En una extensa entrevista en la que Glenda Peraza, Viviana Calderón, Cristiana Nassar y Maureen Salguero hablaron acerca de su regreso a la televisión e hicieron un recorrido honesto por las experiencias que las convirtieron en las mujeres maduras de hoy, ellas también respondieron a las preguntas relacionadas con los momentos más amargos o complejos que han tenido en su carrera como figuras conocidas. También se refirieron a las reacciones de los usuarios de redes sociales cuando se publica alguna nota relacionada con ellas o con sus colegas, en las que muchas veces se destila “odio”.

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Viviana Calderón

“Sin duda, en mi caso el momento más duro ha sido mi proceso de divorcio, que ya un divorcio es muy fuerte y hacerlo público generó comentarios muy destructivos, muy pesados y muy hirientes. Fue horrible. Todo mundo pasa por algo así, hay divorcios constantemente. En la vida de pareja, solo uno que está bajo el mismo techo sabe lo que está pasando y son cosas que son muy de uno. Ya que se haga público y que se generen todo tipo de historias que nos son ni reales, y uno con esas ganas de hablar y decir que las cosas no son así porque entonces se genera aun más morbo, más situaciones engorrosas. Yo todo lo guardé. Yo de repente vivía con mi mamá y tenía a Giuli ahí y yo tenía que ser fuerte. No demostraba debilidad ni nada, me lo guardé todo. Iba al programa y trabajar con la persona con la que supuestamente pasó todo el desmadre (durante el proceso de divorcio se le relacionó con su excompañero de Buen Día, Omar Cascante). (En el trabajo) me decían que tomara vacaciones, que me fuera y yo no quería irme. Yo seguía ahí. Ahorita estoy empezando con terapias y todo. La gente dice: ustedes se lo buscan, son figuras públicas, ahora aguanten”.

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Glenda Peraza

“Cuando pasó lo de Repretel (Glenda estaba haciendo la licencia de maternidad de Natalia Monge en Informe 11 y en una reunión de amigos hizo una transmisión en vivo en la que bromeaba que quería que la llamaran de Teletica) y me despidieron, y que sacaron una nota pequeña (en La Nación y La Teja) esa ha sido la peor parte que he vivido en el medio. Todos los medios atacándome, diciendo que 'no se mordía la mano que da de comer, en donde yo no hice nada malo. A parte no dije nada malo. Sacaron del contexto e hicieron el daño. Yo lloré tres días seguidos. Mi esposo me dijo que el mundo no se estaba acabando aquí y que nada me podía quitar mi valor como humano. Casi que me tuvo que prohibir leer comentarios. Desde ahí no sigo medios en ninguna red social, porque entonces sufría por lo que le ponían a Vivi (Viviana Calderón), por lo de todos. Porque los que estamos en este medio nos queremos. Nos respetamos. Porque uno sufre porque sabe que no es cierto todo lo que se dice.

“A mí me echaron (de Repretel) y hasta me escoltaron”, agregó.

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Peraza hizo alusión a “las notas negativas” que publican “algunos medios” en los que informaciones “feas y malas” son las que venden.

“Hice algo por salud mental de no seguir a ningún medio, ni siquiera a Multimedios. Hay notas que sacan muy negativas. A veces hay notas que salen con noticias como las de Vivi (y todo lo que se generó alrededor de su proceso de divorcio) y tenían publicidad, claro porque eso genera 2.200 comentarios de odio. Si dicen que el presidente donó a una escuela, entonces solo hay tres comentarios. Lo feo y lo malo es lo que vende. Eso es muy triste. Estoy en contra de eso. Uso mis redes sociales como responsabilidad individual, creo que en esa parte vamos a aportar mucho: a generar paz, amor y por supuesto compasión entre nosotras mismas las mujeres”.

