El deporte le llegó a Mario Segura por azar. Venido de una casa en que los recursos no sobraban –recuerda que más de una vez estaban cortos de dinero–, él pensó que la abogacía podía ser un buen camino.
Le había interesado el mundo de las leyes y graduarse de la Universidad de Costa Rica podría llevarlo a un rumbo laboral que le ayudara a subsanar las congojas económicas que pasaban en casa.
Eran los años setenta. Don Mario dice haber entrado con mucha energía a la casa de estudios, creyendo que el derecho era su vida, pero todo cambió cuando no le otorgaron una beca completa para los estudios.
“Yo me dije: ‘Ahora, ¿qué hago?’”, recuerda. “Y supe que tenía que buscar un trabajo a como fuera lugar”.
Conversando entre profesores, logró ser recomendado para ayudar con un proyecto que estaba naciendo, un periódico del que había muchas expectativas y requerían manos para apoyar el lanzamiento. Era, nada menos, que el Semanario Universidad.
Convencido de que tenía dotes de escritor, se postuló por un campo y logró ser contratado para cubrir noticias “generales”, como él detalla. “Para mí era un momento emocionante ser un redactor fundador de un medio. Era tanta la emoción que me gustó mucho el periodismo y me di cuenta que tenía que hacer un giro en mi vida”.
Desde entonces, el oficio de periodista se quedó con él para siempre. Hoy, a sus 71 años, asegura que el rigor lo ha acompañado desde entonces hasta su presente. “Para mí el periodismo hay que hacerlo bien. En todos los años que trabajé para Teletica Deportes di todo de mí. Hoy lo sigo haciendo”, cuenta.
A pesar de haberse acogido a su pensión en el 2018, año en que salió de Canal 7, don Mario se mantiene activo con su programa radial Hoy en el Deporte, de Teletica Radio.
Cinco años después de haber salido del canal que marcó su vida, asegura sentirse satisfecho del legado que ha construido.
Un hombre fascinado con el oficio
Después de años en el Semanario, de estar metido como dirigente estudiantil y seguir con mucho entusiasmo las ligas deportivas universitarias, don Mario se convenció de dedicar sus días al periodismo.
Pasó por la oficina de prensa de rectoría de la UCR, estuvo en la Editorial Costa Rica, trabajó en La Nación, en Canal 6 y hasta en el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura, hasta que, en 1988, le llegó su gran oportunidad.
Una llamada le llegó desde el canal de La Sabana con una propuesta inmejorable: lo contrataban como director para crear un departamento de cobertura especializada en deportes.
“Me emocionaba porque sabía que entraba a un período de mi carrera que me marcaría. Además, ¡me contrataban como director! Iba a tener un acercamiento muy distinto al periodismo. Fue una emoción muy grande”, rememora.
Allí mismo, entre esas oficinas y pasillos, muchos nombres fueron y vinieron pero el de Mario Segura se quedó por 32 años. “Toda una vida”, dice hoy.
“Eso conllevaba una gran responsabilidad. Yo tenía que cuidarme, no solo de lo que decía, sino de lo que hacía. Sentía un gran peso al ser un rostro del canal”, asegura.
¿Era un peso que le traía emoción o angustia? Don Mario no duda en responder. “Por dicha mi personalidad siempre ha sido tranquila, nunca he sido de polémicas ni de provocar; entonces, para mí fue relativamente fácil llevar esa responsabilidad, aunque siempre pensaba qué decía antes de decirlo”, rememora.
De todos esos años, don Mario dice “jactarse” de su interés de promover a sus subalternos.
“Yo tuve muy pocas coberturas porque yo prefería dárselas a los periodistas, que fueran a conocer el mundo y crecer en giras; que vivieran grandes experiencias. Siempre quería estimularlos y que me vieran como una buena jefatura que los hacía crecer en este oficio con mucho rigor y ganas”, dice.
Don Mario asegura que esa labor fue cumplida e, incluso, cuando le llegó la hora de decir adiós al canal, después del Mundial de Rusia 2018, sintió todo ese cariño.
“Es un cariño de colegas y de gente que en la calle me topa para compartirme unas palabras y cariño”, manifiesta.
En más de una ocasión, don Mario recibió ataques por sus aparentes colores de equipo de fútbol o por simplemente dar una opinión sobre X o Y equipo. “Pero uno sabe que de esto también va el oficio de periodista, que uno no puede caerle bien a todos”.
Para él, quien aún continúa activo con su programa radial, hay un deseo muy grande: “Quisiera que siempre me recuerden como un periodista que buscó la excelencia”, afirma.
Con sus 53 años de ejercicio periodístico, su programa radiofónico que ya cumple 35 años y su quinceañero sitio web, dice que siente una labor cumplida, pero quiere seguir matando fiebre. “Así funcionan las pasiones”, dice, refiriéndose al periodismo deportivo.
“Yo salí de canal 7, pero no de mi fascinación con este trabajo. Creo que es algo que nunca podré quitarme”.