‘Todo se hace por amor’, dice con dulzura la presentadora de Informe 11, de Repretel, Lussania Víquez. Ella vive su embarazo gemelar desde hace 26 semanas y sin duda este proceso ha sido la mayor alegría para ella y su esposo Jorge Sáenz.
Sin embargo, durante los últimos meses, Lussania ha experimentado diferentes manifestaciones físicas y ha tenido que atender una condición especial de salud. Ella, sin tapar nada, habla de lo que se vive al estar embarazada.
“Quiero empezar por lo positivo. Para mí este es un sueño hecho realidad. Algo simplemente hermoso, cuando sentí las pataditas creí que era el intestino y era bebé. Es mágico porque nunca imaginé llegar a sentirlo. En cada chequeo hay dos corazoncitos latiendo fuerte. Es hermoso cuando un bebé patea por acá y el otro por allá”, contó.
Nada opaca su felicidad, aún cuando desde los tres meses de embarazo Lussania ha experimentado una hinchazón excesiva de pies, denominada edema gestacional o fisiológico (retención de sodio inducida por las hormonas, según el sitio especializado MSD Manuals). Es usual que las embarazadas retengan líquido, solamente que en su caso esta manifestación empezó muy temprano y, además, se intensifica por ser un embarazo gemelar.
“En mi caso al ser un embarazo gemelar sí ha tenido sus temitas. Una parte es el edema gestacional, la parte de inflamación en los pies. Muchas personas dicen que se les inflaman a los siete meses, pero a mí desde los tres. Uso medias de compresión y una faja para darle soporte a la espalda, a la pancita y que ayude al edema”.
En este tiempo, a Lussania también se le presentó mucho dolor en la muñeca izquierda y en el dedo pulgar, a tal punto de “llorar como una niña”. El malestar tenía relación con la retención de líquidos (también común en mujeres embarazadas) y dice que ni siquiera soportaba ponerle pasta dental a su cepillo de dientes.
Ahora, la locutora comercial duerme con una férula en la mano para aliviar el dolor.
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Incapacitada
Antes de enfrentar la inflamación en sus pies, Lussania tuvo que hacer frente a otro desafío.
En su caso particular, Víquez presenta una condición diferente a la de otras embarazadas. Ella tiene una mutación en la sangre (del factor Leiden) y por el bienestar de su hijo e hija, debe inyectarse cada día un anticoagulante. Las punzadas estarán presentes hasta tres días antes del nacimiento, que será por cesárea.
Las inyecciones a veces resultan dolorosas, en ocasiones cuesta que la aguja entre y sangra un poco. En todo momento Víquez, quien define como milagroso su embarazo, se mantiene optimista, aunque sí es realista hablando de todo lo que conlleva la gestación.
“Son cosas que se hacen por amor. En mi caso son todos los días. Necesitamos que la sangre esté bien ralita. Muchas mujeres no hablan de esas cosas que se viven en el embarazo. Con Naty Monge (imitadora y presentadora de Teletica) conversaba que la parte emocional se ve afectada”.
Víquez siempre ha sido muy dinámica y se siente viva trabajando y haciendo cosas. Cuando supo que estaba embarazada planeó que su rutina iba a continuar igual y “hasta que el cuerpo aguante”.
“A lo largo del camino ves que al ser un embarazo gemelar no es tan sencillo. El cuerpo habla y hay que escucharlo. Ahora, aunque elevo mis pies, los tengo hinchados. Llevo un mes que duermo con los pies arriba de almohadas e igualmente amanecen hinchados”.
A la hinchazón excesiva de las extremidades inferiores se sumó que, en uno de sus pies, le salió un granuloma, y debido a los anticoagulantes empezó a sangrar mucho. Por ese motivo se lo retiraron y le dejaron varios puntos en el pie, razón por la que no ha podido usar las medias de compresión que le ayudan con la inflamación.
Tras la cirugía, Víquez fue incapacitada por la dermatóloga. Luego, el ginecólogo la mandó a reposar 15 días más por el edema.
“El edema es común, solo que más severo en pacientes con embarazos gemelares o múltiples. El doctor me mandó a un médico vascular periférico, para ver si esto es producto de la quimioterapia (que recibió cuando enfrentó el cáncer de mama). Hay que ver si me afectó el drenaje linfático. Ahorita estoy incapacitada por el tema de los pies, es demasiado. El doctor dice que necesita que llegue a 37 semanas, por eso debo bajar revoluciones”.
Víquez afirma que el cuerpo habla. Aunque ella siempre ha dicho que puede lograrlo y continuar con su rutina, debe descansar. Finalmente, está fabricando dos vidas, afirma.
Al ser una figura conocida, Lussania también se ha enfrentado a uno que otro señalamiento. En un momento sensible le afectó mucho que una persona le escribiera que cómo era posible que seguiera trabajando con tanta intensidad y hasta grabando películas (es protagonista de la cinta Más de 40, ¿y qué?), cuando debía concentrarse en el embarazo.
“A veces la gente no entiende que si a mí no me incapacitan debo de seguir trabajando. No nací en cuna de oro. Además, es importante recordar que el embarazo no es una enfermedad y que cada caso es distinto. Hay que escuchar el cuerpo”, expresó Lussania, quien tras intentarlo por varios años, logró concebir.
Zapatos nuevos
Una curiosidad que compartió Lussania es que, debido a la inflamación de sus pies, no le queda ningún zapato. Incluso, en muchas ocasiones presentó Informe 11 descalza, cuando el encuadre de la cámara dejaba ver sus pies, ella solamente “se ponía la puntita” del calzado para que pareciera que los estaba usando.
Su situación hizo que se mandara a hacer zapatos, unos que de largo son de la misma talla, pero que en la parte del grosor del empeine tuvieron que hacerlos cuatro veces más amplios. Además, compró una sandalias medicadas.
Ella se ríe, pues en los últimos días, debido a la cirugía del pie en la que le retiraron el granuloma, Lussania solamente usaba pantuflas. “Entonces me ves, arriba regia, con pestañas y maquillada, pero abajo en pantuflas. Voy a mandarme a hacer más zapatos en otros colores. Suena superficial, pero a la mujer le gusta verse bien. Además, los necesito por trabajo. Yo decía: ‘Dios mío, qué voy a hacer’”.
La futura mamá, de 37 años, cuenta que además de la inflamación otro cambio experimentado ha sido la gran aparición de vasos capilares en sus piernas y tobillos.
“Al final todo vale la pena. Creo que son cosas de las que hay que hablar. El tema del embarazo se tiende a romantizar, está bien ver lo maravilloso y mágico que es, pues se anhela, pero es importante programarse porque no todo va a ser tan bonito”, agregó.
Sus bebés, a quienes llama el colochudo y la colochuda, nacerían a finales de julio. Ella y su esposo aún están decidiendo cómo los van a llamar.
“Debo entender que estoy fabricando dos vidas. Hay que bajar revoluciones, pensar en uno: sentarse y descansar. El que para, repara, como dice Victor Kupper”
— Lussania Víquez