El concepto que tiene sobre la belleza Natalia Carvajal trasciende del plano físico. Suena paradójico, pero la nueva Miss Costa Rica no comulga con una vida de poses y se aparta de la idea de que la belleza está determinada por una silueta con medidas preestablecidas por la sociedad.
A Natalia le preocupa el mensaje errado de ese término que puedan recibir las adolescentes, por ello pregona que la belleza real del ser humano la define su interior. Ahí se entiende el por qué ella no celebra que fuese electa como Miss Costa Rica por sus características físicas.
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“No gané por mi belleza física. Gané Miss Costa Rica por mi corazón. La gente que estuvo ahí y vivió este proceso (el del concurso) lo sabe, y es lo que quiero que la gente entienda. No porque tal vez cumpla con los estándares de belleza que considera la sociedad, significa que soy una buena mujer o la mujer que soy. Mi mejor cualidad es lo que soy por dentro y por eso soy feliz de ser Miss Costa Rica y de poder transmitir ese sentimiento a la gente”, afirmó Carvajal.
La impresión fue parte de una entrevista que la escazuceña, de 27 años de edad, concedió a Viva apenas unas horas después de haberse coronado con solvencia en el máximo certamen de belleza del país (se impuso en todas las pruebas), el viernes anterior.
En la conversación, la estudiante de literatura, publicista y presentadora de tevé también habló sobre el proceso que la condujo al triunfo, el favoritismo con que se le relacionó y los momentos de tensión que sufrió en competencia.
Además, se refirió a cuál será el enfoque de su preparación para el Miss Universo y de las posibilidades de destacar en ese certamen, al que llega respaldada por el triunfo del Miss Eco Universe, en el 2016.
Este es un extracto de la charla que Carvajal sostuvo este sábado con La Nación.
¿Cómo transcurrieron sus primeras horas como Miss Costa Rica 2018?
Hasta ahorita lo estoy procesando. Hoy (ayer) cuando abrí los ojos, me di cuenta de lo que había pasado y lo que estaba viviendo. Me siento feliz y complacida porque fue un proceso largo y difícil, pero lindísimo. Todo ese tiempo que invertí, para mí fue crecimiento emocional. Aprendí muchas otras cosas que me van a servir para el resto de mi vida.
¿Qué habría pasado si no hubiera ganado? La edad ya no le daba para participar de nuevo.
Aunque estoy muy agradecida de haber ganado, de no haber sido así obviamente estaría triste por no tener la oportunidad de continuar en este sueño; sin embargo, el mayor regalo de esto fue compartir con mis compañeras, las relaciones que formamos, todo lo que aprendí, lo que crecí como ser humano… Eso ya me hacía ganadora. Lo dije en una entrevista anterior con ustedes, para mí ganar era llevar al escenario la mejor versión de mí misma y creo que lo fui, entonces por eso ya me sentía ganadora.
¿Quedó satisfecha con la Natalia que presentó el viernes?
Sí. Realmente siempre hay cosas que se pueden corregir porque soy muy perfeccionista, pero así como uno a veces es muy duro con uno mismo cuando las cosas no le salen bien, cuando algo sale bien hay que tomarse el tiempo para felicitarse, darse amor y reconocerse que valió la pena todo el trabajo. Hay cosas qué mejorar y cosas por las que debo trabajar para lo que viene pero el viernes tenía mucha paz interior y eso fue esencial para poder transmitir a la gente quien soy realmente.
¿Qué pudo haber hecho mejor durante esa gala?
Detallitos. Que un giro lo había pensado diferente y se me olvidó, los tiempos en pasarela, que en las respuestas hubiera dicho o agregado esto o aquello… Cositas pequeñas que siempre se pueden corregir porque nada nunca es perfecto, pero sí hay cositas qué mejorar.
¿Qué considera que vio el jurado en usted para darle el triunfo?
Todas teníamos fortalezas muy diferentes. La mía creo que fue la parte de la comunicación porque es la tendencia que hay en este momento, están buscando mujeres que puedan comunicarse y que puedan ser voceras, que puedan representar al país a través de un mensaje que nos defina como nación. Pienso que ellos vieron esas habilidades de comunicación y les gustó un poco más por mi trayectoria y experiencia.
Pero ganó con soltura en todas las pruebas...
Es interesante porque la pasarela era una de las cosas que sabía que tenía que trabajar. No tenía tanta experiencia en pasarela como muchas de las otras chicas, pero ayer (el viernes) me sentí bien. Avancé mucho, me falta pulirla todavía y llevarla a la perfección para sentirme completamente empoderada sobre ella.
Disputó la corona con Larissa Sancho, ¿pensó que sería ella su principal contrincante?
