Los últimos cinco años, el personaje de Sol Zumbado “pinta” la pantalla de canal 7 con los colores vibrantes que suele llevar en su rostro, cabello y uñas, así como con los singulares vestuarios de tonos igual de fuertes que imposibilitan que pase desapercibida.
Cada diciembre, desde el 2014, Zumbado también encanta la pantalla con simpatía, recetas que a más de uno les pone la boca agua o recomendaciones de consumo que promueven algún producto o servicio entre la gente que convirtió en tradición disfrutar parte de las noches de diciembre con El Chinamo.
Precisamente fue para ese programa de canal 7 donde nació el personaje de Sol, una pintoresca meserita, madre de gemelas –Luna y Estrella– por quienes ella la pulsea con trabajo honesto en lo que se le ocurra, con el único fin de sacarlas adelante.
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En la ficción, Sol Zumbado es una madre soltera, una mujer emprendedora que bien puede trabajar dando clases de baile o vendiendo comida que ella misma prepara en su casa con la premisa de sacar a sus gemelitas adelante.
Detrás de esa mujer que seduce con gracia al público de El Chinamo está Natalia Pereira, una actriz y locutora que irrumpió en la escena nacional del entretenimiento a finales de la década de los 90, con apariciones en series como El Barrio o La Pensión.
Precisamente fue en esa última serie donde ella halla sus inicios de figura pública. Pereira cuenta que fue invitada en 1999 a grabar un capítulo de La Pensión y eso significó que su talento fuera considerado para otros proyectos televisivos, teatrales o radiofónicos.
“A partir de ahí comencé a hacer teatro y por ahí del 2001-2002 comencé a trabajar con Producciones La Zaranda, que hace La Pensión y El Barrio, para una serie en canal 7 que se llamaba La Plaza. Ahí estuve lo que duró la serie”, cuenta Pereira, quien se formó como actriz en el Taller Nacional de Teatro, también a finales de los 90, y es docente de enseñanza especial en una escuela en Tibás, cantón josefino donde reside.
Pererira recuerda que sus inicios se enmarcaron en una época donde las redes sociales y la televisión por cable no habían aflorado como en la actualidad, por lo que los proyectos televisivos de ficción eran mucho más fuertes, más abrazados por el público y proyectaba a sus actores de una forma muy distinta a como lo hacen hoy.
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De esas participaciones surgieron nuevas oportunidades en la escena del entretenimiento, como su incorporación a la radio como locutora –estuvo en Vox y Contacto (ambos de Grupo Omega)–, medio del que se alejó en el 2010 para darle oportunidad a la locución comercial (ser voz de algunas marcas).
A la fiesta
Entre todo ello, en el 2014 la actriz Alejandra Portillo decide alejarse de El Chinamo, y recomienda a Natalia con la producción para que la sucediera. Pereira recuerda haberse reunido con el productor del programa decembrino, Alonso Acosta, quien le encargó el diseño de un personaje para el espacio de temporada.
De esa manera nació Sol Zumbado, medio año antes de que El Chinamo 2014 encendiera sus motores.
“Primero pensé en quienes quería yo que se identificara con el personaje. Sol tenía que ser una persona muy extrovertida porque así tiene que ser la gente que quiere salir en televisión, pero también quería que fuera una ama de casa. Sol es mamá de gemelas y con respecto a su vestuario y a cómo se veía quería que fuera auténtica, que no le importara lo que se ponía, ni lo que pensara la gente de su aspecto físico”, resumió la actriz.
Sin embargo, Natalia Pereira quería que su personaje impactara más allá de eso. “La quise identificar mucho con una mujer emprendedora y madre soltera que saca a sus hijos adelante a punta de trabajar en un montón de cosas. Intenté alejarla mucho de mí, y la he ido nutriendo con el paso del tiempo con mujeres que uno va conociendo”, dice Natalia, que distinto a su personaje, es casada, sin hijos y opta por lucir más discreta y sobria en su vida cotidiana.
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Pereira comentó que Sol es un personaje que cada diciembre crece por las experiencias que absorbe ella como actriz y mujer a lo largo del año.
¿Tienen algo en común? Aunque son menos las características que comparten, Natalia afirmó que entre ella y su singular personaje comparten algunos detalles.
“Creo que es un poco la cuestión de los valores, el ser empático. Trato de poner a Sol empática hacia lo que pasan las demás personas, lo que tienen y lo que viven. Siento que Sol se ha ganado las cosas a punta de trabajo y yo, Natalia, a lo largo de estos años lo que he ido logrando ha sido solo trabajando. Hacer esas radiografías (entre personaje y actriz) siempre es difícil, pero siempre todo personaje lleva la esencia de uno, pero también se nutre mucho de lo de afuera”, remató la artista, de 40 años de edad, y a quien en el plano artístico le gustaría doblar la voz de un personaje animado en algún proyecto cinematográfico.