La periodista Natalia García mantuvo un perfil bajo hasta que la emergencia nacional por el huracán Otto mostró su temple en una situación difícil.
Ante la tragedia, la periodista de 35 años mostró carisma y ecuanimidad al informar y transmitir desde la zona afectada, y múltiples televidentes se lo agradecieron en redes sociales y en persona.
La reportera trabaja en Noticias Repretel desde hace ocho meses. Hasta mediados del 2015 laboró para Telenoticias; fue un lugar del que “le dolió salir” tras siete años, pero dice que el medio no hace a la periodista y que en canal 6 “seguirá poniéndose la camiseta”.
A pesar de las alertas, lo que usted encontraría era inesperado, ¿tuvo alguna preparación?
Nadie está preparado para algo así. Cuando empezaron a salir las notificaciones de lo que pasaba, yo estaba en Sarapiquí, en un grupo del trabajo. Dije que me iba a Upala cuando se supo que en Bijagua pasaba algo grave, cuando íbamos de camino, veíamos que los carros se quedaban con miedo de pasar, no había luz...
”Nunca imaginé lo que vería al cruzar el puente de Guatuso que lleva a Upala: empezamos a escuchar a la gente pidiendo socorro, eso ya no era normal. Yo iba transmitiendo, era peligroso, veíamos culebras, el agua llegaba a las rodillas. Era espeluznante: se caminaba sin saber con qué se iba a topar, fue un momento muy duro”.
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Con un panorama tan devastador y prácticamente sin condiciones para trabajar, ¿cómo hizo para transmitir?
Fue complicado. Yo empecé a transmitir desde mi página personal de Facebook. Lo hice con sentimiento de periodista y humana, quería que la gente se diera cuenta de lo que se vivía. Empecé a transmitir desde las 11 p. m. (por Facebook) y logramos entrar a Upala a las 3 a. m. nos preparamos y la transmisión para noticias Repretel empezó después de las 4:30 a. m. (al amanecer del viernes 25 de noviembre).
¿Quiénes integraron su equipo de trabajo en esta cobertura?
El chofer Gonzalo Segura y el camarógrafo Rodrigo Ramírez, ellos me cuidaban y además, hacían un gran trabajo. Sin ellos, no lo hubiera logrado. Había momentos en los que nos abrazábamos y llorábamos viendo la magnitud de la tragedia.
”De los seis días que estuvimos en Upala pasamos dos directo, luego dormíamos ratitos de 10 a 15 minutos. En el caso de la alimentación, los mismos damnificados nos daban de lo que ellos tenían. Días después el canal mandó al periodista Óscar Ulloa; él llevó alimentos para nosotros y compartimos”.
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Usted es madre... ¿Cómo manejó esta situación con su hija (María Paula, de 9 años)?
Desde el momento que supe que iba para Limón preparé mucha ropa, sabía que iba a ser algo feo. A mi hija la dejé con mis papás, ellos me la cuidaron. Cada vez que tenía señal llamaba a mi hija, ella decía que me veía todo el tiempo y me pedía que comiera y descansara.
Vivió en carne propia una situación que estremeció a todo el país... ¿Cómo hizo para manejar esa situación sin anteponer sus sentimientos?
Yo creo que uno de mis grandes pecados es ser muy humana, pero tenía que hacerme la fuerte, tragarme todo. A veces se me quebraba la voz. Esto va más allá de si se tiene o no carisma humano, estar ahí te rompe el alma, el corazón. Llamar a mi papá, era mi forma de desahogarme.
Fue respetuosa en todo momento, no buscó manipular...
Gracias a Dios nunca he sido amarillista ni sensacionalista. Las cosas son como son, los sentimientos florecen cuando tienen que florecer. Más que la gente llorara yo quería que se sintieran bien, más allá de dar la noticia, la noticia se daba por sí sola, ellos necesitaban era apoyo.
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