Cuando Jill Paer empezó en la televisión decían que “estaba loca”. Hoy 31 años después del estreno de ¡Qué Rico !, dice que la gente la sigue llamando así, pero ahora es por cariño.
Para la pantalla chica, Paer fue una propuesta diferente desde todo punto de vista: apareció cocinando muy joven cuando solo tenía 26 años; en los 80 y 90 las figuras que aparecían preparando recetas eran Tía Florita Y Arlene Lutz, consolidadas y respetadas señoras. Además de su corta edad, Jill llegó con ideas de comida diferente, cada ingrediente que usara en sus platillos iba a ser sano y natural.
Para rematar con la novedad, mientras iba preparando sus diferenciadas delicias ella cantaba o improvisaba un baile.
“A la gente le hizo gracia ver a una joven haciendo cocina. Mi papá (William Paer) me aconsejó que mientras cocinaba que cantara, porque lo hacía bien. Si hacía una pizza entonces cantaba en italiano, por eso decían que era loca”, contó.
Nacimiento. ¡Qué Rico! nació por una oportunidad que no se buscó. En los 80, el padre de Jill , don William Paer, un ser humano incansable y en la búsqueda continúa de llevar nuevas propuestas a la televisión, creó el programa A favor de la persona , en canal 13, espacio en el que con sus conocimientos en psicología clínica, hacía comentarios. En ese tiempo el director del espacio era una persona con problemas de peso. Un día se acercó a don William y le expresó con lamento que anhelaba comerse un pastel de chocolate, pero que no podía porque eso “engordaba”.
De inmediato los brillantes ojos celestes de Paer brillaron más: “Yo puedo ofrecerle ese pastel pero sin que lo engorde. Mi hija Jill lo puede hacer”, dijo en aquella ocasión.
“Jill hizo su versión del queque y el director se hipnotizó y dijo que había que hacer un programa. En agosto de 1986 nació ¡Qué Rico! El programa fue un éxito instantáneo. Tenía variedad de cosas: incorporó farándula de la época y de repente estábamos en el mapa de Costa Rica”, recordó Paer, quien fue durante muchos años el productor del espacio. Hoy Jill está al frente de todo, eso sí, siempre con la compañía perenne de su incondicional padre.
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Jill, una enamorada de la alimentación sana desde los 12 años, vio materializado su sueño de tener un programa de televisión. Al día de hoy, la creatividad que desarrolló desde niña para hacer una buena combinación con los ingredientes se mantiene intacta.
“Me sigo sorprendiendo con lo que hago. Mis recetas siempre son una sorpresa para los televidentes y también para mí”, contó en medio de carcajadas.
Sus conocimientos los aprendió de manera empírica y, por supuesto, se instruye con investigaciones y libros.
La pasión de Jill Paer por la cocina fue incentivada por su padre cuando vivían en Nueva York, Estados Unidos. Él buscó alternativas de comida saludable para la familia; le presentó a su hija la idea, “sin presionarla” y ella “voló”.
“Al llegar a Costa Rica ella ya tenía mucho conocimiento (a los 14 años). Todo lo aprendió a pura prueba y error. En la dieta de Jill lo único prohibido es lo que hace daño; en sus recetas no incorporamos los ‘seis venenos blancos’: azúcar, sal, leche, aceite vegetal, harina blanca y arroz blanco”, aseveró don William.
Lo que está presente en sus comidas, como un ingrediente indispensable pero perfectamente camuflado, es el afrecho, (cáscara de trigo que es sobre todo fibra).
Jill utiliza ese ingrediente porque sabe que es “como una escoba” que barre lo nocivo que hay en el organismo. El afrecho llegó a la vida de la cocinera gracias a su padre. Durante un tratamiento que el psicólogo clínico dio a fumadores, ellos probaron el afrecho y su condición mejoró considerablemente. Al inicio a Jill no le gustaba. Hoy no le falta.
Filosofía. Una tarde de setiembre, sentados en la rústica casa de Jill Paer, rodeados de plantas y de su pequeña gata, conversamos sobre su manera de hacer cocina que no ha variado en estas tres décadas.
“Tiene que ser así. No hay otra forma. Si usted tiene una filosofía al pensar qué es lo mejor para la salud, uno debe de comer de esa forma. De qué me sirve ser un día de una forma y un día, por dinero, poner en una receta un ingrediente que no es. Sería una farsa”, admitió.
