Podemos asumir que durante los últimos 10 meses, el cerebro de Elliot Alderson ha repetido millones de veces la pregunta “y ahora, ¿qué va a pasar?”. Quienes lo hemos visto (y acompañado) en su usual estado paranoico en la serie Mr. Robot lo sabemos porque la misma pregunta nos la hemos hecho a nosotros mismos incontables veces en el ínterin de la primera a la segunda temporada, que se estrenará esta semana en el canal Space.
En junio del 2015, cuando Mr. Robot se estrenó en televisión, nadie esperaba mucho. Entre pantallas con sobreoferta de obras dignas de ver, abrirse paso como lo hizo Mr. Robot no es cosa cualquiera. De serie desconocida y con poca bulla a una de las más esperadas del año, su caso remite en partes al éxito corto y moderado que sufrió Breaking Bad antes de convertirse en un nuevo clásico. Lo mismo podría suceder con la enorme historia de Elliot.
Fue en el transcurso de la transmisión de su primera temporada que el interés comenzó a crecer. Ahora estamos frente a una segunda secuencia de episodios que tendrá que cumplir con las altas expectativas que su magistral comienzo sembró en la audiencia.
Quedamos claros, entonces, que este año Mr. Robot se consolidará o se irá al barranco, en el tanto una historia de este calibre no puede permitirse desenlaces mediocres ni tramas alusivas cortas de imaginación. Con lo que pasó el año pasado en la serie, no podemos esperar menos.
Hagamos un breve repaso.
Mr. Robot sigue la vida de Elliot, un ingeniero de seguridad informática que en su tiempo libre es un hacker vigilante. Elliot utiliza sus conocimientos tecnológicos para desmantelar a infelices o enmendar problemas de sus seres queridos, aunque ellos ni siquiera estén al tanto de sus acciones.
Su trabajo de día es como ingeniero de Allsafe, una empresa de seguridad virtual cuyo cliente principal es la corporación E Corp, uno de los conglomerados multinacionales más grandes del mundo, si no el más grande. E Corp no solo vende productos tecnológicos; también es dueña del 70% de la deuda del planeta. A los ojos de Elliot, E Corp es el sinónimo de toda maldad.
Elliot no es un tipo normal. Lidia con depresión clínica desde niño y maneja un trastorno de ansiedad social, lo que complica todas sus relaciones personales y laborales. Siempre escondido, enigmático e imposible de penetrar, se maneja por el mundo bajo sus propios términos, sin importarle mucho la percepción que de él se pueda tener.
Cuando intenta resolver una intromisión al sistema de seguridad de E Corp, se da cuenta de que un grupo de hackers llamado fscociety quiere reclutarlo para traerse abajo el registro de deuda de E Corp, una revolución en sí misma, con la que se eliminaría el 70% de la deuda del planeta. Hipotecas, préstamos de estudio y vivienda, entre otros, serían condonados tras el ataque. Después de dudarlo, Elliot acepta.
Un tipo llamado Mr. Robot es el líder de los hackers y se convierte en una suerte de figura paterna para Elliot, quien lidia con adicción a ciertas drogas y un sinfín de problemas personales. Conforme avanza la primera temporada caemos en cuenta de que en esta serie nada es realmente lo que parece.
Los que al comienzo eran enemigos acaban siendo aliados y viceversa. En Mr. Robot , es recomendable dudar de todos personajes, incluso Elliot, porque los giros que toma la trama obligan al televidente estar en constante estado de alerta. Así las cosas, por ejemplo, conocemos a Tyrell Wellick como vicepresidente de tecnología de E Corp, pero al final de la primera temporada nos entran dudas sobre su participación en el ataque orquestado por fsociety .
Es incuestionable que el mundo está en llamas después de que se disiparan todas las deudas; los medios se alzan en caos, la población celebra el ataque, los banqueros caen en llanto y los hackers borran todo rastro de sus acciones. Los únicos que están tranquilos son los cabecillas de E Corp, los dueños de la maldad. ¿Por qué será?
Sam Esmail, creador de la serie, adelantó el ambiente de la segunda temporada: “En la primera temporada, no sabíamos quién era Mr. Robot ni sus motivaciones. Ahora lo sabemos”.
Nada es real.
Mr. Robot lidia con múltiples temas y problemas, desde la ilusión de control en una sociedad digitalizada en la que todos somos vulnerables, la esclavización de la creciente deuda mundial, los mundos imaginarios creados por los problemas mentales y las dicotomías morales de misiones de hackers muy similares a las de queridos héroes modernos como Edward Snowden y Julian Assange.
La narrativa viene acompañada de una producción arriesgada, con tomas asimétricas y desequilibradas que aumentan la sensación de algarabía que producen los pensamientos y acciones de Elliot. A ello se le suma un reparto capaz de pasar de la humanidad a la apatía en el transcurso de un minuto.
Rami Malek interpreta a Elliot. Estadounidense de origen egipcio, el actor es de facciones inusuales y logra adaptarse tremendamente a un personaje lleno de inseguridades, paranoia y delirios. Por su papel en Mr. Robot ha sido galardonado con un Critics’ Choice Award y ha recibido nominaciones a los Screen Actors y los Golden Globe.
Christian Slater se suma en el papel de Mr. Robot. El veterano actor ha visto resucitar su carrera con esta serie, después de años a la sombra en películas de clase B y series de poca monta. Por Mr. Robot , Slater ha vuelto a ser un nombre habitual en las entregas de premios de Hollywood.
Carly Chaikin interpreta a Darlene, hermana de Elliot e integrante de fsociety . Portia Doubleday es Angela Moss, amiga de Elliot de toda la vida; Martin Wallström encarna a Tyrell Wellick, magnate de E Corp. Otros actores recurrentes son Michel Gill, Gloria Reuben y Grace Gummer.
Durante su primera temporada, pocos críticos se atrevieron a señalar fallas en Mr. Robot. Desde el New York Times hasta TV Guide se han deshecho en halagos para con la serie, especialmente por la profundidad temática de su trama, en la que el capitalismo, la Internet y el pesimismo toman papeles protagónicos, cuales signos de los tiempos. Para sus personajes, la revolución es la única opción y para ella hay un único camino. Ya los vimos intentando lograrla; ahora los veremos sobreviviendo al desenlace de sus acciones.
Véalo. Jueves 14 de julio. Space. 9:00 P.M.