Conforme se acercaban los días, las horas y los minutos para el gran debut de los tres nuevos talentos de Pelando el ojo , los niveles de ansiedad aumentaban de manera exponencial para David Ugalde, Katherine González y Josué Porras.
Un grupo que crearon en Whatsapp fue su refugio, y también el medio por el que se echaron porras entre sí y se dieron ánimos para asimilar la nueva aventura de sentarse frente al micrófono y hacer lo que mejor saben: imitar voces.
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Sin embargo, nada los prepararía para el gran día. Llegaron vestidos con camisas de botones y los zapatos bien lustrados, como corresponde a un primer día de trabajo.
Estarían no solo frente a los micrófonos de radio Monumental, sino ante las cámaras que transmiten el programa a través de canal 2, y también las de noticieros y programas rosa.
Cuando el reloj marcó las 5 p. m., el director del programa, Norval Calvo, les dio un espaldarazo a los tres muchachos que él mismo eligió.
El humorista recordó que hace 28 años fue seleccionado para participar como imitador en el programa televisivo La dulce vida , de canal 2, y que luego envió un casete al difunto locutor Parmenio Medina, quien le abrió las puertas del programa radiofónico La patada .
“Siempre me he preguntado qué hubiera pasado si no me hubieran dado la mano en ese momento, tanto Henry Loría (de La dulce vida ), como Parmenio Medina, para yo participar. Pues les aseguro que las cosas hubieran sido mucho más difíciles de lograr; no imposibles, pero sí más dificultosas”, dijo Calvo al aire.
De inmediato, el imitador instó a los nuevos integrantes del elenco a dejar de lado los nervios y a no prestar oídos a los comentarios negativos y cizañosos.
“Hace un rato veía que estaban nerviosos, y es importante estar nervioso. Si uno está nervioso, significa que quiere hacer las cosas bien; si no está nervioso, no viene a hacer nada”, dijo, por su parte, el humorista Mino Padilla.
Momento crucial. La prueba de fuego para los tres jóvenes llegó cuando Calvo cedió la palabra a los personajes que cada uno de ellos imita. Podían dejar que la tensión entorpeciera su debut, o podían hacer del humor y el ingenio sus mejores aliados.
El primer turno fue para David Ugalde, quien se echó a la bolsa a los miembros más consolidados del elenco cuando imitaba al adaptador digital de voz Loquendo y se erró en la dicción.
“Yo aparezco en videdos de tutoriales... no en videdos, en videos. Jajaja”.
La chispa lo salvó y arrancó carcajadas entre sus compañeros, quienes dudaron sobre si el error estaba planeado o el muchacho realmente tenía una gran capacidad de reacción.
Luego, en su personaje de Paulo César Wanchope, olvidaría el número para recibir llamadas en cabina. “¡Es que es el primer día del muchacho!”, justificó Calvo entre risas, mientras a Ugalde se le subían los colores al rostro.
Por su parte, Katherine González tuvo la oportunidad de demostrar su talento al imitar a Kimberly la Tocola Bermúdez y a la traductora de National Geographic, mientras que Josué Porras sorprendió con las voces del Padre Minor y de Emeterio.
Los comentarios a través de Facebook también conseguirían sonrojar a González, cuando comenzaron a llover piropos que fueron leídos al aire.
Al final del día, Calvo se marchó a su casa satisfecho, pues estaba convencido de no haberse equivocado con las tres nuevas adquisiciones para el programa.
Después de todo, las reacciones de los radioescuchas fueron positivas, y uno de los comentarios en el Facebook de Pelando el ojo logró estremecerlo: “Bien Norval, eso es el liderazgo: delegar, dar oportunidad, tener visión y arriesgar. Adelante”.