Llegó al país con una meta muy clara y concisa: Costa Rica sería su base de operaciones para invadir Latinoamérica.
Sus misión parecía la de un caudillo revolucionario, pero era más bien la de un músico con grandes aspiraciones en los escenarios y un mapa de ruta bien trazado para exportar sus canciones.
Los capítulos musicales de Mario Maisonnave en Costa Rica en realidad fueron angostos: estuvo diez meses con el grupo Distorsión, otra decena con La Nota y apenas más de un año con Modelo para armar.
La primera semana de enero de 1990, tras tres conciertos de despedida, Mario abandonó Costa Rica con la cabeza en alto, aunque sin haber conseguido lo que buscaba en la magnitud que siempre imaginó. Por ello viajó a Estados Unidos ceñido con la misma idea que lo había traído a Costa Rica: pegar como un rockstar .
Él ya estaba lejos de esta tierra, pero en el 2002, su nombre era el que aparecía más veces en el disco compilatorio 20 años de rock nacional, lanzado por la disquera Sony con la intención de resumir lo que había pasado en la música popular dentro de nuestras fronteras desde los años ochenta.
Quien se remonte a los éxitos radiales de tres décadas atrás se encontrará el apellido Maisonnave en reiteradas ocasiones: Maquillaje para el alma (Raquel) , Mundo loco o Abrime tu corazón , solo para citar algunos ejemplos de canciones que, incluso, él mismo luego diría que no son los mejores parámetros para medir su carrera.
Quizá la distancia ha ido diluyendo a pocos la firma de Mario Maisonnave en los anales de la escena local, pero su aporte histórico en el rock nacional tiene un peso pesado. Este, sin embargo, se ha ido tergiversando dice él en una entrevista telefónica desde Los Ángeles.
El nombre completo del protagonista de esta historia es Mario Alberto Rojas Maisonnave. Eligió darle vuelta a sus apellidos para honrar a su madre, de Argentina, el país donde nació.
El Rojas sí es tico, como su padre y como el país que, de niño, visitaba esporádicamente, por temporadas. Dicha la ecuación, sabemos que Mario es costarricense por nacimiento aunque su pasaporte dice que nació en Buenos Aires. “Podría haber sido presidente de Costa Rica pero, para suerte del país, eso no pasó”, bromea.
A este país llegó a establecerse con la mentalidad de entrar en una escena movida y de grandes posibilidades. “Ahí tenía amigos, ya conocía y además estaba la disquera CBS (después Sony Music), entonces me dije: ‘Vamos por esa... para perseguir ese sueño de exportarme’”, comenta.
Sus ojos y oídos andaban como un radar de talento hasta que se detuvieron atraídos por una banda de heavy metal instrumental que lo llamó para tocar covers en inglés.
Se llamaba Distorsión.
“Con ellos sentí un impacto. Alberto Chaves (guitarrista y fundador) tenía una banda bien armada y me dijo que si quería entrar a cantar. Yo les dije: ‘ voy a dar todo con ustedes pero no me interesa hacer covers , si no música original en español”, cuenta.
No le dieron tiempo al calendario de que avanzara y rápidamente compusieron y grabaron varias tonadas. Por un lado venía la balada El último tren y por el otro Todo en su lugar . Aquella banda con la voz de Maisonnave se convirtió en la primera grabación de rock mechudo a la que una disquera le pusiera el ojo.
El tema entró en el Top 10 de cada radio en la que le abrieron las puertas (hasta en Antena 3, de España) y vino acompañado por un video patrocinado por Nelson Hoffman. Aquello nunca visto aquí sí era casi una revolución liderada por un caudillo pelilargo.
“Como la canción pegó, comenzaron los problemas de personalidad entre Alberto y yo. Musicalmente funcionábamos muy bien pero la estupidez de los muchachos jóvenes deterioró la relación”, cuenta.
Con diez meses de relación, Distorsión y Maisonnave tomaron caminos aparte, poco después de grabar un segundo disco. Ellos siguieron en el rock, y él se fue por la senda que realmente lo entusiasmaba: el pop .
Por poco tiempo Mario tuvo una breve aventura solista antes de convertirse en vocalista invitado de La Nota.
De aquellos días recuerda cuando Luis Salas, director de repertorio de la disquera CBS Indica le contó que dos muchachos que vendían repostería llegaron a su oficina con un demo . Eran José Capmany y Enrique Ramírez, de Café con Leche.
“Yo le dije que eran un acto comédico y que como tal eran un hit . Tal vez unos tres meses después los firmó y grabaron el disco Rock , que a mí impresión no agarraba la gracia que tenían en vivo. Luego los adoptó Radio Uno, que era la radio más poderosa del país en ese momento. Históricamente la puerta a una disquera la abrió Distorsión, pero quien entró a la cocina y se comió todo fue Café con Leche . Su truco eran las relaciones públicas ”, dice.
