La paciencia y la fe se le han fortalecido a la inquieta Natalia Rodríguez durante las últimas tres semanas. Como ella dio a conocer, el 24 de diciembre sufrió un accidente en el que pudo haber perdido la vida; sin embargo, gracias a su rápida reacción fue atendida con celeridad y hoy con una actitud esperanzadora espera recuperar su vida normal.
Natalia atravesó el vidrio de la puerta de su nueva casa. El percance provocó que se cortará su mano izquierda al punto de rozar el tendón del dedo corazón. Las lesiones más serias las tuvo en su pierna izquierda, pues se destrozó la arteria y se lastimó seriamente un músculo y un nervio, lesiones que le impiden caminar.
Hoy la historia puede ser contada con su propia voz gracias a que en el momento del accidente logró mantenerse despierta. A pesar de estar ensangrentada, pudo desbloquear su celular con el iris del ojo y así logró pedir ayuda. Mientras llegaban a auxiliarla se mantuvo en comunicación con sus familiares mediante mensajes en los que mostraba lo que estaba pasando.
El 10 de diciembre la examinaron médicos especiales, entre ellos un cirujano plástico y un especialista en medicina vascular, quienes después de verle sus heridas y de hacerle pruebas de sensibilidad, la incapacitaron durante cuatro semanas para que reciba terapias y vuelva a recuperar el movimiento de la pierna.
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“Al lastimarme el nervio perdí la movilidad de la pierna. El doctor me hizo prueba para sentir, me fue superbién, yo todo lo siento. Los dedos los puedo mover para abajo. Para arriba no puedo. Me frustro al ver que el pie que se cae y es porque el nervio se está cicatrizando. Es como un cable de electricidad que manda al cerebro la información de movimiento. Yo siento jalonazos en el pie. Eso está bien, el cerebro está intentando; me dicen que la grasita que debe estar alrededor del nervio se va a regenerar. Eso tiene un proceso. El cuerpo lo regenera solo. Ahorita estoy inmovilizada. Pero sé que voy a caminar”, detalló.
Acerca de su recuperación, Rodríguez añadió: “La rehabilitación va a ser con masajes y máquinas que me pasan descargas para despertar el nervio que me va a dar la movilidad. Pensé que los tendones movían el cuerpo, pero son los nervios que mandan descarga al cerebro. Mi cable del pie está medio roto”.
En medio de los cambios que ha tenido que enfrentar, pues debe contar con asistencia todo el día, incluso para bañarse, Natalia agradece que su accidente no la hizo perder alguno de sus miembros y que ninguno de los vidrios saltara a su vena yugular, pues se habría desangrado con más velocidad. En su accidente perdió dos litros de sangre y los médicos le reiteraron que pudo haber fallecido.
“Estos días me he acordado tanto de Armandito (Muñoz, torero improvisado para shows de Toros a la tica de Teletica, quien perdió un ojo luego de ser embestido por una vaquilla), lo he puesto en oración. Pienso que lo mío no fue tan terrible. Tengo la fe de volver a caminar, gracias a Dios no perdí la extremidad.
“Parezco muñeca de trapo reconstruida, pero la piel morena es agradecida con las cicatrices. Dicen que las heridas van a desaparecer. Por el momento mientras no se inflame la pierna ellas vas a cicatrizar”, comentó la presentadora, de 33 años.
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En medio del proceso, ella decide ser optimista y destaca el hecho de tener sensibilidad en su pierna, situación que la alienta a creer que va a recuperar el movimiento antes de lo esperado.
“En la pierna tenemos tres nervios. A mí se me dañó el de la movilidad de la pierna, pero se pudieron haber dañado el de la sensibilidad o el del movimiento de los dedos. Voy a tomar terapias y eso acelerará el proceso. No quiero quedar arrastrando el pie. En el futuro lo que podría pasar es que como perdí una de las tres arterias de la pierna, los dedos del pie se me podrían dormir porque no les llega suficiente sangre; en el caso del músculo no podré hacer ejercicios de alto impacto porque se me puede atrofiar”, cuenta.
Enseñanzas
Con un par de muletas y una silla de ruedas Natalia ha conseguido movilizarse mejor en casa de su hermana. A pesar de lo ocurrido en su nuevo hogar, Rodríguez desea volver y tener un nuevo comienzo allí.
Luego de esta experiencia, la presentadora de Sábado Feliz, de Teletica, dice que procurará no andar tan acelerada por la vida, y de ahora en adelante procurará respetar los tiempos junto a su familia, su novio e incluso, el espacio para hacer sus momentos de comida.
“Cuando me estaba muriendo en mi casa, porque literalmente me desangraba, cuando no sentía brazos ni piernas yo volví a ver mi casa y pensaba “está nueva, me ha costado y usted sabe que me muera ya'. En ese instante me di cuenta de que somos un alma, no somos la cantidad de millones que creemos que podemos hacer en la vida, al final no importa ser el más famoso en redes sociales, o el más popular de la televisión. La idea en la vida es dejar una huella bonita”, reflexiona.
Estos días, además de reforzar su paciencia, Natalia se ha percatado de quienes son sus “mejores amigos”. Personas que aunque no la acompañan a diario, la han apoyado en los momentos más necesarios.
“A Los Pirulos los veo solo en Teletón y Sábado Feliz, y ellos me fueron a visitar, me trajeron comida, flores. Me llaman. Mauricio Hoffmann (compañero de Sábado Feliz), yo sabía que él me amaba, pero no con el corazón, ha estado muy pendiente de mí a pesar de ser papá primerizo y de estar con tantas responsabilidades personales, él y don Nelson Hoffmann (productor del espacio sabatino) me han brindado mucho acompañamiento. Yo no sabía que tenía otro papá que se llama Nelson Hoffmann, todos los días me escribe”, contó.
Los jerarcas de Grupo Radiofónico Omega, cadena a la que pertenece el Circo OK donde Natalia es locutora, también han estado pendientes de su mejoría. La expresentadora Maricruz Leiva, quien recientemente salió del hospital, pues se recupera de complicaciones generadas tras una intervención estética, ha sido un soporte para Natalia. “Ella pasa una situación difícil y me ha apoyado mucho”.
En cuatro semanas los médicos le dirán a Natalia si puede incorporarse a su vida normal o si debe seguir incapacitada. Por ahora, ella continúa optimista.