Pablo Andrés Picado es el orgulloso padre de Mariser, la niña de 10 años que compite en Nace una estrella y quien desde muy corta edad demostró su carisma y brillo, según define el papá. Él la apoya incondicionalmente en este sueño, al punto que ha dejado ir oportunidades de trabajo para estar junto a su hija.
Desde que Mariser tenía un año de vida, su papá la ha criado solo, ejerciendo un rol que normalmente queda en las madres.
“Recuerdo que le daba sus chupones y también le cambiaba los pañales cuando tenía un añito”, comentó el hombre, de 40 años, y quien optó por dedicarse a trabajos independientes para estar el mayor tiempo posible junto a la niña.
Cuando las responsabilidades laborales no lo permiten, doña Maritza Zúñiga, madre de Pablo y abuela de Mariser, es la que está con ella.
Pablo Andrés, un hombre un poco tímido, no describe el ejercicio de su paternidad como una hazaña, para él estar incondicionalmente con su hija es una “hermosa responsabilidad”, aunque reconoce que ha habido momentos difíciles.
“A veces ha sido duro, pero siempre le pido a Diosito y a la Virgencita que me den fuerzas, sobre todo cuando me toca alistarla rápidamente para ir a la escuela, devolverme y salir para el trabajo. Sin embargo, todos estos años han sido muy positivos al verla creciendo sana y feliz. Desde que estaba muy pequeña se le ve su luz”, comentó el hombre, quien se dedica a las remodelaciones.
‘Dios me premió con una hija tan maravillosa’
Durante la competencia, Mariser ha demostrado ser una niña que, además de talentosa vocalmente, también irradia carisma. Así se lo reconocen los jueces del programa de Teletica y todos los seguidores del programa que le aplauden su simpatía.
“Dios me premió con una hija maravillosa. Siempre ha traído esa luz. Desde pequeñita canta”, comentó.
Mariser fue quien le pidió a su papá que la acompañara a audicionar en Nace una estrella. Él, quien dice que “hay que apoyar los sueños de los niños y las niñas”, no lo dudó. Cuenta, con orgullo, cómo a pesar de haber tenido días difíciles antes de las audiciones, su hija le demostró su fortaleza y deseos de cantar.
“Un día antes de la primera audición, estaba enfermita y aun así tenía la determinación de venir. El día antes de la segunda audición, el carro en el que íbamos chocó y a Mariser se le reventó toda la boquita. Así vino. Gracias a Dios lo logramos (clasificar)”.
Mientras prestaba atención a las palabras de su papá, Mariser contó que su progenitor cantaba cuando estaba más joven y que ella lo heredó. Él comentó que no se adentró en ese mundo porque años atrás no hubo oportunidad.
“Para mí es muy valioso que ella esté cumpliendo su sueño. Me siento muy orgulloso de todo lo que ha logrado en el estudio y ahora en la música”, manifestó.
Mariser cumplirá 11 años en diciembre. Actualmente, cursa quinto grado como una alumna aplicada.
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‘Es todo para mí'
Mientras lo miraba con ternura, Mariser Picado contó cómo su papá es su superhéroe.
“Papito es todo para mí. Ha estado incondicionalmente”, expresó la pequeña, quien estuvo acompañada de su progenitor mientras participaba en esta entrevista.
A su edad, Mariser reconoce “los esfuerzos” que ha hecho su padre por apoyarla en el camino de sus sueños.
“Mi papá ha perdido trabajos por ayudarme y acompañarme”, comentó la niña. Ella confió que su padre es la persona que está a su lado en los ensayos y compromisos del programa.
Pablo Andrés agregó que hace dos semanas no trabaja, sin embargo, se apoya en sus ahorros para atender su hogar. Asimismo, la pequeña añadió que en Teletica les brindan viáticos para trasladarse a las diferentes actividades.
Mariser es una niña llena de sueños y todos son respaldados por su papá. Desde ya se visualiza como una doctora y anhela llegar a ser una cantante del tamaño de Rocío Durcal.
“Cuando cumpla todos mis sueños quiero tener una mansión para vivir con mi papá”, musitó Mariser.
Si bien la participante de la categoría infantil se ha destacado durante la competencia, llegando incluso a ocupar el primer lugar en la tabla de posición, es consciente de que cualquier cosa puede pasar en el concurso. En caso de ser eliminada, dice que se sentiría muy orgullosa por “lo lejos que ha llegado”.
“Me he esforzado mucho. Sé que soy una ganadora. Entre 1.500 personas, Amanda Alonso (la primera niña en salir de la competencia) y yo fuimos las únicas chiquitas seleccionadas”.
El padre expresó que desde el primer momento, para él, su hija es una triunfadora.
“Nos iríamos con la frente en alto y muy agradecidos con todos en el canal. Me siento muy feliz porque aquí la quieren mucho y eso para un padre es muy significativo. Yo creo en su sueño y nunca se lo voy a apagar”.