La emoción lo traicionó. Su voz se hizo añicos al otro lado del auricular. Graficar en su mente el instante de ese añorado reencuentro con el público es demasiado para José Manuel Masís. Un hombre que, aunque provoca risas, es de lágrima fácil, y que volverá al que fuera su hogar, tras 19 años de ausencia.
Fue hace tres meses que recibió la llamada que pensó, no llegaría de nuevo. Al principio creyó que era una broma, pero aún así se arriesgó y acudió a la cita convocada por el productor Alonso Acosta.
“Cuando entré a la oficina de producción se me vinieron las lágrimas. Recordé que ahí mismo estaba el escenario de Fantástico ”, confiesa sin sofoco.
A sus 53 años, este contador público y administrador de profesión, aceptó el reto. Darle vida a su querido Mongo Mongo tal y como las viejas generaciones lo recuerdan, sobre patines.
“Es todo un reto. Pero llevarle alegría a la familia tica y que las nuevas generaciones se diviertan sanamente con Mongo me motivaron y acepté”, aseguró Masís, quien va muy empoderado por su fan número uno: su esposa Patricia Rivas.
Lo que bien se aprende nunca se olvida, eso él lo sabe, por eso es que la patinada no le preocupa. Aunque, claro, lo hará con cuidado porque ya no tiene los mismos 23 que tenía cuando debutó junto a su amigo Leonardo Perucci.
Ha estado practicando y hasta desempolvó los patines que usaba en aquel entonces. Están como “nueveciticos”.
“Estoy tan agradecido que no tengo palabras. El canal bien pudo poner a otra persona, más joven a lo mejor, pero pensaron en mí”, dice mientras sus lágrimas entrecortan sus palabras.
Ser un figurín público no es lo que persigue José Manuel, esos años ya pasaron. Ahora es la exaltación del simple regreso lo que lo anima. Escuchar aquellas tonadas de Michael Jackson y disfrutarlas sobre sus 10 ruedas es lo que anhela.
Nadie sabe el momento exacto en el que el simpático, dulce y travieso gorila aparecerá. Eso es lo que lo hace especial.
Mongo lo esperaba
Mongo tiene su traje listo. Es nuevo y más moderno que el disfraz anterior. Aquel lo adquirieron René Picado y Rodrigo Sánchez en uno de sus tantos viajes a Los Ángeles. No tenían claro quién lo usaría, solamente se lo dio a Leonardo Perucci, productor de “Fantástico”.
Lo más curioso de su historia, es que José Manuel tampoco buscó la oportunidad. Un día acompañó a Miguel Mora “Coco” al espacio, pues eran amigos de patinadas y él fungía como su contador. El traje lo había usado un par de veces el ventrílocuo, pero justo ese domingo estaba enfermo y no se lo quiso poner.
“Yo le dije que si me lo podía probar. Y me dijo que sí. Marfil empezó a tocar Represento , me puse a bailar y Tipí fue hasta donde estaba y me jaló al escenario. Así que bailé”, describió con un dejo de nostalgia y asombro. Al día siguiente Perucci lo contrató y bautizó aquel gorila como Mongo Mongo.
Entre el 84 y 94, José Manuel Masís nunca faltó a la cita dominguera. Tras su despedida de la tevé se dedicó a su empresa contable y a su familia, contó el experto bailarín, quien cuenta las horas para hacer lo que más disfruta: sacarle una sonrisa al televidente.