Viajar sin dinero, celular y una maleta parecería complicado e incluso poco probable, más aún si se trata de un viaje sin retorno. Sin embargo, para Esty su pasaporte fue lo único importante con tal de huir de su realidad, esa que la asfixiaba y que no la permitía ser como ella deseaba realmente.
Con solo 19 años, la joven no sueña con ser ama de casa y, por el contrario, anhela descubrir el mundo más allá del jasidismo en el que fue criada; al fin y al cabo, es apenas una adolescente. Pese a ello, tiene un año de estar casada y la familia de su esposo presiona para que se reproduzca e incluso la obligan a recibir capacitación sexual para complacer a su esposo.
Entonces, la única forma de salir de ese círculo que tanto la agobia es irse lejos, sin dar previo aviso y sin decírselo a nadie.
Lejos de Brooklyn, New York y con solo la ropa que anda puesta, la joven logra su cometido, toma un avión y llega a Berlín, Alemania, para empezar desde cero. Ella sabe que no tiene nada que perder.
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Estando allí conoce a un grupo de músicos, quienes la adoptan como parte de su grupo de amigos y la llevan a conocer ese mundo que tanto había anhelado mientras vivía en Estados Unidos. Al tiempo también comienza a descubrir el misterioso pasado de su familia.
Y aunque todo comienza bien, su pasado promete alcanzarla.
Así es Poco ortodoxa la nueva serie de Netflix que forma parte del catálogo desde este mes que sigue la historia de la joven, sus costumbres y las obligaciones que tiene producto de la religión en la que fue criada y que ha generado un sinfín de comentarios a nivel internacional.
“Es, sin ambigüedades, la historia del escape de una mujer de una sociedad que considera sofocante e insostenible", dice James Poniewozik en The New Work Times, quien alaba la actuación estelar y agrega que “lo que se desarrolla es una historia de descubrimiento personal con la intensidad de un thriller de espías".
La serie busca mostrar el empoderamiento femenino, el valor del autodescubrimiento y la realidad de muchas mujeres en el mundo.
“Es un hermoso e inmersivo retrato del renacimiento de una mujer”, afirma la revista Vulture.
Con ello coincide Sheena Scott en la revista Forbes, al definir esta serie como “una fascinante y conmovedora historia de una joven que busca su propio sentido de identidad”.
Poco ortodoxa está basada en el exitoso best- seller del mismo nombre, que retrata la historia de una niña que rechaza su educación radicalizada y huye para comenzar una nueva vida.
Esta es una biografía de Deborah Feldman, quien narra en primera persona cómo huyó de su religión siendo apenas una joven.
“Los dos últimos episodios fueron muy difíciles para mí. Pensé que estaba preparada. Lo había experimentado, había escrito y hablado sobre ello durante años, pero estas eran otras personas que lo interpretaban, no yo. Lo ponían en imágenes, interpretaban las partes y cortaban las escenas. Por primera vez, pude ver cómo otros interpretarían o recibirían la experiencia, en base a las imágenes que me enviaron. Es como si hablaras con un terapeuta durante años, y al final de todo, ella presentó un libro con todas tus experiencias”, afirmó Feldman a The New York Times.
Realidad.
La serie cuenta con cuatro capítulos de una hora cada uno y es protagonizada por Shira Haas, quien afirma que realizar un proyecto de este tipo fue un desafío, pero también una responsabilidad por trasmitir su mensaje principal.
La historia no busca generar controversia por la religión de la joven, su objetivo es mostrar la realidad de Esty al estar casada tan joven y las penurias por las que debe pasar.
“Esta es una historia sobre una mujer que trata de encontrarse a sí misma, y parte de la serie también se está encontrando como mujer, por lo que fue muy importante ver estas escenas de intimidad. Hablamos mucho antes sobre por qué necesitamos esto y cómo hacerlo, y fue realmente importante mostrarlo, no solo para mostrar puntos de vista físicos o dolor, sino también para mostrar su viaje emocional. Ella ha renunciado tanto, e incluso de alguna manera ha renunciado a parte de su propio cuerpo, por lo que es crucial y fue tratado muy, muy suavemente”, dijo Haas a la revista Indie Wire.
Para este personaje, Haas llegó a Berlín dos meses antes de que comenzara la filmación para estudiar yidis (idioma que se utilizaba en Alemania antes del Holocausto) con Eli Rosen, quien también interpreta a un rabino en la serie.
“Me exigió investigar mucho, lo que incluía, por supuesto, leer el libro varias veces, pero también buscar en Internet y ver muchas entrevistas y conferencias y leer sobre los rituales, que son muy diferentes, y el idioma, por supuesto ”, agregó a Indie Wire.
La miniserie es dirigida por Anna Winger y Alexa Karolinski y fue filmada, en su gran mayoría, en Alemania.