Corría la década de los ochenta cuando Henry Lee Lucas acaparaba los principales titulares en los medios de comunicación de Estados Unidos, luego de que le confesara a las autoridades que era el culpable de cientos de crímenes que estaban sin resolver en aquella época
En un inicio fue acusado de haber cometido más de 600 asesinatos de mujeres en Florida, Louisiana, Oklahoma y Virginia Occidental, lo que lo llevó a ser considerado en aquellos años como el “asesino en serie más prolífico de los Estados Unidos". Sin embargo, solo se le atribuyeron un total 213 homicidios.
¿Cómo logró convencer a las autoridades de que realmente era culpable de todas estas muertes? ¿De qué forma lograba describir a las víctimas de una forma tan precisa si nunca tuvo relación alguna con sus asesinatos? ¿La justicia actuó acorde a la ley? Estas y otras preguntas son las que se plantea The Confession Killer.
La miniserie, que está de estreno en Netflix, hace un repaso a lo largo de cinco episodios acerca de los distintos hechos que fueron presentados ante la opinión pública y las terribles consecuencias que dejó en todos los involucrados, principalmente, en las carencias de los protocolos de la justicia estadounidense.
Bajo la dirección de Robert Kenner y Taki Oldham, esta docuserie muestra evidencias sobre cómo pruebas de ADN, documentos e inconsistencias en sus declaraciones confirmaban que Lee Lucas solo buscaba llamar la atención de todo un país, sin importarle el dolor que atravesaban los familiares de las víctimas.
“Lo que me atrajo de este proyecto es cómo trasciende los temas tradicionales de delincuencia y justicia. Esta es, en el fondo, una historia sobre creencias, sobre cómo creemos lo que queremos creer, a pesar de que la evidencia nos diga lo contrario. Refleja lo difícil que puede ser admitir que estamos equivocados y, en última instancia, cuánto problemas nos puede meter el no hacerlo”, declaró Oldham en un comunicado de prensa emitido por la plataforma de streaming.
Esa es la principal premisa con la que partió este proyecto: demostrarle a la audiencia lo importante que es reconocer a tiempo cuando se está cometiendo un error. Para el equipo de producción, el que la opinión pública, la policía y el sistema judicial de los Estados Unidos lo hubiese hecho se habría evitado generar más dolor e incertidumbre en las familias de las mujeres asesinadas.
Dentro de las tantas teorías que, casi 40 años después se siguen generando, es que las autoridades decidieron que Lee Lucas sirviera de chivo expiatorio para casos que estaban resolver y con su declaración como culpable, lograr que estos fueran cerrados y olvidados.
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Al parecer, serían los propios policías quienes le compartían detalles sobre los crímenes para que, al momento de emitir sus declaraciones, el hombre recreara a la perfección las escenas de crimen y el perfil de las víctimas. A cambio, él solo quería notoriedad y reconocimiento por parte de la sociedad.
Henry Lee Lucas, quien falleció a los 64 años, fue condenado a muerte, pero el gobernador del estado de Texas de aquel entonces, George W. Bush, le conmutó la pena el 26 de junio de 1998 al considerar que “no existían las pruebas suficientes” y que las dudas sobre su culpabilidad sobre los crímenes eran cada vez más fuertes.
“Mientras Henry Lee Lucas es culpable de cometer una larga relación de horribles crímenes, existen serias dudas acerca de su culpabilidad en este caso”, declaró Bush en ese momento.
¿Dónde verla?
Fecha de estreno: Viernes 13 de diciembre
Plataforma: Netflix
Capítulos: Cinco
Directores: Robert Kenner y Taki Oldham