Tras su participación en la segunda temporada del programa de imitaciones Tu cara me suena , la exposición de Jill en la tevé fue mayor. Eso aunado a su vasta trayectoria provocó que se le presentaran varias ofertas de trabajo para que fuera imagen de algunos productos, o bien, recibir patrocinios en ¡Qué Rico!
“Me han llamado de agencias de publicidad. Yo no como sal y una vez me llamaron de una marca de sal para que yo fuera la imagen de un comercial para televisión. Imagínese: yo tantos años hablando de que no usen sal. Es como que me pidan ser imagen de azúcar, jamás. No se puede, la gente perdería la credibilidad en mi programa”, dijo.
Para obtener más ingresos o más audiencia, Jill nunca ha traicionado sus convicciones. Su espacio continúa al aire gracias al “esfuerzo”, apoyo de las personas y la búsqueda de patrocinadores.
“Yo siento el rating siempre bien. Ahora uno puede medir más porque están las redes. Nunca hay faltas de interés, ni en los temas de mi papá, ni en los míos. Siempre busco los patrocinios, propongo muchas cosas.
Ahora tengo una nueva sección llamada Tu cara no me suena : llego a un local disfrazada, interactuó con la gente y no me reconocen. Ya lo hice vestida de francesa”, contó. Paer dice que hay meses en los que se gana y otros en los que se pierde, aún así es “feliz en tele”.
“Ahora tengo clientes que no quieren televisión, solo quieren aparecer en mis páginas de redes sociales de ¡Qué rico!” , dijo.
Los años pasan y Jill Paer junto con la colaboración de su padre han aprendido a adaptarse a las nuevas tecnologías de la comunicación.
En cuanto a si piensa variar los sets de ¡Qué Rico! , (que están instalados en su casa) ella menciona que va a mantenerlos; cada uno ha sido construido por su papá.
¡Qué Rico! presenta dos programas semanales que se transmiten por Xpertv, canal 33, seis veces por semana, durante media hora (martes y jueves a las 4 p. m., luego repite a 12 a. m. y a las 8 a. m.). El programa más visto en la semana se retransmite en Teletica, canal 7, los sábados a la 1:30 a. m.
En los 30 minutos de transmisión Jill prepara recetas, hay espacio para nuevas secciones, y permanece el segmento de psicología que está desde los inicios de ¡Qué Rico! En él don William hace observaciones de diversos temas. Uno de ellos es el de la menstruación y el ciclo menstrual. Uno que considera vital y desea que tenga mayor difusión.
Poco antes de finalizar la entrevista y degustar de un pan integral con relleno de mantequilla de maní, afrecho y jalea, un pastel de frutas y un pie de granola con helados naturales le pregunté lo siguiente:
Jill, ¿se considera la pionera en lo que hace?
“Por supuesto que sí. La gente decía que estaba loca. Antes de estar en televisión yo llevaba pan integral al colegio, eso no se conocía”, dijo.
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La pionera. Consultamos a tres respetadas chefs acerca del hito que ha marcado Jill Paer con su programa ¡Qué Rico! en la cocina costarricense.
Para doña Flora Sobrado de Echandi, Tía Florita, es admirable la permanencia de Jill Paer.
“Ha hecho bien a las personas con su cocina. Ella es muy simpática y muy inteligente. Su programa es ameno y también hay que reconocerle que nos puso a comer afrecho a todo el mundo. Definitivamente, es la pionera. No recuerdo un programa de alimentación sana que no fuera el de ella. Me cae tan bien, porque es tan dulce, espontánea y cariñosa. Yo la admiro mucho porque es una persona leal, limpia y sana de físico y de convicciones”.
María Alicia Mena, chef de S abores destacada por su cocina saludable, admite que en su formación el ejemplo de Paer tuvo influencia.
“Definitivamente, Jill Paer ha sido una pionera en la preparación de comida saludable, ella se ha encargado de enseñar al público a comer de una forma natural y equilibrada. Además, es tan simpática y lo hace de una forma tan auténtica y natural, que enamora. A mí me encantan sus recetas y su programa.
Creo que debo darle las gracias por abrir camino a la cocina natural, simple y rescatar siempre ingredientes muy nuestros.
Claro que si ha sido una influencia para mí”, expresó Mena.