El 8 de enero, Lussania Víquez se reencontró con uno de sus amores: la televisión. Tras terminar su licencia de maternidad, la presentadora de Informe 11, de Repretel, retornó a su trabajo, lo que implicó que por primera vez en cinco meses y medio se separara de sus mellizos Antonella y Alessandro Sáenz Víquez.
Como es usual, expresa con franqueza su sentir y resalta lo valioso que es para ella continuar realizándose como mujer y profesional, aunque, por supuesto, reconoce que existe un pequeño duelo al dejar por unas horas a los mellizos.
“Siento como mucha alegría y realización personal al retomar mi trabajo, pero a la vez nostalgia de dejarlos ese ratito solos. Creo que se me va a pasar. Debe ser momentáneo porque tengo cinco meses y resto de no separarme un segundo de ellos”.
Víquez fue categórica en expresar que quizá su caso llame la atención porque ella es una figura pública: sin embargo, enfatiza, lo que experimenta lo afrontan muchas mamás.
“No soy la única. Lo que experimento en mi realidad es duro, además son dos. Pienso que si otras pudieron, yo también puedo”.
Todas las madres son diferentes, así como sus posibilidades: están las que deciden regresar a sus trabajos, otras mujeres que deben hacerlo y algunas que tienen posibilidad de quedarse en casa. En su caso, tiene “la bendición”, dice, de ausentarse solo un ratito del hogar al trabajar en un horario reducido.
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Su retorno a la vida laboral significó tomar una decisión importante y fue dejar, por ahora, la radio. Ella era parte del programa Esta tarde, de Radio Monumental.
“Tomé la decisión drástica de dejar la radio, al menos momentáneamente. Voy a seguir en el canal y cuidar a los chicos. Estoy contenta. Si una se siente realizada va a ser mejor mamá. No estás bloqueando esa mujer que seguís siendo”.
Continuar en la radio hubiera implicado unas tres horas más fuera de casa y, además, tener muy poco tiempo para su alimentación.
“Trato de comer tranquila, respetar tiempos de comida por temas de salud física y emocional. Tampoco quiero andar corriendo todo el día. Estoy en una etapa donde tengo que aprender a ser selectiva, donde tengo que priorizar. Me considero una mujer muy trabajadora y sé que mi principal proveedor es Dios. La plata no me sobra, pero Dios no desampara”.
Sobre el regreso a su trabajo en la TV asegura que ha sido muy bonito retomar el ritmo de antes, aprenderse el guion, hacer pruebas de vestuario y todo lo que implica el programa. Admite sentir mucha paz.
“Me ausento medio tiempo de casa. Como cuatro horas. Es una gran bendición. Si fuera como la mayoría de personas que salen tiempo completo, sería más complicado. Si así tengo el corazón en pedazos, no me imagino ausentarme más horas”, comentó.
“Regresar a trabajar es extraordinario. Siento que el tiempo no pasó. Tenemos los mismos chistes, el vacilón. Es el mismo amor con todo. Ha sido un regreso bonito y emotivo. Me he adaptado bien. Hay que saberse todas las notas de memoria, es desempolvar, pero por dicha me desempeño en lo que amo. Mientras se disfrute y se haga como para Dios, las cosas salen bien”
— Lussania Víquez, presentadora
Lussania Víquez, la mamá y la profesional
Lussania Víquez ha ido acoplándose, poco a poco, a esta nueva faceta como mamá y profesional. Cuenta que el jueves de la primera semana que volvió al trabajo sus dos bebés estaban llorando y tenía que irse para estar a tiempo.
“Katherine, la muchacha que nos ayuda, atendía a uno y al otro no; Jorge no estaba (su esposo trabaja como periodontista) y yo quería esperar a que se tranquilizaran, pero me tenía que ir. Me fui con el corazón en la mano. Es algo a lo que nos enfrentamos todas las mamás. Pasaron 15 minutos, Katherine me pasó un video donde me mostró que estaban contentos”, recordó.
Justo en este momento, a los mellizos les están saliendo los dientes. Antonella tiene los primeros dos abajo desde los cuatro meses y medio y ya le están creciendo dos más arriba.
A Alessandro ya le están brotando los primeros dos de abajo. La etapa es demandante, pues los bebés sienten molestia y están más chineados.
“Quieren andar más alzaditos. Cuando ya me tengo que ir, no los puedo chinear más y eso me parte el alma”, contó.
La maternidad soñada de Lussania Víquez
Víquez vive la mejor etapa de su vida al lado de sus mellizos, a quienes “ama con todo su ser”.
“Antonella es ver a Jorge (su esposo). Mi hermano le dice Jorgita. Alessandro es más parecido a mí: somos más blanquitos. Esa parte es interesante. Increíble lo que hace Dios. El niño se parece a la mamá y la chica al papá. Son un regalo del cielo”, reveló.
La comunicadora de 38 años confía que ser mamá sobrepasó sus expectativas y es increíble el sentimiento de amar cada día más a sus hijos. Se siente escogida.
“Ahora todo es en función de otra personita que Dios puso en tu camino. Lo veo como un regalo de Dios. Es cansado, el tema de la lactancia es duro (Lussania es sobreviviente de cáncer de mama, por ello solo puede amamantar a los bebés con uno de sus pechos). No es correcto romantizar, es difícil. No dormir te causa un desbalance, pero todo se puede por amor. Es una bendición verlos”.
Ella ha experimentado lo sublime de ver crecer su amor, por igual, por sus mellizos. Se sorprende al ver cómo siendo tan pequeños, muestran su personalidad tan diferente. “No entiendo como se puede amar tanto”, afirmó.
En esta aventura, Lussania se ha sorprendido para bien, de la entrega de su esposo Jorge Sáenz. Ella sabía que sería un gran padre, por eso se casó con él, cuenta entre risas, sin embargo, él ha superado sus expectativas. Está pendiente todo el tiempo de cada detalle.
“Es un papá que realmente paterna. Hace su labor de manera extraordinaria. Les dice que los ama todos los días, les canta y cuenta cuentos. Cuando llega a la casa los saluda a ellos y le digo: ‘y yo qué (risas). Está vuelto loco”, contó.
Para Lussania ha sido muy especial ver de cerca la dedicación de un padre, pues ella perdió el suyo cuando apenas tenía dos años.
“Ver ese amor me llena el corazón”, contó Lussania, quien vive lo que siempre soñó sin dejar de lado su realización profesional.