Sarah Linden es una investigadora de homicidios de Seattle que está en su último día de trabajo antes de volar a Sonoma con su hijo adolescente, a casarse y vivir una vida falsamente feliz, cuando su jefe la obliga a cumplir una última asignación: la alerta de un suéter ensangrentado en un pastizal.
En esas horas de despedida comparte la misión con su sustituto, Stephen Holder, un recién llegado de la unidad de narcóticos, desarrapado y parco. Juntos encuentran el cadáver de una adolescente de 17 años en la cajuela de un carro en el fondo de un lago. El auto está inscrito a nombre de la campaña para alcalde de Darren Richmond.
Así empieza The Killing, una serie de 4 temporadas y 44 capítulos que Netflix salvó de una cancelación anticipada e injusta. La riqueza de la producción está en la imperfección de sus personajes, en la oscuridad de los escenarios y en la lluvia pertinaz y envolvente que obliga al televidente a sentirse siempre entre la asfixia y el encierro.
Sarah, interpretada por Mireille Enos (la esposa de Brad Pitt, en World War Z), es una pésima madre, que se olvida de su hijo adolescente por hundirse de cabeza en la investigación de sus casos y huir de sus propios vacíos.
En lugar de irse, a reiniciar su vida, prefiere concentrarse “por unos cuantos días” en resolver la muerte de Rosie Larsen junto a Holder (Joel Kinnaman, Robocop 2014), un exadicto a un paso de la recaída, con métodos para obtener información muy poco ortodoxos.
Ambos forman una dupla imperfecta, que hace aún más atractiva la serie, ni Holder ni Linden se parecen a Caruso, de CSI Miami, perfectamente bien vestido, peinado y guapo, ese que nunca se equivoca y nunca falla un balazo.
El televidente sigue con ellos los errores de la investigación, que juzgan y condenan a priori a los posibles sospechosos, justo antes de que la secuencia tenga un nuevo giro en la historia y usted esté obligado a darle play a un nuevo capítulo, para ver qué pasa.
The killing (2011–2014) es una producción estadounidense del canal de cable AMC. Se basa en la serie danesa del mismo nombre: Forbrydelsen (The Crime) que corrió en la televisión europea del 2007 al 2012. Aunque está domiciliada en Seattle, se grabó en Canadá.
Las primeras dos temporadas resuelven quién mató a la jovencita Larsen, pero dejan abiertos los dramas personales de los investigadores y las historias secundarias de la trama. Es ahí donde Netflix entra en asocio con AMC para una tercer temporada, que resuelve ahora una serie de crímenes de adolescentes callejeras.
Antes de que la serie muriera inconclusa, por el desinterés de la cablera, Netflix se lanza en solitario con una cuarta fase, de apenas 6 capítulos, que indaga el salvaje asesinato de una familia acaudalada, recupera cabos sueltos de los primeros capítulos y termina de redondear la evolución de Linden y Holder.
Si quiere llevar el grado de adicción a niveles insospechados, llegar con ojeras al trabajo o pasarse un domingo entero de invierno entre las cobijas, The killing es la excusa. Dese la oportunidad de sentirse a veces perturbado por las secuencias y ahogado por la lluvia.