Por más de 11 años, el día a día de Natalia Monge incluyó imitaciones y muchas risas a través de la radio. Fue así como sus personajes, incluidos Martha Emilia y Cinthia de la O, se popularizaron y ya eran infaltables en Pelando el ojo y en las transmisiones de fin y principio de año de Repretel.
Sin embargo, su salida del canal de La Uruca y la llegada a Teletica implicó poner a descansar a sus queridos personajes. La imitadora Natalia Monge fue anunciada este miércoles 1.° de diciembre como la nueva presentadora del espacio de entretenimiento De boca en boca, junto a Bismark Méndez, Montserrat del Castillo y Mauricio Hoffmann.
Y aunque por ahora no exista un proyecto que le permita llevar a la televisión o a la radio sus imitaciones de Pilar Cisneros, Laura Chinchilla o Carolina Sánchez, la comunicadora de 36 años no se estresa y prefiere disfrutar el momento.
Por ahora, Natalia se da por satisfecha sabiendo que el público no olvida sus más icónicas imitaciones.
“Mis personajes me acompañarán hasta la tumba aunque no salgan a diario en radio. Y es que es algo que como imitadora ya un poquito más pública me pasa, porque siempre alguien me los recuerda. Y bueno, si van a aparecer en tele o no, el tiempo nos lo va a ir dictando, porque mis personajes viven conmigo, me acompañarán como me acompañan todos los días... nunca falta un momento en el que, públicamente o no, aparezcan”, asegura.
Eso sí, la madre de Amanda (de cinco años) y Joaquín (de un año) ahora se dará la oportunidad de hacer shows para eventos privados. Esto era algo que Natalia no podía llevar a cabo, al menos en solitario.
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Según explicó la comunicadora, la única forma en que ella podía presentar sus personajes era en compañía de los demás integrantes de Pelando el ojo.
“Era por un tema de exclusividad en el contrato. Yo no podía hacer shows sola sin el elenco de Pelando el ojo, estos habían ido a menos por la pandemia y ahora estoy feliz porque sí, todo tiene un precio, a mí me dolió muchísimo salir de Pelando el ojo, pero tenía que hacerlo para afrontar esta nueva aventura. Entonces es muy bonito porque he podido estar haciendo mis propios shows”, explica.
Natalia asegura que en este momento no se cambia por nadie: se siente plena disfrutando del trabajo, de sus compañeros y de su familia.
“Cuando surgió lo de De boca en boca yo decía: ‘¡Ay Dios mío! yo ahí con los Ken (Mauricio y Bismark) y la Barbie (Montserrat)...’, pero ya yo estoy en una etapa de la vida en la que he ido adquiriendo cierta madurez para entender que uno tiene que ser uno mismo siempre y si no funciona ni modo.
“Creo que estoy en una etapa muy bonita, es ese punto medio anhelado donde tengo la experiencia que me respalda, pero también veo hacia adelante un montón de cosas por aprender, por aportar y que me permitan seguir creciendo. Y sí, yo sé que con el paso del tiempo se va desgastando la salud y todo lo demás, pero yo estoy como en la mitad de ese caminito en el que uno vuelve a ver atrás y dice: ‘Qué dicha, ya tengo un camino recorrido que me ha traído hasta aquí y miro hacia adelante, que solo Dios sabe, pero qué bonito lo que está por venir, qué chiva”, finaliza.