En una comunidad rural de Corea del Sur, un cerdo crece como lo haría cualquier animal en un tranquilo pueblo ganadero: libre hasta que llegue la hora de encaminarse al matadero.
Okja, eso sí, no es cualquier cerdo. Es un animal gigantesco de más de 2,5 metros y seis toneladas de peso. Su piel es gris, sus orejas cuelgan como las de un conejo. Su abundante carne sabe “jodidamente deliciosa”.
La actriz Tilda Swinton interpreta a las gemelas Mirando, quienes lideran una empresa multiglobal de alimentos. Como un truco publicitario, la empresa repartió varios de estos cerdos alrededor del mundo para ser criados como animales de granja.
Okja vive con un abuelo coreano quien, por 10 años, lo ha tratado como mascota para su nieta huérfana Mija –An Seo Hyun–.
Cuando la empresa de las gemelas Mirando recupera a los cerdos para exhibirlos en Nueva York y, luego, destazar y empacar su carne, Mija decide perseguir a su amigo y recuperarlo.
“Ella se sentía como la Mija que estuvimos discutiendo por años. La relación entre su rostro y Okja es orgánica y gráficamente hermosa. Ella es perfecta”, aseguró Swinton en un comunicado distribuido por Netflix para el estreno de su producción original.
Otras caras conocidas ayudan y antagonizan a Mija: Jake Gyllenhaal, un zoólogo; Paul Dano como un activista.
Netflix debutó la película del director coreano Bong Joon Ho durante el Festival de Cannes. La cinta fue escogida para participar en la selección oficial, donde simultáneamente fue abucheada y aplaudida.
“Mientras el diálogo y temas de la cinta son para adultos, el humor caricaturesco, los elementos cálidos y llevaderos parecen para preadolescentes. Como el pesado animal híbrido de su historia, esta película es una bestia que no es bella; pero es técnicamente impresionante y es una declaración atrevidamente original de un autor asiático emergente”, escribió The Hollywood en su crítica de Cannes.