L o que ocasionó Raquel Rivera Rivers en marzo bien puede llamarse “una tormenta perfecta”, que en meteorología es lo que ocurre cuando se conjugan varios fenómenos naturales al mismo tiempo. Lo que pasa es que, en la naturaleza, las tormentas perfectas ocurren espontáneamente, y este no es el caso, lo cual no deja de darle mayor mérito al sonado personaje de La Tocola.
Este año, Raquel decidió volverse famosa a costa de un transgresor personaje que eligió la defensa del uso de la marihuana casi como un apostolado. Con 25 años y madre de una niña de tres, esta estudiante de cine de la Universidad Veritas llevaba rato de tratar de insertarse en el mercado laboral sin conseguirlo, según contó a la prensa nacional durante las tres o cuatro semanas de exposición masiva que tuvo en marzo.
A principios de año tuvo la idea de construir un personaje, La Tocola, detrás del cual estaba Kimberly Bermúdez, también interpretada por ella. En una jugada bastante osada –si tomamos en cuenta las reservas que existen en el país sobre el uso del cannabis– Raquel puso a girar un video de un personaje al que armó con todos los clichés posibles sobre el tema para que no quedara ninguna duda de que se trataba de una “mafufa”, se explayó ampliamente sobre el derecho del uso legal de la hierba y ofreció un paso a paso de cómo enrolar y fumarse un puro.
Como era de esperarse, en cosa de dos semanas La Tocola se había convertido en un mediático fenómeno que saltó de la esfera de las redes sociales a entrevistas destacadas en los principales medios de comunicación del país.
El colocho era algo complicado, pues la trilogía de La Tocola, Kimberly y Raquel –en un principio– fue algo difícil de explicar. Empero, la profusa exposición en medios pronto se encargó de graficarle al país que se trataba de un personaje sobre otro personaje, y que al final de cuentas Raquel no necesariamente era el álter ego de La Tocola, aunque la misma Raquel ha afirmado siempre que ella es consumidora habitual de marihuana.
Tal cual lo anunciaron algunos analistas en aquel momento, el fenómeno de La Tocola probablemente iba a ser pasajero. Así como en la naturaleza una tormenta perfecta llega, causa sus efectos y luego se esfuma, el personaje de Raquel tuvo una enorme sobreexposición al principio y a una velocidad que ni ella misma se esperaba. Sin embargo, el tema también tocó techo y se fue desplomando con una rapidez que Raquel tampoco presupuestó.
Como lo describió el periodista Alessandro Solís Lerici de la Revista Dominical , en el momento de su auge, “la prensa tradicional, un lugar en el que la conversación sobre la marihuana tiende a llegar a los mismos puntos y con las mismas fuentes, cayó en el juego (de la viralización del fenómeno en redes) y se confundió. Lo que comenzó como un canal de entretenimiento dirigido a consumidores de cannabis terminó en la primera plana del periódico más popular del país (La Teja) y por efecto dominó se inmiscuyó en la agenda de los demás medios. En cosa de 15 días, La Tocola atizó el diálogo sobre la marihuana (y otros temas relacionados a la juventud) como nadie lo hizo antes”.
Viéndolo en retrospectiva, ya a finales de abril los medios tradicionales habían pasado la página y Raquel, Kimberly y La Tocola se bajaron de la cresta de la ola para permanecer activas, desde entonces, donde arrancaron: en las redes sociales y con una influencia considerable pero solo entre sus seguidores asiduos.
El fenómeno de penetración masiva había quedado atrás, aunque es un hecho que puso el tema del uso de la marihuana en la palestra y también convirtió a la abanderada de la cannabis en una figura conocida: hoy gran parte del país sabe quién es La Tocola. El personaje, indudablemente, quedó en la memoria colectiva, y eso para Raquel es ganancia.
Así se lo dijo a La Nación en agosto pasado, cuando admitió que la había sorprendido la rapidez con que se agotó el personaje. Aunque en ese momento se manifestó “un poco harta” de La Tocola, destacó que había logrado su cometido de darse a conocer y ayudar a concientizar a la población sobre los beneficios del uso de la marihuana (incluso fue apoyada por organizaciones que propulsan la legalización de la planta para sus reconocidos usos medicinales).
Actualmente, Rivera sigue alimentando su página de Facebook con abundante información sobre el uso de la marihuana, pero también publica cortometajes de ficción de producción propia.
Paralelamente, ha estado activa siempre en otros proyectos que tienen que ver con sus estudios de cine: fue ella quien escribió el guion de la telenovela nacional La María , transmitida por Canal 7 hace un par de meses.
Hará un mes, conversamos telefónicamente con Raquel para que nos ofreciera su balance de fin de año sobre todo lo ocurrido en este 2016. La muchacha desborda simpatía y energía; sin embargo, una contingencia evitó el encuentro planeado y en las últimas semanas fue imposible localizarla.
Según nos dijo un familiar de la actriz, Raquel ha optado por olvidarse del teléfono celular. Entretanto, sigue trabajando en diversos proyectos, como es el caso de una serie web del género thriller que tendría que ver con el tema extraterrestre, un asunto que la apasiona.
Raquel, hasta el día de hoy, ha debido apechugar con la crítica. Sin embargo, para ella es un plus que ahora mucha gente sepa quién es Raquel Rivera Rivers.
“Yo creo que, para alguna gente, estoy encajonada, pero en lo que yo ando buscando, me ayudó a que la gente me conociera y supiera que hay más gente haciendo cosas, que hay otras empresas haciendo producto audiovisual alternativo”, le dijo a La Nación en su última entrevista con este medio.