Es otra cosa interesante de los concursos de belleza que la gente no ve: la parte emocional tan fuerte que interviene en estos procesos. En ciertos momentos del proceso nos sentimos más empoderadas, y fuertes; después bajamos un poco. Son altibajos emocionales que así se dan porque la belleza es un sentimiento que para mí no tiene nada que ver con la percepción que otras personas tengan de uno. La belleza es como uno se siente. En algunos momentos me imaginé con Larissa; pero en otros, me imaginé con otras chicas. Larissa se merecía estar ahí, se vio preciosa, se sentía preciosa. Verla a los ojos en ese momento fue muy lindo y especial.
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¿Qué cualidades destaca en su rival directa?
Larissa es una mujer con una belleza muy impactante. Es muy exótica y creo que ella ese día lo estaba sintiendo así. Es segura de sí misma, habla muy bien y es una mujer muy inteligente.
Desde que fue admitida al concurso la gente la consideró favorita a usted. ¿Cuánto incidió eso en lograr el objetivo?
El favoritismo puede pasarle una mala jugada a uno, puede ser algo negativo si uno no lo maneja de la forma correcta. Cuando sos favorita, muchas de las cosas que lográs no te las acreditan porque lo lograste porque sos favorita. Entonces fue un tema que tuve que manejar de una forma diferente para que no me llegara a afectar y mantenerme siempre como una más de las chicas. Nunca me impuse entre ellas como la favorita porque todas teníamos las mismas posibilidades de ganar, todas estábamos recibiendo las mismas capacitaciones para crecer como personas. Obviamente el apoyo de la gente me hizo sentir muy feliz y me inspiró muchísimo, pero viví todo con ellas, al mismo ritmo de ellas.
También había un sector que decía que usted era la favorita de la organización…
Eso siempre va a pasar y es feo que así sea. Como seres humanos tenemos que construirnos en vez de destruirnos. Hay personas que por alguna razón tienen sentimientos negativos en sus corazones y necesitan sacarlo y expresarlo y lo hacen en redes sociales porque es más fácil hacerlo que decírtelo frente a frente, pero a ellos les diría que escojan el amor. Sé que todo lo que he hecho en mi vida me lo he ganado solita, paso a paso. Desde que tengo 16 años trabajo por esto y nadie me lo puede arrebatar.
Así misma ¿se sentía favorita?
Sentía el amor y el cariño de la gente y si ellos creían en mí entonces yo no podía dudar. Obviamente dudé porque somos seres humanos y hay momentos donde nos sentimos inseguros, pero toda esa gente que me decía ‘creemos en usted’, no me permitía dudar de mí misma. Eso fue como un impulso positivo.
En la última pregunta que le formuló uno de los jueces usted dijo “que la determinación es lo que una mujer debe tener para ser exitosa”. ¿En qué aspectos de su vida se refleja esa frase?
En todos. Siempre digo que los ganadores no son las personas que no se equivocan, sino las personas que nunca se rinden. A veces la gente dice que a uno le tocó tan fácil que llegó y ya; pero no es cierto. Hay sacrificios, trabajo, lágrimas e inversión de por medio. Es muy complicado, no solo Miss Costa Rica, sino desde que empecé en este medio y en lo que sea que uno se desenvuelva. Si se quiere llegar a algo no se puede rendir nunca, a veces podemos caernos pero hay que levantarse, verse al espejo y decirse: lo lloré, lo sufrí, lo aprendí... Ahora voy con todo. Esa es la clave del éxito. Hay cosas que las hacemos bien y otras mal, pero si siempre seguimos con la misma motivación y determinación, no hay un sueño que sea demasiado grande, solo personas que se sienten demasiado pequeñas.
Habla de lágrimas y sufrimiento ¿experimentó esas emociones en este proceso?
Claro. Todas tenemos esos días. Llega un momento en que la presión es tanta que es necesario soltarlo de alguna forma. Este proceso es cansado, es estar siempre en competencia y fueron muchos meses. Ese punto de quiebre también es importante.
¿Estaba determinada a ganar Miss Costa Rica?
Sí. En todo lo que hago soy así, y eso es una bendición pero un problema a veces, porque cuando estoy concentrada en algo también descuido otras cosas, pero es porque si yo voy por algo, voy por eso. Es vacilón porque papi dice que yo era así desde pequeñita. Es un rasgo de mi personalidad. Papi siempre me dijo que ‘el no puedo no existe’ y me lo repetía siempre.
Entonces ¿cómo asimila usted el fracaso?
Creo en el fracaso como una parte esencial del éxito. Para ser exitoso hay que perderle el miedo al fracaso, hay que hacer las pases con entender que a veces vamos a ganar y que a veces vamos a perder. El fracaso es crecimiento y cada día es una nueva oportunidad para lograr lo que queremos.
¿En qué ha fracasado Natalia?
En los momentos en que no me he dado amor propio, porque ha pasado; en los momentos en que he dudado de mí misma, y en los momentos en que he sido egoísta por estar en un mal lugar de mi corazón. Esos son mis fracasos y he aprendido de ellos. He fracaso en los momentos en que he sido negativa atrayendo cosas negativas. Estas ideas locas en las que siempre creo las tengo más arraigadas que nunca y eso es lo que me apasiona: poder compartirlas.
