciones finales de la telenovela Hasta que la plata nos separe, mencionó que ella creyó que sabía bailar, pero que al enfrentarse al mundo del ballroom topó con una realidad distinta.
“Uno sabe moverse, como cuando entonas y cantas. Pero cuando de verdad vas a hacer algo exigente te das cuenta que realmente no sabes mucho y te toca aprender. Aprender y aprender”.