Más allá de Modelo
De sus colegas tomó una gran lección que le ayudó a llamar la atención en su próximo proyecto: “Hice amigos en medios, periódicos, televisión y programadores de radio”, dice al hablar de lo que estaba a punto de estallar.
Siguió componiendo y, en un estudio en Los Yoses –con Bernal Villegas en la guitarra– grabó temas como Maquillaje para el alma (Raquel) , Último viernes de guerra y Mundo Loco que sonaron atractivos en los oídos de la disquera más fuerte del país.
Los músicos Gonzalo Trejos, Rafa León se montaron en el barco y, cuando el proyecto estaba a punto de salir, Mario decidió no lanzarse con su nombre de pila, sino más bien bautizar aquello con una firma grande cuya inspiración encontró en un libro de dar Julio Cortázar colocado en la repisa de su casa: Modelo para armar.
“Le atribuyo el éxito de Modelo más a la relación con los medios pero creo que Distorsión hubiera tenido algo más que ofrecer. Con Modelo estábamos haciendo lo mismo que Miguel Mateos o Charly García pero con dos años de retardo. En cambio con Distorsión estábamos haciendo algo que nadie más ofrecía.
”Con la banda pensé que íbamos a salir y cruzar el puente pero Sony puso muchos miedos y trabas para no sacarnos internacionalmente. Me prometieron que nuestro debut iba a ser el primer CD que saliera de Costa Rica (en 1989) y no lo sacaron así”, reclama.
Tradicionalmente se toma al video Cuantas noches de El Parque como el primero que llegó hasta MTV, pero, Maisonnave tiene una versión distinta: “Fuimos fue el primer artista centroamericano en entrar en MTV, con Abrime tu corazón, cuando MTV Latino era un programa una hora, dirigido por Daisy Fuentes”.
El grupo llegó alto pero los malentendidos con la disquera lo frustraron y lo motivaron a romper el proyecto, hacer maletas y despedirse del país.
Se fue agradecido con un público que todavía lo celebra cada vez que visita Costa Rica. “Yo les vendí la idea de era una estrella de rock: el pelo largo ondeado por los ventiladores y los pantalones de spandex, casi como para que imaginaran que me montaba en mi limo después del concierto… aunque en realidad me montara en un taxi pero si me quedaba en Cost a Rica todo iba a seguir underground ”.
Estados Unidos se convirtió en su siguiente casa. Todavía reside en Los Ángeles, donde trabaja como productor, ingeniero de sonido y compositor en su propio estudio.
Llegó allá con el dilema de pasarse a las composiciones en inglés e incluso le presentó la idea a personeros de Sony en Los Ángeles. Le dijeron que tenía el look y las canciones apropiadas, pero no la voz.
Entonces pasó por las aulas de los profesores de canto Gloria Bennett, (tutora de Axl Rose y Vince Neil) así como Seth Riggs (profesor de Michael Jackson, Michael Bolton y Madonna), pero a la vez llegaron a sus oídos comentarios que decían que él era más talentoso como escritor de canciones que como cantante.
“Poco a poco dejé atrás el sueño de pegar que me había prometido en algún momento. Además estuve en una relación que me drenó la inspiración. Me quedé congelado y no me di cuenta de que el tiempo estaba pasando, además. Lo que me afectó para no convertirme en una marca internacional reconocida fue mi impaciencia. Todo lo quería ya”, acepta.
Sin embargo, aunque la vida lo fue redireccionando a la producción, Maisonnave y su vena para componer no se amilanaron; tampoco su cabellera larga y desacomodada.
Dice Mario que él quiere ser recordado como artista más por Bebeperro (su proyecto actual) que por cualquier otra encarnación, como Distorsión, Modelo para Armar o Crónica Naranja, que tuvo en Los Ángeles.
Bajo Bebeperro sigue alineado por el pop rock que siempre le ha encantado, matizado con influencias musicales de los años sesenta y setenta, es su sonido interno, su esencia musical. Fue hasta el 2014 que consiguió hacer un disco en completa libertad. El experimento funcionó, pues incluso consiguió meter el sencillo Ana Cervezas en MTV, Ritmo Son y Telehit.
Incluso el artista dice que quizá está en su mejor momento, pero que ya no puede intentar pegar como cuando era aquel joven instalado en Costa Rica con el afán de convertirse en estrella de los escenarios, la tele y la radio.
Si bien aquí no conquistó su sueño, sabe que en el país dejó un legado con una huella profusa. Esta es su versión: “Los padres del rock en español en Costa Rica son de otra generación pero cuando trata del rock masivo fui yo el que abrí la puerta, digamos que yo tuve al bebé, pero lo abandoné y José Capmany lo tomó, lo chineó y lo cuidó, entonces me parece totalmente comprensible que el bebé ame a José que tal vez se haya olvidado un poco de mí”.