Volvamos al Miss Costa Rica. Usted ganó el Miss Eco Universe en el 2016 ¿en qué le aportó ese triunfo a quedarse con el Miss Costa Rica?
Hubo algo que me ocurrió en Miss Eco y que me pasó en Miss Costa Rica también. En Miss Eco no tenía nada de experiencia en concursos, todo lo aprendí en la marcha, no tuve el tiempo de preparación que tuve ahora y, al principio fue muy difícil para mí; pero el día que llegué al escenario ya no había nervios, estaba tranquila y en paz. Esta vez me pasó lo mismo. Lo que me sirvió fue que cada vez que yo me ponía nerviosa, me recordaba el día que estaba en el escenario con la esfinge y las pirámides de Egipto a mi espalda, la energía de ese lugar y cuando dijeron mi nombre. Si pude hacer aquello, podía hacer esto; si pude contestar una pregunta en un idioma que no era el mío, podía contestar esta pregunta; si pude sobresalir entre 75 chicas de todo el mundo, podía hacer esto. Fue de mucha motivación.
¿Con cuánta posibilidad se siente de destacar ahora en el Miss Universo?
Con todas las posibilidades. Sé exactamente en lo que tengo que trabajar. Con la oportunidad del Miss Eco tuve la experiencia también de ser juez, entonces sé cuáles son las cosas que ven los jueces. Tengo que trabajar en contestar preguntas de concurso en inglés, que es muy distinto a saber hablar inglés; tengo que terminar de trabajar mi cuerpo y mi pasarela, pero lo más importante en este momento es ponerle muchas ganas a aprender a pensar lo suficientemente rápido para contestar preguntas en inglés y que suenen bien, que no sea básico lo que vaya a decir. También tengo que trabajar en la parte de redes sociales, es esencial. Hay que moverse en redes sociales, capturar la esencia de lo que uno es y empezarle a tirar eso al mundo.
¿Cuál es el tipo de mujer costarricense que quiere representar?
Siempre he pensado que ser una mujer adolescente no es fácil y mucho menos en una sociedad digitalizada. Lo viví así y es una lucha por ser perfecto y por ser suficiente, que es brutal para las jóvenes porque que las hace crecer con un montón de inseguridades y cosas dificilísimas en su corazón. La mayoría de gente que ahora están como influyentes en redes sociales, lo que quieren mostrar es la perfección y eso lo único que hace es dañar más a nuestra sociedad y la gente que viene atrás, entonces siempre he querido compartirle a las personas esas imperfecciones que me hacen ser perfecta, en cierto sentido, para que puedan entender que hay aspectos o cosas que no son necesarias. Quiero tener la oportunidad de decirles a las mujeres que sean lo que ellas quieran ser, sin sacrificar su verdadera esencia. Quiero generar una cultura de amor propio y no esta búsqueda desesperada por alcanzar la perfección que promueven unos pocos.
Pero usted es representante de lo que se define como belleza que, socialmente, está relacionado con perfección física...
Insisto, no gané Miss Costa Rica por mi belleza física, gané Miss Costa Rica por mi corazón. La gente que estuvo ahí y vivió el proceso conmigo lo sabe, y eso es lo que quiero que la gente entienda y sepa. Mi mejor cualidad es lo que tengo adentro y por eso soy feliz de poder ser Miss Costa Rica y poder transmitirle ese sentimiento a la gente.
Es temprano quizá, pero ¿cuál es la agenda social en la que pretende trabajar?
Hay dos cosas esenciales. Tengo dos años de estar trabajando en la creación de Juntos, una plataforma digital que estoy haciendo en conjunto con una agencia de comunicación digital para conectar a las asociaciones sin fines de lucro con la gente que quiere colaborar. Muchas veces uno quiere hacer un voluntariado, pero es tan difícil crear ese canal de comunicación que se te va la idea, se te pierde y no ayudaste. Es un trabajo difícil porque hay que ponerse de acuerdo con muchas organizaciones y personas, pero la tecnología está para crear algo como esto y ayudar a todas las causas sociales. Un canal así puede facilitar muchísimo la colaboración de las personas y el Miss Costa Rica me va ayudar a impulsar este proyecto. Después me gusta mucho el trabajo que hace Marviva y Misión Tiburón. El tema de la pesca de arrastre y aleteo me impacta mucho porque siempre que hablamos de maltrato animal nos enfocamos en nuestras mascotas porque son las que tenemos cerca, pero la pesca de arrastre y el aleteo también son el maltrato animal.
Un mensaje final dirigido a los costarricenses que hoy usted representa…
Que no tengan miedo, si su corazón les habla, escúchenlo, porque el corazón siempre tiene razón.
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