En los camerinos de Mira Quién Baila, de Teletica, hay gran adrenalina. Unos corren con sus trajes, otros ensayan, otros están en maquillaje y unos más sacan unos minutos para comer. No es para menos: este domingo 15 de setiembre se realizaba el primer programa del nuevo formato de Teletica.
Al fondo suena un balón que rebota en el piso. El responsable es el exfutbolista Austin Berry, quien camina de un lado para otro, mientras lanza una y otra vez la bola al suelo, lejos de toda la locura del camerino.
El exjugador explica que esta es la forma en que se logra concentrar en momentos en los que siente mucho estrés o ansiedad.
“Cuando jugaba, la forma como yo lograba concentrarme era precisamente haciendo lo que estoy haciendo ahorita. En ese momento era donde yo hacía una introspección y me concentraba: repasaba lo que tenía que hacer durante el juego y entonces eso es lo que estoy intentando asimilar”, dice.
Austin confesó que el sábado 14 de setiembre, es decir, un día antes de que se estrenara el programa, tenía “mucha ansiedad” pues no llevaba su balón, por eso, este domingo se aseguró de incluirlo entre sus pertenencias.
“Yo trato de calmar mi ansiedad con el balón, estoy intentando utilizar lo que ya me ha dado resultado en el fútbol. Ahora, espero que aquí, con el baile, me dé el resultado esperado, que es lograr la concentración necesaria para hacer una muy buena coreografía”, agrega el exfutbolista de la Liga Deportiva Alajuelense (LDA) y el Club Sport Herediano (CSH).
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Luego de lanzar la bola para concentrarse, Austin la toma entre sus manos y la giraba de un lado a otro. Según detalla, esto le ayuda a aflojar la cintura, que sabe que es parte de lo que tiene que hacer durante su presentación en el escenario, en el que lo acompaña la bailarina Jaz Acevedo.
El exseleccionado, quien se retiró de las canchas en el 2006, detalla que no quiere “entrar frío” a la competencia, con la que se ha comprometido al 100%.
“Siempre aprovecho el tiempo para calentar un poquito la parte de cintura. Soy una persona que cuando me propongo algo, intento hacerlo lo mejor posible y, en algunas ocasiones, con Jaz hemos ensayado muchos, hasta dos horas y media seguidas, sin descanso de nada. Hasta el momento es una experiencia muy linda, que espero seguir disfrutando y espero llegar a lo máximo posible, que en este caso, es la final”, asevera.
Confiesa que nunca en su vida había bailado, más que en fiestas con amigos o con la familia, y que hasta ahora descubre lo que en serio significa “coordinar dedos, brazos, o sea, esa es la parte que no conocía y esa es la parte que me ha hecho descubrir algunos músculos que ni sabía que existían”.
Minutos más tarde, Austin fue al escenario y regresó con un ramo de rosas rojas, que en el medio tenían una fotografía de él. En el camerino hubo más de uno que le preguntó de las flores, pues era un ramo que no pasaba desapercibido.
Berry contó que fue un regalo de su esposa, Cristina Alfaro, quien le llevó esas rosas “de sorpresa”.
“Ella quería darme aliento, motivación para el día de hoy y fue muy bonito, me alegró la noche y me ayudó para hacer las cosas lo mejor posible: por la familia y por mis amigos, que vinieron a verme”, finalizó.