Maureen Salguero

“Yo voy a aprovechar (para hablar) porque hay muchas cosas muy injustas en la televisión. Yo trabajé para Repretel todos esos años. Era empleada de confianza. Creo que la relación era pareja, yo trabajaba con responsabilidad y compromiso como el canal comprometida y responsablemente me pagaba. En esa relación no hay deuda. No es morder la mano de quien te da de comer, te dieron de comer porque trabajaste. En 2013 mami tiene los tres infartos ese mismo año 2013, empecé a pedir permisos para estar en las operaciones de mi mamá. Mami fue sometida a siete operaciones. Cuando iba por el tercer permiso alguien que no voy a decir quién es, pero él si lo lee va a saber, dijo que no sabía cuál era la pedidera de permisos, porque 'ni que Maureen fuera la doctora' para yo estar en todas las operaciones. Apenas mami volvía de la anestesia me llamaba a mí, yo le ponía los dientitos, la peinaba y la acompañaba mientras ella se recuperaba. Así quedó consignado en mi carta de renuncia porque yo renuncié. A mí no me han echado nunca de un canal y ellos quisieron sugerir que me echaron.

Entonces yo renuncio y digo: 'en el canal soy sustituible, en mi familia, no. Por eso me voy. Yo iba a hacer preaviso, al día siguiente puse mi dedo para entrar y no me dejaron”.

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Con relación a los ataques de algunos usuarios en redes sociales, Maureen refirió que “ser alguien de televisión no es reprochable, no es fácil. Todos tienen méritos por estar haciendo lo que se hace”.

“Hay determinación propia. Trato de estar por encima de eso (los comentarios negativos). Uno lee 100 comentarios hermosos y uno feo y se queda pensando en el feo.

Iba a contar que un día fui añeja, como toda la gente de Hatillo, a las 5 a. m., a buscar ficha para agarrar cita y mientras repartían fichas luego de una hora de estar hablando con una señora, me dice: ‘no te han dicho que te pareces a la tal Tía (con ese nombre se le reconoce desde su paso por A todo dar), y le dije que sí, porque creí que me estaba molestando. Y me dice: ‘qué vacilón, las dos de Hatillo, con el mismo lunar y la misma voz, pero vos me caes bien, porque a esa (palabra grosera) no la soporto’”.

Salguero añadió: “Ve la ironía de la situación. Al hablar una hora conmigo yo ya le caía bien. Hay amor gratis y odio gratis”.

Cristiana Nassar

“En mi caso, un periodista de La Nación rescató fuera del contexto una frase que yo dije y él la puso y se paseó en mi vida por dos años. Él tiene “el tupé” de que me ve y me saluda.

Yo estaba en un barco el día antes de que se da el terremoto de Cinchona, un periodista de La Extra me llama a preguntar que si me asusté y le digo que no me dan miedo los temblores, que estoy en el salón de belleza, que las señoras corrieron abajo y yo tranquila. El periodista me dice: ‘se quedó relajada en tanga roja en el salón y no salió porque andaba en tanga roja’, ese fue un chiste de ese periodista, yo no dije nada. Mi hija iba a la par y es mi testigo. Yo ni entendí el chiste, luego eso sale en La Extra. Luego viene un periodista de La Nación toma esa frase y saca una página entera de que yo me estaba burlando de los muertos de Cinchona. Yo estaba en un crucero y no me pude defender. Me arruinaron el paseo y la vida por dos años. Eso me mató. Yo vomitaba y lloraba”.

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Nassar también aprovechó la conversación para exponer el difícil periodo que vivió en el que “por trabajar en televisión debía de mantener una talla y eso le impedía comer”.

“Después de que yo hice formatos la última vez yo decidí no volver a pasar hambre, porque pasaba hambre que me iba a morir, ni a trabajar más expuesta en tele. Pasaba hambre porque tenía que pesar X cantidad. Pasaba seis meses sin comer. Lo juro por Dios. Cuando terminaba el formato (Nassar se negó a decir cuál formato y cuál canal) me iba de viaje para empezar poquito a poco a comer. Solo tomaba hidratante. Esto para qué. Es imposible que mi cuerpo tan grande se viera delgado”.